CONSULTA
Hola, Mauricio, tengo 20 años y se me dificulta la presión de mis padres y la sociedad a ser perfecto, esto me ha causado frustración y sinceramente no sé qué hacer ni cómo interpretar este tema de la perfección.
RESPUESTA
Nadie es perfecto, ni nadie, por más que lo intente, lo llegará a ser, por más que se afane. Nos frustramos porque esperamos resultados perfectos en un mundo imperfecto, con personas imperfectas y hechos imperfectos. Pero si podemos llegar a ser personas con una actitud perfecta.
¿Qué es la actitud perfecta? Es la acción de que todo lo que se haga, ya sea como conyugue, como hijo, como trabajador, como político, como líder espiritual, como persona, se debe hacer con pasión, con amor, con delicadeza, con excelencia, es hacer todo con el corazón, es hacer las cosas con el fin de crecer y hacer crecer a los demás, también es hacer cosas buenas que nunca se habían hecho, o sea, hacer lo correcto constantemente, no solo una vez.
La actitud perfecta es reconocer que se ha equivocado y pedir perdón, es saber que era mediocre y cambiar por ser excelente, es estudiar como nunca lo había hecho, es esforzarme como nunca lo había hecho antes, es cambiar las cosas que yo sé que debo cambiar que lastiman a los demás, es buscar a Dios siempre y no solo de vez en cuando, es dejar de ser vago para convertirse en trabajador, es cambiar el abuso físico en contra de una persona por amarle sanamente, es dejar de pelear para lograr la paz en casa.
La actitud perfecta es no permitirme a mí mismo seguir siendo ciego sin mirar las bendiciones, es concientizarme de mis errores para cambiarlos, es “pulsearla” para ser mejor, es crecer, crecer y crecer, es ser la mejor versión de uno mismo.
Nacimos imperfectos y así moriremos, pero si podemos llegar al final de nuestros días a ser menos imperfectos, esto se logra cuando hacemos entendamos que todo lo que tengamos que hacer, sea hecho con una actitud perfecta.
La actitud perfecta inicia primero que todo cuando se decide a tenerla, por eso se debe desear con todo el corazón, lo que uno no desea apasionadamente no se logra hacer, el siguiente paso es poner por obra inmediatamente esa decisión. Lo que se decide y no se practica es como sembrar una semilla y regresar, sacarla y guardarla, nunca habrá ni árbol ni fruto.
Evaluarme y pesar mi corazón junto con sus intenciones es necesario, para iniciar con esta actitud perfecta, debo conocer las cosas que me hacen tener malas acciones, debo conocer mi alma y concientizarme de que ocupo dejar de ser pasivo, dejar de ser alguien sin propósito y sin metas para convertirme en alguien con un destino.
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PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Mauricio Mora*
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Lunes 20 Enero, 2020
HORA: 12:00 AM
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