Once asistencias en un mes es el número más alto que registra el diputado socialcristiano Humberto Vargas, según el reporte de la Asamblea Legislativa, que analiza los primeros nueve meses de 2017.
La tónica adoptada por el legislador le ha hecho ganarse el perfil del diputado más ausente desde que arrancó el período en 2014, pero su situación recrudeció a tal nivel que Vargas simplemente no asiste a las sesiones del Plenario Legislativo ni un solo día en el mes. Tampoco se presenta a las comisiones legislativas en las que está asignado, pero sí recibe el pago mensual de gastos de representación, que se asigna a todos los legisladores, según confirmó la Dirección Ejecutiva del Congreso. Por este concepto, se le cancela un millón diecinueve mil colones (¢1.019.000) cada mes.
DIARIO EXTRA intentó conversar con Vargas, pero a través de su oficina de prensa se limitó a señalar que no se referiría al tema, y adujo que no estaba cobrando sus dietas.
El jefe de fracción del PUSC, el diputado William Alvarado, quien meses atrás había defendido a Vargas señalando que, a pesar de sus ausencias, logró el avance de proyectos de ley, reconoció que su ausentismo ha pasado la factura a la agrupación política, principalmente en el manejo de las comisiones legislativas.
“Es un tema difícil para la fracción, porque nos quedan al descubierto algunas comisiones, entonces hemos tenido que ver qué hacemos al respecto. Sinceramente, no lo hemos discutido a nivel de fracción, no lo hemos hablado, quizás pensando que es una decisión propia del diputado, y a veces el partido no tiene argumentos como para poder disponer de los puestos, ni ningún partido. Él no me ha dado ninguna razón (por la cual no está asistiendo), y yo tampoco se la he pedido”, externó Alvarado.
El congresista aseguró que se requiere una “reforma legal” para que, en estos casos, se le pueda solicitar la renuncia a un legislador.
“Debería haber una reforma legal, si los diputados representan partidos, de cuáles son las condiciones para estar dentro del partido y seguir siendo diputado, al final de cuentas se convierte en un tema de posición personal, puede firmarnos una nota, pero, si ellos no renuncian, el partido no los va a poder obligar. Eso es una situación que sucede en todos los partidos, algunos otros lo que hacen es declararse de forma independiente”, alegó.
En marzo de 2017, se conoció un polémico caso que tramitaba el Ministerio Público: el legislador Humberto Vargas, en medio de un proceso de divorcio, se vio envuelto en un lío legal, como víctima de extorsión en una causa donde su esposa figuraba como imputada.
