Soy una mujer casada de 24 años. Cuando estaba pequeña en mi casa me choteaban porque desarrollé muy rápido y desde los 12 años tengo los pechos muy grandes. Crecí acomplejada y mis senos siempre me han avergonzado. Hoy mi esposo me dice que es una de las partes de mi cuerpo que más le gustan y todavía me cuesta creerlo. Mi hermanita tiene 14 años, le está pasando lo mismo que a mí y quisiera evitarlo.
El término bullying tiene una divulgación reciente y hace referencia al acoso psicológico o físico al que se somete a una persona de manera continua. Particularmente el bullying verbal es aquel en el que con comentarios se hace mofa de determinadas características de otra persona, con el fin de hacerla sentir mal, humillarla, ofenderla, excluirla o tal vez simplemente como una forma algo macabra de divertirse.
A veces entre seres queridos suelen existir bromas reiteradas que hieren y que por lo jocoso de la relación no se reflexiona sobre el alcance de esos comentarios sin entender que pueden dañar la autoestima y generar “complejos” que perduran con el tiempo y que dañan la autoestima. A veces hacen mención a destrezas mentales, otras veces a rasgos físicos o problemas específicos como dificultades para hablar, por citar algunos. Cuando ocurren entre adultos el daño es considerable, pero cuando suceden contra un infante, sea un hijo, un sobrino u otro menor, los efectos pueden ser devastadores.
Es frecuente que la familia no sea consciente del daño que está haciendo y muchas veces hasta les cuesta creerlo cuando se les menciona, sin embargo con una conversación fraterna y pausada la mayoría de los familiares lo entienden y cambian su conducta. Desde luego, hay casos en que se requiere la ayuda de un profesional, ya sea para hablar con la familia o para ayudar al menor.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Sábado 28 Marzo, 2020
HORA: 12:00 AM
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