Nunca es sencillo dar por terminada una relación, pues generalmente una de las partes sigue enganchada, convencida de que todo al final funcionará, aun cuando en el fondo sabe que ya no hay nada que rescatar. Su insistencia puede hacer que ese final se posponga por parte de la otra persona una y otra vez por pena, culpa o miedo…
Aunque en ocasiones la pareja nos dé pena y nos genere culpa, esto va de la mano, pero probablemente no usted no esté siendo feliz ni su relación se está basando en el amor real.
Nos podemos sentir culpables por múltiples cosas, como que es una muy buena persona, y probablemente nos ama muchísimo, entonces, cómo podemos querer dejar la relación y hacerle un daño tremendo. Pero, si sigues a su lado por pena y culpa, le estarás haciendo un daño mucho mayor. Nadie se merece estar con alguien que no está siendo totalmente sincero. Porque ya no le quieres, deseas dejarle, sin embargo, la culpa y la pena te abordan y te hacen desistir de los intentos.
Los seres humanos tenemos el gran poder de ser empáticos, eso puede jugar a nuestro favor o a nuestra contra. En el momento en que queremos dejar a nuestra pareja, posiblemente sus lloros y su tristeza nos hagan sentir mal. Algo que todo el mundo quiere evitar, no obstante, es natural y no debe suponer una barrera para tomar una decisión finalmente beneficiosa para los dos.
Por una parte, usted dejará de estar con alguien por pena, cortando una relación que se basa en la culpa, no en el amor, y esto le permitirá a esa persona ser libre para que pueda vivir un amor real.
EL MIEDO TAMPOCO ES VALEDERO
El miedo, en cambio, es totalmente diferente. Aquí ya tienen que ver situaciones de maltrato o, incluso, determinados temores que insten a seguir apegados a esa relación, como la dependencia emocional.
Cuando se sufre abuso de cualquier tipo, es muy importante sacar la valentía de donde sea para ponerle fin a esta situación.
En cambio, si el miedo es por quedarse solo y pensar que no volverá a encontrar pareja, entonces posiblemente se trate de dependencia emocional, lo cual afecta a una gran parte de esta sociedad y para el que se necesita ayuda profesional, con el fin de descubrir cómo, en realidad, no necesita a nadie para ser feliz y podrá cortar con esa relación sin tenerle miedo a nada.
CORTAR POR LO SANO
Si sigue con su pareja por pena, culpa o miedo, es importante que sepa que hay que cortar por lo sano. De hecho, es la única salida que puede haber saludable para esa relación.
Estos tres sentimientos juntos no solo propiciarán que existan más problemas con su pareja, sino que la relación puede transformarse en algo muy tóxico.
Tenga claro que es natural sentir pena, culpa o miedo, pero todas estas emociones no pueden con nosotros a menos que lo permitamos.
Es nuestro deber hacerles frente, porque solo así dejaremos de estar en una relación que no tiene sentido. Nos estamos limitando a nosotros mismos para poder ser felices y lo estamos haciendo también con la otra persona.
Si sigue con su pareja por pena, culpa o miedo, piense muy bien en qué les está beneficiando a ambos esta situación y verá que, en realidad, se están haciendo un daño mucho mayor.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Viernes 10 Noviembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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