Intentar perseguir a un supuesto asaltante le salió caro a dos oficiales de la Fuerza Pública, luego de que por razones que se investigan la unidad se quedó atascada en la arena de Playas del Coco en Guanacaste, la cual fue arrastrada por la marea alta.
“La dueña del local (Bar Matapalo) indica que cuando ella cierra el bar sale un sujeto encapuchado con un arma de fuego, la amenaza y le indica que le entregue el dinero, forcejean y el sujeto le quita ₡500 mil”, explicó Elder Monge, subdirector regional de la Fuerza Pública en Guanacaste.
Según explicó, cinco minutos después de que se da el hecho pasaron por el lugar los dos oficiales a bordo de la unidad tipo perrera en recorridos de rutina, la víctima los llama y les indica que había sido víctima de asalto y que el sospechoso huyó en dirección al estero.
“Los compañeros dan el seguimiento hacia el sector donde la mujer indicó que el sujeto se había dado a la fuga y es ahí cuando la móvil se atasca en la arena, ocurre cerca de la 1 a.m. y mientras la sacaban subió la marea y es donde el mar arrastra y vuelca la unidad”, señaló Monge.
El sospechoso logró huir, mientras los oficiales intentaban sacar la móvil del lugar y “se suspende la persecución”. El subdirector detalló que los oficiales realizan la valoración para avanzar sobre la playa, donde usualmente el mar no entra, pero que “quizá por las condiciones de tanta lluvia caída en los últimos días, posiblemente la arena estaba más fangosa”.
La unidad era conducida por una oficial de apellido Pérez y la acompañaba un policía de apellido López, ambos se encuentran bien de salud y no presentan lesiones por los hechos y de inmediato se reincorporaron a su labor.
Al amanecer llegó la ayuda y con un back hoe, lograron rescatar la patrulla y evitar que fuera arrastrada mar adentro, la cual “sacaron dañada” según Carlos Hidalgo, portavoz del Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
“La unidad quedó bastante dañada, porque el mismo oleaje provocó que se volcara y la movió bastante dentro del agua”, confirmó Monge.
Además, el jerarca regional explicó que se inició la investigación del caso, para determinar las causas reales y verificar el comportamiento de los oficiales mediante la Inspectoría de la Fuerza Pública.
“Es un procedimiento normal que se utiliza cuando hay algún incidente relacionado sea con un vehículo o cualquier otro activo, para dejar en claro qué sucedió, en este momento no estamos procesando por negligencia o deber de cuidado, sino buscamos determinar las causas reales del incidente”, finalizó Monge.
