Por un legado histórico, existe la creencia en nuestra cultura de que los órganos sexuales tienen de manera innata un mal olor. Esto destaca la importancia desde el punto de vista sexual de conocer los detalles de la cavidad vaginal.
1. La vagina es como la boca, siempre está húmeda, porque tiene una secreción que es una especie de saliva llamada flujo vaginal.
2. Este flujo normalmente es de color blanco, transparente o ligeramente amarillo. No tiene mal olor, no mancha la ropa íntima y no genera picazón ni ardor.
3. Las secreciones vaginales no tienen mal olor y la presencia de un olor desagradable nos habla de una alteración, casi siempre infecciosa.
4. La presencia de flujos de color verde o amarillo intenso son característicos de los cuadros infecciosos, mientras que los flujos color café, pardo, negruzco o chocolate son típicos de las alteraciones hormonales y menstruales.
5. Cuando la secreción vaginal produce picazón y ardor, es muy sugestivo de infecciones como la cándida o el virus del herpes. Muchas veces estas manifestaciones se producen solo en algunos momentos del mes, por ejemplo: con la menstruación o inmediatamente antes o inmediatamente después del sangrado.
6. Durante la relación sexual, las secreciones vaginales se incrementan llegándose a producir enormes cantidades que a veces sorprenden tanto a ella como a él. Esto nos habla de dos factores, por un lado, de la integridad hormonal y por otra, de los niveles de intensidad de la excitación.
7. Por esa razón, cuando la paciente consulta porque la vagina está muy seca en pleno acto sexual, se estudian los niveles hormonales, así como también se evalúan otros factores como por ejemplo si la relación sexual y sus preámbulos le están resultando excitantes.
8. Merece mención especial cuando, tanto la mujer como el hombre, presentan en sus genitales, picazón, enrojecimiento, ardor y fisuras. Muchos llegan a concluir que se trata de una alergia al semen o al preservativo cuando en realidad la mayoría de los casos suele tratarse de un cuadro infeccioso.
9. Durante el embarazo, es frecuente que el flujo vaginal pierda sus características normales, porque es común que suceda una infección por un hongo llamado cándida, que produce picazón y secreciones blancas, espesas, como apelotadas.
10. Este hongo también suele aparecer cuando se utilizan antibióticos, algunos tipos de anticonceptivos y cuando hay otras infecciones vaginales.
11. En la menopausia, el flujo vaginal disminuye hasta el punto de que la vagina se reseca y puede que la penetración sea dolorosa y en ocasiones hasta genera sangrado. En estos casos, el tratamiento es muy simple y permite recuperar el ritmo sexual perdido.
12. El mal olor genital, así como la presencia de ardor, picazón o molestias urinarias inhiben sexualmente a ambos miembros de la pareja. De ahí, la enorme importancia de consultar cuanto antes, con el fin de evitar complicaciones.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Lunes 17 Febrero, 2020
HORA: 12:00 AM
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