La modelo costarricense detenida en Nicaragua, Kattia Corella, fue reconocida por un agente judicial de ese país como la responsable de llevar las finanzas de una organización dedicada al tráfico de drogas desde Nicaragua y hasta diferentes partes de la región centroamericana.
Durante esta semana se llevan a cabo las conclusiones en torno al juicio contra Corella y cinco hombres que fueron detenidos por la Policía Nacional de Nicaragua en una operación antinarcóticos.
“La Banda Cacique”, denominada de ese modo por el agente, cuya identidad se reservó, realizaba constantes operaciones en la línea fronteriza a través de vehículos que pasaban por fincas, con dinero y droga.
Corella fue detenida en su casa de habitación en Managua, donde también iba a ser capturado su esposo, pero que, frente a la policía tomó la decisión de quitarse la vida de un disparo.
Los costarricenses José Pablo Castillo Quesada y Gustavo Adolfo Artavia, señalados como miembros de la banda “Cacique”, se declararon culpables el 25 de mayo, por los delitos de transporte internacional de drogas, crimen organizado y lavado de dinero.
El Ministerio Público solicitó al juez Octavio Rothschuh dictar pena de 41 años por los tres delitos y una multa de $2,6 millones para los acusados. La defensa por su parte, continúa con su intención de hacer ver desproporcionada la solicitud, manifestando que se deben dar penas mínimas por cada ilícito.
