Eco-etiquetado plantea transparencia y bienestar ambiental
Silvia Chaves*
En setiembre, el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco) hizo pública su nueva normativa para el Eco-etiquetado. El logro es motivo de celebración para las empresas y personas que creemos posible crear instrumentos efectivos para generar una economía acorde a los retos de sostenibilidad de este milenio.
Desde la invención de la escritura, el comportamiento del ser humano ha estado mediado por los signos.
Esta normativa de Eco-etiquetado es un símbolo que ayudará a los consumidores a discernir el nivel de responsabilidad ambiental sobre sus compras; así como también implicará un reconocimiento para aquellas empresas que han apostado por una producción más ecológica pese a los retos de inversión e investigación y desarrollo que esto implica.
Este Eco-etiquetado, desde una visión más amplia, es también un signo de cambio, un cambio en el sentido de que los esfuerzos de las empresas por impulsar una gestión ambiental de primer nivel y por crear una oferta que procura el bienestar más allá del consumo concreto, ha rendido frutos que son la posibilidad de diferenciarse para abrirse nuevas oportunidades y seguir evolucionando de manera armónica con el entorno.
Es un claro ejemplo de que hacer las cosas bien tiene resultados positivos cuando se trabaja de manera sistemática para obtenerlos.
Implicaciones del Eco-etiquetado. La primera y más visible implicación que conlleva el Eco-etiquetado es que si bien este es un logro alcanzado con mucho esfuerzo, las empresas que lo obtienen tienen la alta responsabilidad de no detener la continua innovación e impulso de acciones que les permitan permanecer dentro de la norma. En este proceso que aspira a la mejora continua y la excelencia, la principal ganadora es la sociedad costarricense que podrá exigir mejores estándares ambientales para beneficio del país, su naturaleza y su gente.
Otra implicación es un valor altamente estimado en una sociedad moderna: la transparencia. Como órgano imparcial, técnico y certificador, Inteco pasa a conformarse en una entidad garante del Eco-etiquetado.
Este es un punto de inflexión en que de ahora en adelante utilizar conceptos como “producto ecológico”, “biodegradable”, “verde”, “ambiental” o similares; debe demostrarse a través de mecanismos científicos, probatorios, verificables y medibles; reduciendo de esta manera la posibilidad de confusión de las personas ante productos que utilicen estas palabras como un “gancho de venta”, sin asumir la responsabilidad que conlleva elaborar productos que sean realmente amigables con el ambiente.
Conforme aumente la popularización de la norma en un mediano plazo y comience a convertirse cada vez más en un mecanismo eficiente de identificación de marcas y negocios que trabajan según los procedimientos establecidos para el Eco-etiquetado, llegaremos a contar no solo con compradores más y mejor informados gracias a datos transparentes; sino también con una comunidad más responsable y consciente de que su papel como consumidores es trascendental para el bienestar de la naturaleza.
Por esta razón Florex, como empresa, celebra la presentación de la norma de Eco-etiquetado y hace un llamado a todas los empresarios responsables ambientalmente a apoyar decididamente esta norma que tendrá valioso impacto social y ambiental en el país.
*Fundadora y vicepresidenta de Grupo Florex
