El informe que se elaboró para conocer lo que pasaba en el muelle de Limón con el proyecto que pretendía brindarles a los turistas que llegaban en cruceros una visita a sitios turísticos, y con esto promover esta actividad en la provincia, revela que hubo empresas sin permisos que brindaban tours a destinos inexistentes o para los que no contaban con autorización.
En el documento, elaborado por la Dirección de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (Digepyme) del Ministerio de Economía, se indica que había “demasiados vendedores tratando de ofrecer sus servicios a un mismo turista”, también que empresas que ingresaban para promover sus propios destinos “están vendiendo otros para los cuales no solicitaron permisos y exhiben a la libre mantas con los precios de los diferentes lugares, sin que nadie supervise y controle esta situación”.
De igual manera se menciona que no se “realizó una verificación de que los denominados otros destinos, de verdad contaran con un lugar al cual llevar a los turistas y sin embargo, se decidió ampliar los sitios permitidos sin contar con un estudio de demanda que indique la necesidad de ampliar ese servicio”, por lo que se expone la duda de “en qué bases está fundamentada la resolución de la Junta Administrativa número 660-08 del 9 de octubre del 2008”.
Para ingresar al puerto de Limón y ser parte de las empresas que ofrecían servicios como transporte, venta de artesanías o lugares de visita se debía contar con un permiso previamente aprobado por diversas instituciones como el Instituto Costarricense de Turismo y haber cumplido con los requisitos establecidos para garantizar seguridad a los extranjeros, pero según los representantes de Digepyme “no todos portan el carné de identificación que tiene que otorgar Japdeva para el ingreso de la zona portuaria”.
Además de eso recalcaron que se permitía el ingreso de vehículos que no cuentan con el permiso y no han recibido las capacitaciones requeridas.
“El encargado de supervisar la operación de los vehículos en el puerto por parte de Japdeva no mantiene el orden con los choferes de los carros y de las busetas”, por lo que estos se ubicaban en cualquier lugar y hasta transitaban por sitios “no permitidos”, según el informe Revisión de Expedientes Permisionarios de Atención a Cruceros, elaborado en febrero del 2009.
CONDICIONES NO APTAS
No obstante el documento no solo hace referencia a los empresarios que no cumplían con los requisitos para ofrecer sus servicios, sino también las condiciones de trabajo generales en las que se pretendía laborar.
En el área en donde se ofrecía el cuido de manos y pies (manicura y pedicura) “las condiciones son insalubres, llevan el agua en bidones y no tienen un lugar para lavar y desinfectar los instrumentos que requieren de agua caliente”.
Pero se destaca también que el sitio de atención a los extranjeros no contaba con las condiciones mínimas, ni para turistas ni para quienes trabajaban en el lugar, porque ni siquiera había una batería de servicio sanitario, ni sillas de espera.
En cuanto a la seguridad durante la estancia de los cruceros se criticó que se permitía la operación normal del puerto y “los furgones no son regulados por un oficial para proteger la integridad de los visitantes”.
EXPEDIENTES INCOMPLETOS
El grupo que se encargó de la investigación de este proyecto inclusive revisó la documentación de cada una de las personas que laboraban en el puerto y llegó a la conclusión de que los expedientes no estaban estandarizados y en algunos casos no se tenía soporte técnico para conceder los permisos, según lo establecía el reglamento.
“Los expedientes no están completos, están desordenados, hay muchas copias de cartas repartidas y en ocasiones estas no corresponden al expediente y hay notas emitidas por la encargada de la Unidad de Cruceros que carecen de firma, pero aún fueron recibidas”.
Además de eso encontraron que no se contaba con una lista de chequeo en cada expediente que permitiera verificar que contaba con todos los documentos necesarios.
REGLAMENTO NO CLARO
Pero a todo esto se adjuntaron detalles sobre los casos en que el reglamento que se elaboró no especificaba situaciones que debían estar desde el principio, como por ejemplo que no se determinó “la cantidad de vendedores con que debe contar cada destinatario, por lo que se deja a criterio de cada empresario, lo que genera un caos en la operación”.
Esta situación, según los empresarios que están en juicio y quienes aseguran perderlo todo, no les permitió ni siquiera arrancar con sus proyectos, en los que invirtieron millones de colones y hoy los tienen en la quiebra.
ANTECEDENTES
En febrero del 2007 una empresa estadounidense de cruceros suspendió la visita de sus barcos a Puerto Limón ante los ataques de delincuentes a turistas que visitaron nuestro país.
Como parte de los destinos turísticos, un grupo de 12 extranjeros fue llevado a Cieneguita, donde tres hombres los atacaron. Los turistas, con quienes viajaba un exmiembro de las fuerzas militares estadounidenses, se enfrentaron a los hampones y mataron a uno de ellos, de 20 años.
