La cultura de paz nace en las familias

La paz del mundo se construye a partir de la paz que nace en los hogares. Existe una profunda relación entre familia y paz, tan profunda que cada familia puede convertirse en fuente de armonía mundial o en inicio de tensiones en ciudades, países y grandes regiones.

La familia permite experimentar algunos elementos esenciales de la paz: la justicia, el respeto y el amor; la función de la autoridad manifestada y sostenida por los padres, madres u otro allegado, el servicio afectuoso y la ayuda mutua entre pequeños, jóvenes, adultos, ancianos, son formas de satisfacer las necesidades de la vida.

Por eso, lo mejor que puede hacer un Estado es proteger y promover la institución de la familia. Contrariamente, un Estado avanza hacia la violencia y la injusticia cuando daña, destruye o abandona la protección a ese núcleo fundamental de la sociedad.

En el campo de la Orientación se trabaja incorporando a la familia en aspectos que favorecen el proceso de enseñanza - aprendizaje. Un documento elaborado en el 2004 por varios colegas del Ministerio de Educación Pública menciona, entre otras funciones: la atención de la disciplina, el manejo de límites, la creación de ambientes libres de violencia y drogas, el desarrollo de habilidades, estilos de crianza así como la necesidad de la incorporación efectiva de los miembros de la familia en el proceso educativo de sus hijos e hijas.

Las situaciones o conflictos cotidianos que enfrentan niñas, niños y jóvenes en los centros educativos, a veces simples, otras muy complejos, son eventos que merecen también atención e intervención por parte de otros actores del sistema, pues es allí en donde ensayan y fortalecen formas de relaciones interpersonales que pueden ayudarlos a crecer como seres humanos, o por el contrario, estimular sus impulsos destructivos. De ahí que sea el Estado el principal responsable de esta especial atención.

En la Asamblea Legislativa existe una propuesta de Ley para la promoción de una cultura de paz en los hogares, el Colegio de Profesionales en Orientación fue invitado a la presentación de dicha iniciativa, ya que sus autores consideran que el MEP puede ser un gran aliado y en mi opinión, nos corresponde a los orientadores y orientadoras continuar reforzando los planes y proyectos de trabajo en la atención del desarrollo socioemocional del estudiantado.

El proyecto concuerda con el principio de la Orientación de tomar como punto de partida el desarrollo socioemocional con una visión del ser humano como realidad integral, capaz de buscar el desarrollo consciente de sus habilidades, actitudes y valores.

Esta visión esperanzadora refleja confianza en la capacidad del estudiantado para encontrar soluciones en forma creativa y justa ante la violencia, el matonismo y los conflictos que se le presentan, motivado por su deseo de vivir en paz y ser feliz.

La propuesta de Ley resulta interesante, pero necesita de la solidaridad y comprensión de las instituciones y empresas mencionadas en ella, para que destinen parte de sus recursos económicos a la promoción y sensibilización de una cultura de paz en los hogares costarricenses.

Esperamos que las buenas intenciones no queden en el papel, y que trabajando este tema desde el Congreso, se dé un paso más en la disminución de la violencia, el maltrato y la agresión, que tanto daño y dolor causan a la sociedad costarricense.

*Vicepresidenta Colegio de Profesionales en Orientación

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Miércoles 29 Abril, 2015

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Zoilarosa Vargas C*