CONSULTA: Estimado Profesor Corazón, soy un joven de 28 años, profesional, serio, responsable, bien parecido, homosexual, pero tengo un problema: ¡no me gusta el coito! Puedo asegurar lo anterior debido a que lo he experimentado en varias ocasiones y llegué a la conclusión de que simplemente no me agrada.
Falta de libido, de interés, ser frío en ese aspecto, tener otras prioridades… Durante mucho tiempo he pensado en múltiples razones y siempre llego a la misma conclusión: no me gusta.
Lo anterior claramente ha afectado mi desarrollo a nivel de las relaciones sentimentales, debido a que en el pasado todas las personas con las que he compartido un lazo afectivo priorizan el coito ante cualquier otro aspecto de la relación, y casos en el que aunque no represente una prioridad, lo consideran un aspecto de importancia, lo que me lleva a apartarme y continuar mi camino.
En mi mente, mi ideal de una relación sentimental es compartir absolutamente todos los aspectos que conllevan estar con alguien: salir, conocerse, planes de vida, proyectos personales y en pareja, viajar, contrastar puntos de vista, aceptar diferencias, etc., sin la necesidad de llegar al plano coital.
Es que para mí valen más y disfruto completamente esas cosas que menciono, sin que ese aspecto en específico tenga que estar de por medio. No considero que el coito sea algo fundamental o necesario para sentirme pleno como individuo o como parte de una pareja.
Soy un ser completo, integral, al que simplemente ese tema no le agrada ni satisface. Soy enfático en la diferencia entre coito y relación sexual, debido a que hay otros aspectos que disfruto plenamente como besar, acariciar, etc., que no necesariamente deben conducir a penetrar o ser penetrado.
¡Debe haber personas que piensen de forma similar! Es lo que me digo a mí mismo ocasionalmente para no sucumbir ante mi realidad, en especial en un ambiente como el homosexual, donde la satisfacción de necesidades de carácter coital representa un aspecto de suma importancia.
Para muestra muchas aplicaciones y sitios web donde sus usuarios no buscan más que un rato de “placer” y si te vi no me acuerdo. O aquellos casos que ante la insatisfacción por parte de su pareja simplemente se van y buscan a otro.
Debe haber personas que prioricen compartir sentimental y afectivamente, donde no necesariamente implique la satisfacción momentánea de esos instintos que menciono.
Eso busco: personas que tengan un pensamiento similar o experimenten una situación como la mía. Sería excelente poder conversar y compartir puntos de vista. Para eso dispongo mi correo electrónico: [email protected]. Gracias por su atención. Se despide, L.S.
RESPUESTA: Querido amigo, es la primera vez que leo o escucho que un gay afirme con tanta convicción que siente cero o nulo interés hacia el sexo anal, aunque ser gay no quiere decir que tenga que gustarte el penetrar o ser penetrado. ¿Has consultado con un sexólogo?
Como tu amigo te aconsejo que lo hagas apenas puedas, te recomiendo visitar al Dr. Mauro Fernández. Hay muchos chicos como tú, que solo disfrutan las caricias y el sexo oral, nada de penetración, y así la pasan bien.
Para tener una relación sexual no tienes que llegar al coito, hay muchas otras cosas que disfrutar, y no tienes que sentirte mal por eso. En el ámbito del sexo lo mejor que puedes hacer cuando no te gusta algo es comentárselo a tu pareja y esperar que te entienda, simplemente le dices que no te atrae para nada el sexo anal y hay muchas más cosas con las que divertirse.
Otra opción es recurrir a los juguetes, al fin y al cabo en las relaciones sexuales no todo es penetración. Tu amigo que te aprecia, Profesor Corazón.
