El San José que padecemos

La utopía de un San José renovado que nos prometieron durante la transición del siglo anterior y el cursante parece más lejos que nunca. Y es grave, porque acercarlo no parece preocupar tanto a quienes corresponde prestarle la atención que el problema demanda con urgencia.

La congestión abrumadora, intolerante y creciente del tránsito, la suciedad sin medida en calles y avenidas, las aceras maltrechas, la indigencia desbordada y las alcantarillas sin tapas están a la vista de los josefinos y cuantos visitan por obligadas razones la capital. También, y merece darle la sensible importancia que tiene, para conservar a los menguantes turistas. Un renglón que pagaremos muy caro descuidar.

Andar por las rúas capitalinas constituye un martirio. Preciso es sortear en aceras muy angostas los mantos con incontables mercaderías de los vendedores callejeros, los indigentes (hasta en parejas) sobre cartones y los desechos orgánicos de animales domésticos, que es toda una proeza evadir sin incorporarlos a los zapatos.

¿Cuándo tendremos un moderno sistema de transporte colectivo que permita a sus usuarios reservar los autos para emergencias que lo requieran? ¿Cuándo se aplicará la legislación existente a los desaprensivos propietarios de perros y gastos que los malcrían en la calle. ¿Cuándo se impedirá estacionar vehículos en las aceras o depositar en la vía escombros o muebles esperando que otros los recojan?

¿Cuándo, amigo lector, se nos acabarán los otros “cuándos” que permanecen en el tintero como descuidos imperdonables? Y ¿cuándo, precisa decirlo, se agotará la paciencia de los vecinos de la capital para desfilar ante quien sea en procura de ser oídos y conseguir un San José a la altura que exige la capital de un país civilizado?

La prensa escrita, la televisiva y la radial acogen en notas, comentarios y editoriales las quejas de los josefinos por los “cuándos” incontables que padecen, pero deben plantearlos en titulares de primera plana y hasta en cadenas de emisoras y canales.

También, que se sumen a la denuncia los gremios, iglesias e instituciones paralizando la ciudad con la militante participación de los afectados por el abandono que padecen.

Las hemos sufrido y las seguiremos sufriendo (es otro “cuándo”) por motivos de mucha menor trascendencia.

Culpamos a los políticos de cuanto pasa y no pasa, con sobrada justificación muchas veces, pero es hora de reconocer la parte nuestra, josefinos, por consentir que así sea, y siga siendo, el San José que padecemos.

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Martes 20 Enero, 2015

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Rodolfo M. Santos Lara