Después de los enfrentamientos registrados el martes, entre vecinos y policía en las inmediaciones de las obras de ampliación del acueducto Sardinal-El Coco- Ocotal, este miércoles los trabajos se realizaron bajo una tensa calma, en la que los empleados de la empresa contratista pudieron llevar a cabo las obras, eso sí bajo el resguardo policial, específicamente de los agentes antimotines.
Las obras arrancaron a tempranas horas del día y mientras un grupo opositor afirma que está dispuesto a negociar, siempre y cuando se suspenda la ampliación del acueducto, en el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) aseguran que los trabajados continuarán porque se le debe garantizar el derecho al acceso al agua a una población que atraviesa problemas en cuanto al suministro del vital líquido.
Yorleni Acevedo Ruiz, vecina de Sardinal, explicó que la molestia de la población radica en que años atrás las autoridades les informaron que se reduciría el diámetro del tubo, pero ahora pusieron uno más grande, por lo que teme que se les deje sin agua.
“Es exagerado, se nos secan los pocitos y el río se nos seca también porque ya hubo un año que se nos secó el tubo y ahora con estas tuberías que nos están metiendo es demasiada exageración. Eso va para los inversionistas de El Coco, los hoteleros, pero dicen que es para la gente pobre, eso es mentira”, recalcó Acevedo.
PARA TODOS
Manuel Salas, gerente general del AyA, dijo que el agua es un bien del Estado y como tal este debe distribuirse a toda la población. En este sentido comentó que en Sardinal hay mucha agua, al punto que el acueducto tiene una disponibilidad de 440 litros por segundo, con la ampliación para abastecer a los habitantes de El Coco-Ocotal se emplearán 70 litros por segundo.
Agregó que se cuenta con todos los estudios técnicos actualizados, así como con los permisos necesarios para llevar a cabo la construcción.
Detalló que el AyA ha tenido problemas para brindar información a la ciudadanía porque hay personas de los grupos opositores que fomentan una campaña de desinformación y distorsión, pero recalcó que el agua que se pretende abastecer es para la población en general, de la que no se pueden excluir las actividades económicas.
“Nuestra responsabilidad es llevarle el agua a la comunidad. (…) Este acueducto (el de Sardinal) es uno de los más estudiados de todos por toda la problemática, por lo que cualquier otra cosa que se diga de esto no tiene ningún asidero técnico ni científico con fundamento”, recalcó Salas.
Agregó que “agua hay más que suficiente, se estará aprovechando solo una sexta parte de todo el caudal existente. (…) Siguen los grupos detractores al proyecto difundiendo información del 2008 y más vieja, hablan de la Sala Constitucional del 2010. ¿Por qué no hablan de la resolución de la Sala Constitucional de enero del 2017, donde se dice que se ha dado información a la población y que se cuenta con los estudios técnicos requeridos para a la construcción?”.
Descartó que la obra sea para megaproyectos hoteleros y grandes proyectos de vivienda, más bien enfatizó que “el agua es para el sistema de agua de El Coco, que tiene viviendas, gente que necesita la casita con bono de la vivienda, es para la clínica, para todo lo que se ocupe”.
Cuestionó el hecho de que los grupos opositores no protestan contra las meloneras que emplean una cantidad importante de agua para riego, pero sí ponen obstáculos cuando se trata de agua para el consumo humano.
Aseveró que la campaña de información seguirá y se espera que la actividad programada para mañana no tenga obstáculos.
Recordó que las obras de ampliación tienen un costo de ¢1.730 millones y comprenden tres componentes, a saber: construcción de 2 pozos, instalación de 3,8 kilómetros de tuberías y construcción de un tanque de almacenamiento.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
CRÉDITOS: Fotos: Manuel Gutiérrez / Corresponsal
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Jueves 07 Diciembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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