Nicoya.- Hablar de Paulo Vargas es remontarnos a un ciclista de mucha experiencia, que vivió muy buenos momentos. Cómo olvidarlo siendo protagonista hace pocos años, pero sufrió una sanción por dopaje, lo multaron y se le vino el mundo encima.
Ahora toma un segundo aire pues señala que no solo debía regresar, sino que era su deber hacerlo bien y hoy sale con la camiseta amarilla de líder, una gran muestra de entrega y sacrificio.
¿Cómo toma este liderato y cuán significativo es?
-A nivel personal es sumamente importante porque estar retirado y volver no es solamente eso. Es volver a ser ciclista después de cuatro años. El esfuerzo que hice para volver puso a prueba quiénes son mis amigos y quiénes estuvieron conmigo en las buenas y en las malas. Hay muchos sentimientos encontrados con esta camiseta amarilla. Ahora hay que festejar, pero detrás de esto se me viene a la mente muchas cosas. Incluso recibí muchas humillaciones de algunas personas, pero eso me motivó y me hizo más fuerte. Yo le pedí a Dios con mucha humildad que me dejara otra vez correr y me entregué con todo lo que podía, puse todo el corazón en esto y Dios puso ángeles en mi camino.
¿Quiénes son esos ángeles?
-La familia Castillo, a don Alejandro, a doña Mariela, ellos creyeron en mí, al igual que Gilberth Tencio que fue el que me contactó. Aproveché al 100% esa confianza y todas esas cosas buenas y malas y las vivencias me hicieron más maduro y valoré lo que tenía. Tenerlo otra vez fue como un premio que Dios me dio a la perseverancia. Hoy por Dios y mi esfuerzo me pongo esta camiseta. Igual si no me la hubiera puesto estaría muy feliz de poder terminar la Vuelta, pero correrla y ponerme la camiseta … le juro que no lloro porque… en algún momento lo haré en el cuarto. Sé que mi familia esta súperalegre. Quienes me conocen deben estar muy felices, pues saben por lo que he pasado.
¿Esas humillaciones vinieron de gente del ciclismo?
-Sí claro, de hecho no volvieron a creer en mí, me hicieron ciertas cosas. Me dijeron retírese porque usted ya no sirve para eso. Trato de mantener la humildad y tengo una muy buena escuela de Albin Brenes, mi papá del ciclismo que me ha apoyado de principio a fin en este proceso. No puedo ser tan ingrato como para no reconocer todo el apoyo de ellos. Las personas malas fueron muy pocas, pero me motivaron porque no es el momento de ellos, es el momento de Dios.
¿Puede hablar del retiro y de la sanción que recibió?
-Una vez di positivo en un control antidoping y cumplí una sanción de dos años. Después vino la multa económica y era cerca de millón doscientos mil colones. Fue muy frustrante pues podía regresar, pero no tenían la parte económica para cancelarlo a la Unión Ciclista Internacional. Eso me frenó dos años más hasta que el Grupo El Colono creyó en mí. Estoy en el proceso de cancelar, pues tengo un arreglo de pago y lo he ido pagando.
PERIODISTA: Alejandro Fonseca
CRÉDITOS: Foto: Mauricio Aguilar
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Jueves 21 Diciembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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