Los millennials y la generación Z en la política costarricense
Juan José Valerio
Desde hace varios procesos electorales los costarricenses hemos estado pidiendo un cambio político. Pero, ¿qué tipo de cambio?, ¿será un cambio de dirección hacia la derecha o izquierda?, ¿será una renovación de políticos?, ¿será un cambio de líderes que puedan poner a dialogar a todos los sectores de nuestro país? En la campaña presidencial del 2014 se escogió a un candidato nuevo. Un nuevo partido político. Cabe hacerse la pregunta de si nos ha ido bien. A pesar de la percepción que el nuevo gobierno nos pudiese dar, en el reciente proceso electoral municipal de este año la gente optó por nuevamente dar sus votos, en muchos cantones, a caras nuevas.
Antes de responder a estas preguntas hay un tema importante en el cual deberíamos de detenernos a analizar y este, en mi opinión, es el tema de la juventud.
¿Qué papel juega la juventud en el futuro de Costa Rica? Se dice que somos los más interesados en un país mejor. Según los resultados de la Encuesta de Opinión CIEP-Semanario Universidad para las Elecciones Municipales del 2016, las personas con edades entre 18 a 24 años mostraron una mayor predisposición a votar en las elecciones municipales, en total un 77,5%; de acuerdo con el estudio de Cid Gallup Costa Rica, uno de cada cinco electores tiene entre 18 a 25 años de edad, donde aproximadamente 696.632 electores que están entre las edades de 18 a 39 años formarán parte significativa y decisiva para elegir a los representantes de sus comunidades.
Ahora bien, ¿quiénes somos los jóvenes del ahora? Socialmente somos los nacidos entre 1982 y 1995, nos han conceptualizado como “Millennials”, quienes estamos rodeados de tecnología y bajo la constante presión de superación personal.
Esto concuerda con que las universidades ticas poco a poco han aumentado la promoción de graduados durante los últimos años; y los avances en la tecnología han sido vitales para sacar a miles de estudiantes al mercado laboral, exponiéndolos a la necesidad de aprender un segundo idioma que, aunque no es garantía de un trabajo, es esencial para la competitividad laboral que cada vez es más agresiva y que sobrevive aún a la recesión del mercado.
Hay quienes dicen que esta es la generación más apolítica o la más consentida, también es la generación con más conciencia social y con mayores encuentros existenciales en el ámbito laboral. Dichosamente no estamos solos y para las próximas elecciones se integrarán los jóvenes nacidos desde 1995 hasta la actualidad, denominados Generación Z. Esta se diferencia de los Millennials en el sentido de que, aunque estos actualmente se encuentran en edades que abarcan la infancia o están hoy en día cursando su etapa universitaria, es una generación que nació en una década con acceso al wifi en sus casas, a los celulares y a las computadoras de última tecnología y que no conocen un mundo sin acceso a internet en sus bolsillos.
Son marcados socialmente como la generación que vive en un mundo digitalizado. Necesitan constantemente estar en contacto con las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y Skype, entre otras. Son criticados frecuentemente por sus “selfies” y su necesidad de compartir su vida cotidiana a través de una historia de Facebook o un tweet, haciéndolos percibir por algunos y algunas como la generación más mimada de todas las anteriores a esta. A través de estos canales de comunicación creamos el fenómeno “SelfiPresi”.
¿Entonces, qué podemos esperar de los Millenials y Generación Z en la política? Modernización. Sí, le tocó el turno a la política para aquellos jóvenes que creen en un mejor país, en un país con oportunidades como se ven mucho otros Instagram o Pinterest; que conocen que el significado de emprendimiento es un estilo de vida y que la innovación se puede dar en cualquier ámbito, siempre y cuando se tenga claro un resultado tangible. La militancia en los partidos políticos ha vuelto, pero ha vuelto en seguimientos por medio de redes sociales y otras formas de comunicación más globales e innovadoras. Sin embargo, sus propuestas modernistas -en lo social, en lo gubernamental y en la economía- tendrán que ser bastante convincentes y llevadas a cabo con tanta dedicación y pasión, que atraiga a las generaciones mayores que les brinden apoyo y soporte. El respeto y cuido a los animales es ahora una gran preocupación social gracias a aquellos jóvenes que alzaron su voz en redes sociales como Facebook y señalaron el maltrato diario y la falta de conscientización al trato animal. Empezamos a ver ciclovías, modernización de espacios públicos y se están abriendo nuevas fuentes de empleo y generación de riqueza dada la iniciativa de crear su propio ingreso dados los problemas de empleo en el que estas generaciones han nacido.
Habrá que arriesgarse a creer en que podemos recuperar nuestra “Suiza Centroamericana” que heredaron nuestros padres para volver a atraer ese significado para las generaciones venideras. Ese será el gran reto de los Millenials y Generación Z, al pasar por la política; sumar uno a uno, para renovar, modernizar nuestro país y poder seguir avanzando, ser competitivos y brindarnos a nosotros mismos y a otras generaciones una mejor calidad de vida, para de esta forma no sólo pasarla en congestionamientos viales.
