CONSULTA: Querido Profesor Corazón, le ruego encarecidamente me permita usar su sección para publicar el sentimiento de cólera y tristeza que me embarga porque ya no soporto más.
Ayer 15 de mayo hubo un tiroteo en la Escuela Mount View en Escazú, en el cual fue asesinado un capo mafioso junto a un matón delincuente que usaba como guardaespaldas. Lo triste del caso es que un niño recibe tres balazos y queda grave. Lo imperdonable del caso es que el Gobierno de Canadá había advertido de la presencia y carácter de este individuo en nuestro país y resulta que nuestras autoridades desoyen a esta fuente informativa y se quedan cruzadas de brazos, en vez de vigilar y seguir los pasos de dicho capo, quien con cinco guardaespaldas se movía por todas las discotecas como si fuera don Corleone y hacía sus transacciones delictivas impunemente.
Por otro lado, aquí hay un territorio en pleno casco metropolitano llamado Tierra Dominicana, que brilla con la presencia de unos cuatrocientos individuos negros procedentes de Jamaica, Colombia y República Dominicana. Estos individuos se mantienen parados en las esquinas, administrando a un grupo de mujeres esclavas blancas que ocultan en sus bocas y sus genitales las boronas de piedra que venden, propiedad de esos amos.
Esos individuos no son ingenieros, ni abogados, son simplemente vagos traficantes extranjeros. Lo más grave del caso es que todo el país lo sabe, los ven en sus descaradas maniobras de delincuencia y crimen, pero curiosamente las decenas de policías que transitan por ahí no ven absolutamente nada. Los policías de esa zona y sus jefes no ven nada, tienen miopía crónica.
¡Pobrecitos! Ahora para añadir más risas a esta cruel farsa, de vez en cuando la policía hace operativos con cincuenta o cien efectivos, de los cuales el único resultado que se obtiene es la detención de un par de indigentes para disimular que la policía hace algo pero nunca, nunca, nunca agarran a la manada de cabecillas y media hora después de cada operativo la venta de drogas continúa porque el delincuente no respeta la presencia policial porque no le tiene ningún respeto. Los transeúntes de Tierra Dominicana arriesgan su vida al igual que el niño de la escuela de Escazú porque no se sabe en qué momento se desata una balacera.
Los diputados tienen que desarrollar leyes estrictas contra la vagancia y contra el incumplimiento policial, en vez de buscar leyes para más impuestos, los cuales terminan siendo robados en consultorías fantasmas y en viajecitos de lujo. Esta inseguridad tiene que terminar y no hay que andar con paños tibios. El timo de los derechos humanos solo protege al delincuente y bloquea a la víctima.
Esa payasada da ganas de vomitar. El delincuente es atlético y la víctima intelectual, y cuando detienen al delincuente, este se hace el tiernito y reversifica la situación, haciéndose el ofendido y agredido por la autoridad, como en el caso de la fragata gringa que detuvo a cinco manganzones que ahora tras que deben quieren demandar derechos y perjuicios. ¿Quién ama a este país con sinceridad para protegerlo de este cáncer social? Gracias, Profesor. Atte., “Patriota de corazón”.
Encuentre la respuesta del Profesor Corazón en la edición impresa del Diario Extra.
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“El timo de los derechos humanos solo protege al delincuente”
Sentimientos en Conflicto
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