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Espectáculos

Comer sano en familia

La siguiente es una historia ficticia, pero está basada en una realidad que se presenta a diario en muchos hogares costarricenses.
J. C. tiene 16 años, vive con sus papás y una hermana de 22. Todos tienen una enfermedad llamada obesidad. Él presenta obesidad grado 2 pero sus padres ya tienen un grado de obesidad mórbida (obesidad grado 3). La hermana acaba de pasar del grado de sobrepeso a obesidad grado 1. Alguien podría decir que esta familia es obesa por factores genéticos ya que todos presentan la enfermedad, pero hay que investigar un poco más. Los factores genéticos tienen un papel importante en el desarrollo de la obesidad; sin embargo, en la mayoría de los casos, la mayor responsabilidad recae en el consumo de alimentos excesivo y erróneo.
Veamos el carrito de las compras de esta familia. En la compra quincenal hay cuatro botellas de 2 litros de bebida gaseosa azucarada, una caja de helados tamaño grande con relleno de chocolate y otros ingredientes, dos litros de aceite de cocina, embutidos en exceso (salchichón y chorizo no pueden faltar), cuatro bolsas grandes de papitas y tortillitas tostadas, variedad de productos enlatados y procesados, queso amarillo grasoso, varios paquetes de leche en polvo de la más grasosa. Además, 2 cajas de cereal azucarado. No se observa ninguna verdura en este carrito y, en cuanto a frutas, nos encontramos una lata grande en almíbar y una lata de piña enlatada.
La familia de J. C. tiene la costumbre de comprar comidas fuera de la casa, de 3 a 5 días por semana (principalmente las llamadas comidas rápidas, que por lo general son frituras altamente calóricas y llenas de grasas saturadas como tacos, hamburguesas, burritos, comida china en cantidades abundantes y otras comidas similares). Las comen durante la noche, en vez de una cena casera y más sencilla. Las acompañan con gaseosas azucaradas. Después de cenar se van a dormir. Si alguno se acostara más tarde, vuelve a comer, porque a las doce de la noche sintió hambre de nuevo. (El gasto económico es muy alto para ellos, sin embargo, casi todos aportan dinero para los alimentos y no escatiman en gastos).
Ninguno hace ejercicio, viajan en carro a sus trabajos y centros de estudio y no creen que tengan tiempo de realizar algún ejercicio físico que les permita gastar parte de esa energía acumulada en forma de grasa.
El padre de familia fue hace poco a la clínica para realizarse unos exámenes recientes; se vio obligado a ir porque no se sentía muy bien, desde hacía días tenía dificultades para respirar, ya no podía caminar sin que le doliera el pecho, las rodillas o su columna, lo que ya lo tenía muy preocupado. Su médico le advirtió que era indispensable una pérdida de peso y que mejorara sus hábitos de alimentación y ejercicio para evitar un infarto o evitar aumentar el riesgo de llegar a ser diabético (ya era hipertenso) o de un “derrame” y muchas otras consecuencias graves. El señor asistió a la consulta nutricional junto con su esposa. En esta consulta se les explicó cuáles eran los errores que estaban cometiendo con respecto al consumo de alimentos y las alternativas posibles para realizar un cambio. Ambos entendieron muy bien cuáles cosas debían cambiar y se dieron cuenta de que sus hijos corrían el mismo riesgo de salud si no hacían algo de inmediato. El paso siguiente será involucrar a sus hijos.
Algunos de los beneficios de hacer los cambios propuestos en la consulta médica y nutricional son:
Disminución del riesgo de:
- Infartos y de accidente cerebrovascular (derrames).
- Colesterol y triglicéridos altos en sangre.
- Llegar a ser diabéticos o hipertensos.
- Problemas en rodillas, tobillos, columna.
- Sufrir arterioesclerosis.
- Alteraciones emocionales relacionadas con el sobrepeso.
- Padecer diversos tipos de cáncer.
Definitivamente sí podemos hacer un cambio; solo basta reconocer los errores repetidos durante años y poner en práctica los buenos consejos que nos brindan los profesionales en salud. En la clínica Adroge S.A. del doctor German Naranjo Montero, nos interesa su salud y la de su familia. Por eso brindaremos una charla- taller sobre Evaluación y Diseño del Menú Familiar en donde le ofreceremos esas recomendaciones que necesita para iniciar un cambio en la salud de su familia el día jueves 27 de febrero de 2020, de 2 a 5 p.m. en nuestras instalaciones en San José, detrás de la iglesia La Soledad. Puede llamar al teléfono 2257-0098 para reservar su espacio.

*Nutricionista en Adroge S.A.

PERIODISTA:

CRÉDITOS: Dra. Aldina Chaverri Villalobos*

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Lunes 24 Febrero, 2020

HORA: 12:00 AM

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