A Bryan Oviedo, lateral izquierdo de la Selección Nacional, no hay nada que lo intimide ni arrugue. Desde muy pequeño se acostumbró a remar contra corriente y superar golpes duros que la vida le puso en el camino.
El fútbol le ha dado mucho… pero también lo ha puesto en situaciones difíciles, que solo una persona habituada a esa turbulencia podría superar.
Hace 7 años pasó por la prueba más pesada. Su padre Ólger Oviedo falleció. Cuando recibió la noticia Bryan estaba concentrado con la Selección en una Copa Oro y le tocó volar cargado de dolor para sepultar a la persona que considera su ídolo y mejor amigo.
“Pasaban horas y horas conversando de fútbol y de muchas cosas. Fue algo que no esperábamos, él estaba bien y le dio un infarto fulminante. La noticia nos dejó atónitos a todos. Fue algo muy fuerte para Bryan y toda la familia”, contó a DIARIO EXTRA doña Lorena Jiménez, madre del futbolista.
“Bryan ha sabido superar ese momento entre comillas, todavía le duele mucho, pero hay muchas cosas que hace para honrar a su papá que tanto le dio, que tanto le ayudó y que tanto motivó”, continuó la orgullosa mamá, quien ve cumplido un sueño al tener a su retoño a las puertas de disputar un mundial mayor.
GOLPE BAJO
Bryan, recuerda doña Lorena, anda tras una pelota desde los 4 años. Sus primeros pasos y tropezones los tuvo jugando al fútbol allá en San Isidro de Peñas Blancas, San Ramón.
Cuenta que Oviedo siempre tuvo claro lo que quería y conforme fue creciendo empezó a cumplir una a una las metas trazadas. El hogar Oviedo-Jiménez (mamá, papá, hijos -Jessica, Vilma y Bryan-) siempre apoyó al carrilero en su pasión, que es el fútbol.
Y ese lazo ha sido mucho más fuerte en los momentos convulsos, cuando las lesiones han perseguido al futbolista y le han hecho varias zancadillas, llevándolo a perderse momentos importantes, por los que Bryan trabajó con esmero y dedicación.
En 2007, estando listo para disputar su primer mundial a nivel Sub-17, una lesión lo sacó de la lista, lo que significó un golpe fuerte para un adolescente que soñaba con jugar ese torneo.
“Desde pequeño le ha tocado vencer muchas pruebas. Le tocó irse muy joven para San José para estar en las selecciones regionales, luego quedó en la lista de 25 de Gerardo Ureña en la Sub-15.
Tenía 14 años y viajaba desde Grecia, estaba solo y nosotros lo acompañamos lo que podíamos porque no podíamos dejar los trabajos botados. Siempre fue muy luchador, se iba a las 5 de la mañana a entrenar estando ya con Saprissa y regresaba tipo 5 o 6 de la tarde”, recuerda doña Lorena, quien como toda madre desempeña esa parte de psicóloga para animar e impulsar a sus hijos.
“En esa oportunidad fue trabajar con la Sub-15 tres años para quedar fuera del mundial ya con la maleta lista y todo, fue un golpe muy duro para él y para nosotros como padres de familia. Fue una prueba que superó perderse ese Mundial de Corea”.
Hace 4 años a Bryan, luego de haber sido regular en el proceso clasificatorio, le tocó ver el Mundial por televisión por culpa de una grave lesión.
Jugando para el Everton, en un partido de Copa FA, un 24 de enero de 2014, a solo 5 meses de la cita mundialista en la que Oviedo estaría, la fatalidad tocó a su puerta. Se fracturó la tibia y el peroné; por más que luchó para recuperarse, el tiempo no le alcanzó.
“Perderse el Mundial de Brasil fue algo también durísimo. A veces uno resiste tantas pruebas que no sabe ni cómo, porque no fue solo el hecho que se perdió el Mundial, sino la lesión tan grave que tuvo”.
De hecho, doña Lorena no se atreve a ver el video de aquella fractura tan impactante. “Todavía hoy no veo el video, me tocó ver una foto, pero el video nunca lo quise ver porque realmente todavía me afecta. La cara que él puso fue algo impresionante. Por eso no fue solo quedar fuera del Mundial, sino que tenía que luchar con su recuperación”.
Aun con voz quebrada, a Lorena Jiménez le duele que su hijo quedara fuera del Mundial Brasil 2014. “Desde que tengo uso de razón él estaba en las canchas, como a los 4 años, y esperábamos un montón de años para verlo en un mundial, ese de Brasil lo esperamos con ansias porque era cuando su carrera estaba en el mayor apogeo, otros equipos lo pretendían, pero son cosas que pasan para madurar y Dios tiene un propósito para todo”.
ENTREGADO
La humildad es el mejor sello que distingue a Bryan Oviedo. Asume por igual la victoria como la derrota.
Lorena asegura que es una persona esforzada y trabajadora, todo un orgullo de San Isidro de Peñas Blancas, que desde muy jovencito lo veía salir casi de madrugada de su casa y regresar por la noche con el bolso donde llevaba los tacos en la mano, en busca de cumplir los sueños.
Muy rápido cosechó logros. En 2008 debutó en primera división con el Deportivo Saprissa y dos años después fue fichado por el Copenhague de Dinamarca.
Aquella noticia fue un impacto para su madre. “Desde chiquitito decía que quería ir a jugar a Europa, esa era su meta, y decía que Inglaterra o España. Nosotros le veíamos muchas condiciones, pero tomábamos como vacilón ese comentario de jugar en el extranjero. Y lo que menos pensamos es que se iba a ir tan joven, a los 19 años lo contrataron en Dinamarca”.
Bryan Oviedo guarda una historia de superación digna de llevar al cine, por la valentía con que ha superado cada prueba y sin poner excusas ha sabido salir adelante. La Tricolor tiene un roble por la banda izquierda.
NUESTRO HÉROE
Nombre: Bryan Josué Oviedo Jiménez
Edad: 28 años
De: San Isidro de Peñas Blancas, San Ramón
Club: Sunderland
Puesto: Lateral izquierdo
Debut en primera: 23 de noviembre de 2008
Trayectoria: Saprissa (2008-2010), FC Copenhage (2010-2012), FC Nordsjaelland (2011), Everton FC (2012-2017) y Sunderland (2017-2018)
Minutos en la eliminatoria: 587
Mundiales mayores: 0
