Restaurantes y artistas tomaron ayer la calle 33 de Barrio Escalante para ofrecer una fiesta gastronómica acompañada de música y arte expresiva para todos sin distinción.
El festival gastronómico reúne ofertas de varias culturas para la clase media amante de la comida y la tranquilidad, un punto de reunión que pedía el Chepe de todos, ese que aspira a convertirse en una ciudad que satisface todas las demandas.
La idea se inició en 2007 con la formación de una asociación de vecinos, luego con la asistencia de la municipalidad empezó la aventura en que se integran seis restaurantes de esa calle y otros que se movieron para instalarse en toldos en las aceras.
"No tenemos que vernos como competencia, tenemos que unir fuerzas para aportar belleza, seguridad y un estándar de gastronomía. Ahora estamos trabajando juntos con ferias orgánicas, patrocinadores de comidas y bebidas.
Nos hemos aliado con instituciones para alcanzar lo que proyectamos en el Plan Nacional de Gastronomía, que fue declarado de interés público recientemente por la Presidencia de la República”, detalló Mehmet Onuralp, propietario del Sofía, restaurante mediterráneo que integra la propuesta.
Además del Luna Roja, participan unos 15 restaurantes que aspiran a convertirse en un centro de reunión que llene el vacío entre las fiestas de la Calle de la Amargura y la irrealidad de Avenida Escazú.
“Es algo tan plástico que uno no se ve ahí”, cuenta Silvia Rodríguez, propietaria del Restaurante Luna Roja y una de las organizadoras.
Los preparativos comenzaron hace un año para coordinar con el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y los más importantes: los clientes y los vecinos.
“Lo más maravilloso es la sinergia que hemos hecho entre la asociación de vecinos, la Municipalidad para tener un mix con muchos platillos más evolucionados. Yo me estoy reinventando como tica.
Queremos que la gente se reúna aquí, nada es más importante que ese sentimiento de reunión que se desarrolla, si excluir a ninguno. Es algo que al país le falta superar”, agregó Rodríguez.
Para asistir a este festival lo único que se pide es sensibilidad para aceptar a los demás y apropiarse de este espacio, que revela la humanidad y la cohesión de sus integrantes.
Además este espacio aspira a mantenerse y evolucionar, para ello pretenden cerrar la calle una vez al mes con el respaldo de la Municipalidad a fin de instalar las mesas en las calles.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: David Barrantes
EMAIL:
Lunes 20 Abril, 2015
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA