La promesa frente al altar de “que hasta que la muerte nos separe” parece que goza con un permiso del papa Francisco para no cumplirla del todo, según lo reconoció ayer su Santidad durante la audiencia semanal, donde afirmó que la separación de una pareja en algunos casos “es inevitable, cuando hay que proteger a los mas débiles.
A veces la separación puede incluso ser normal y necesaria, cuando se intenta proteger al cónyuge más débil o a los hijos más pequeños de las heridas causadas por la prepotencia, la violencia, la humillación y hasta la indiferencia”, reiteró el Pontífice frente a miles de fieles en la Plaza de San Pedro.
Ante las afirmaciones del papa Francisco y el impacto que tendrán estas sobre que los matrimonios que viven en un puro pleito es mejor que se separen, DIARIO EXTRA consultó al obispo de Alajuela, monseñor Ángel Sancasimiro.
“Cuidado con interpretar lo que el Papa dice, esta una actitud de respeto y cercanía”, insistió Sancasimiro. “Todos aspiramos que en la familia haya un nivel de amor, respeto y diálogo, esto es el ambiente ideal para los hijos, pero la realidad nos dice que es prácticamente imposible la convivencia, por eso hay que ayudarlos”.
El obispo explicó que para estas parejas la Iglesia ofrece ayuda, pero en aquellos casos que el pleito y la falta de respeto se vuelvan incontrolables, lo que se recomienda es la separación de los esposos, debido a que se les hace más daño a los hijos.
“Cuando me viene un matrimonio en donde el diálogo ha sido prácticamente imposible, le digo que hay que buscar una solución que favorezca a los dos y le pido a cada uno que deje de lado su verdad, para realizar un proyecto de vida y en familia como es debido. Insisto, esto de la separación muchas veces puede ser conveniente, ante una violencia que genere daño”, manifestó el obispo de Alajuela. Sobre la relación con la Iglesia de una persona separada, dijo que puede seguir participando e incluso comulgar. Además, que quienes estén divorciados pueden recibir este sacramento, siempre y cuando no se vuelva a casar.
Datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) del 2001 al 2013 muestran que el número de divorcios en Costa Rica se duplicó, las cifras señalan en el 2001 cerca de 7 mil parejas se separaron legalmente y en el 2013 lo hicieron más de 13 mil.
