El pastor de una Iglesia de Dios Evangelio Completo en Santa Cruz, Guanacaste, quien además era líder religioso de esa comunidad, un hombre de apellido Gutiérrez, conocerá el expediente con las denuncias en su contra en una audiencia preliminar donde se fijará la fecha en que se iniciará el juicio, pero también la solicitud de las cuatro supuestas víctimas, cada una de las cuales pide ¢50 millones por los supuestos daños causados.
El religioso enfrentará la justicia por seis supuestos abusos sexuales contra 3 mayores de edad y una tentativa de violación contra un menor.
“ÉL ME MASTURBÓ”
Adonis Díaz, una de las presuntas víctimas, tiene 36 años y aunque los hechos ocurrieron hace poco más de dos años, el recuerdo permanece intacto en su mente.
“Recuerdo todo, es algo que no se olvida. Todo lo que pasamos varios hombres en esa iglesia es doloroso y algo que me marcó espiritual y psicológicamente”, comentó. Díaz comentó que en un principio él llegó a la congregación y se sentía bien, pensaba que finalmente encontraría ese equilibrio interior que tanto deseaba y tenía muchas ganas de servir en la iglesia.
“El pastor vio esa pasión en mí, él sabía que yo estaba dispuesto a cambiar mi vida y de hecho empecé a trabajar de gratis. Hacía remodelaciones o ayudaba con la decoración del recinto y todo eso se convirtió en una pesadilla cuando él me ofreció pasarme de servidor a diácono”, agregó.
Gutiérrez, según narró esta supuesta víctima, se aprovechaba de las necesidades de los demás e intentaba manipularlos por medio de la obediencia a la palabra de Dios.
“Él decía que el Señor me iba a usar como instrumento, pero que yo tenia que consagrarme y el primer paso fue irme a vivir a la iglesia, a pesar de que yo estaba casado y tenía dos niñas pequeñas”, afirmó.
Díaz dijo que como parte del proceso de purificación el pastor les explicaba que debía ungirlos, pues ellos estaban sucios y recibirían muchos ataques espirituales. En ese momento sacaba una aceite común y se los esparcía por todo el cuerpo, incluso en sus parte nobles.
“Él hizo que me bajara los pantalones para ungirme la hernia que tenía y aprovechando la relación de confianza y su rango de líder y pastor, de manera rápida y abusiva me bajó el calzoncillo, se colocó aceite en las manos y sorpresivamente tocó mi pene y me masturbó. Luego intentó meterse mi pene en la boca, por lo que reaccioné con temor y le manifesté que mejor no continuara, no se lo permití y me retiré del lugar”, recordó.
Agregó que “fue un momento muy incómodo, pero él intentaba de manera insistente y con las luces apagadas, acercaba su boca al pene y respiraba fuertemente sobre mi parte íntima y hacía sonidos”.
MUTILACIÓN DE MIEMBRO
Según narraron algunas víctimas, Gutiérrez los obligaba a circuncidarse como parte del proceso de purificación al que debían someterse para pertenecer al grupo de líderes de la iglesia.
No obstante, en uno de los casos la supuesta víctima acudió a un médico forense y este le aseguró que eso no había sido una circuncisión sino una mutilación de su miembro viril.
El hombre, de apellido Arroliga, comentó que el pastor con una tijera, una gasa y un líquido anestésico le hizo dos piquetes al prepucio y como consecuencia esto le afectó hasta para mantener relaciones sexuales con su esposa.
AMENAZAS
“No sabía qué hacer o con quién hablar porque el pastor nos decía que no debíamos desobedecer, porque estaríamos cayendo en pecado”, señaló Díaz.
Dijo además que con frases como esas el pastor intentaba que ninguno de los muchachos que trabajaban para su congregación revelara lo que sucedía entre las cuatro paredes de la iglesia.
Las cuatro presuntas víctimas coinciden al dar la misma versión. Aseguraron que el pastor les decía que si contaban algo a familiares, amigos e incluso a la esposa o pareja, “el demonio se los iba a llevar y como son hijos de Dios debían guardar silencio”.
Agregaron que si alguno se le salía del canasto, Gutiérrez usaba el púlpito para hacerlos sentir mal con mensajes que generaban temor en ellos, sobre todo porque estaban comprometidos con servirle a Dios, no querían cometer ningún error y posteriormente pensar que recibirían un castigo divino.
HORA DE LA JUSTICIA
Javier Vargas, abogado de las cuatro supuestas víctimas, asegura que la justicia pronta y cumplida solo está escrita en negro sobre un papel blanco, pero que en la práctica se tarda mucho porque en este caso han pasado más de dos años y apenas se señaló la fecha para la audiencia preliminar y “uno esperaría que el Tribunal de Santa Cruz sea expedito en señalar cuándo se realizará el juicio”.
Aclaró que a muchas personas les podría parecer increíble creer cómo una persona puede llegar a manipular a otras, en su mayoría mayores de edad, para realizar acciones como las descritas, “pero hay que entender que este señor era una persona reconocida, apreciada y respetada en la comunidad, pero no solo eso, él sabía cómo aprovechar la situación de algunas personas y convencerlas para actuar de cierta manera. Casos como ese se han visto varios alrededor del mundo”, aseguró.
La audiencia preliminar está para el 27 de julio a partir de las 2 p.m.
