Un hombre que al parecer violó a una oveja en Pavas es investigado por el OIJ pese a las limitaciones técnicas y económicas de esa institución para abordar este tipo de casos.
Las autoridades judiciales ubicaron semen el animal, sin embargo, estas investigaciones se complican por la falta de recursos y personal en el OIJ.
Walter Espinoza, director del OIJ, pega el grito al cielo por la falta de recursos, ya que, según indicó, solo el año pasado recibieron para investigación 207 incidencias de esta naturaleza.
Espinoza agregó que para indagar estos casos piden como una especie de “limosna” a veterinarios para que les colaboren, luego de la aprobación de la Ley de Bienestar Animal.
“El animal presentaba semen, por lo que se recopiló el flujo y se tiene un sospechoso que debemos hacerle una prueba y comparar para ver si es compatible. No tenemos especialistas, se requieren las condiciones adecuadas para llevar el caso como ordena el mandato legislativo en una ley que empezó a regir a mediados del 2017”, acotó.
En cuanto a la oveja se le realizaron exámenes para determinar si sufrió algún tipo de lesión, pero su estado de salud es normal.
El jefe de la Policía Judicial aseguró que no tienen espacio físico, tampoco transporte, ni el sistema de refrigerado donde se colocan los cadáveres animales.
“Tomamos presupuesto de la caja chica, el Estado nos abandonó, cada día es un reto, buscamos soluciones con ayuda de una universidad privada que nos hace una necropsia por semana y la Universidad Nacional con implementos para realizar las averiguaciones pertinentes.
No es el mejor abordaje que hacemos, el tema es complejo, no tenemos dinero. En el 2017 calculamos que la inversión en investigaciones de casos sobre animales fue la escandalosa, cerca de ¢5 mil millones”, explicó.
Datos del OIJ revelan que en el 2017 se registraron 56 denuncias, en el 2018 se contabilizaron 164 incidencias.
“El maltrato animal no tiene participación del OIJ, nosotros investigamos delitos, no faltas. El año pasado atendieron un caso en el cual golpearon brutalmente un perro hasta sacarle las vísceras, en estos casos se hace el mismo trabajo como si se tratara de un cuerpo humano. Algunas personas ofrecen ayuda, no es constante, pero es bienvenida. Sin embargo, la incorporación de terceros podría ser visto de mala manera, se hace con la voluntad de los investigadores, que la función es trasladar prueba a los tribunales de Justicia”, acotó.
