Durante miles de años la chía ha sido un alimento básico en las civilizaciones maya y azteca. Estas semillas son una potente fuente de fibra, antioxidantes, calcio, proteína, ácidos grasos y omega 3, los cuales traen muchos beneficios al organismo, pues ayudan a combatir las grasas y son de gran valor nutricional.
Sin embargo, pocos conocen las virtudes de la chía para combatir el envejecimiento.
A nadie le resulta fácil aceptar la aparición de los primeros signos de envejecimiento en la piel, ya sea una arruga, línea de expresión, manchas o cambios de tonalidad.
Aunque los especialistas aún siguen en la búsqueda del secreto de la eterna juventud, actualmente este proceso no se puede detener, debido a que es un proceso natural, pero sí hay algunas opciones para retrasarlo y la chía es de las mejores.
Mascarilla
- Triture un aguacate y añádale cinco cucharadas de semilla de chía, 3 gotas de aceite de lavanda y 6 gotas de jugo de limón.
- Mezcle todo hasta crear una masa homogénea.
- Aplique sobre su rostro con suaves masajes.
Exfoliante
- Mezcle media taza de aceite de coco y una cucharada de jugo de limón, con dos cucharadas de semilla de chía.
- Remoje el rostro con agua tibia y aplique el exfoliante.
- Deje actuar por algunos minutos hasta que se genere un tipo de gel.