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Nacionales

Proponen pensiones a base de impuestos

Como solución a la crisis del Régimen IVM

En el estudio señalan que acciones de la CCSS no han dado solución efectiva a la crisis del IVM

Con el fin de subsanar la crisis que enfrenta el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y evitar que los ticos se queden sin pensión, pero, además, lograr disminuir la pobreza entre los adultos mayores, están proponiendo un sistema de pensiones que se financiaría por medio de impuestos generales.

La idea surge del análisis “El sistema de pensiones en Costa Rica y sus desafíos”, elaborado por la Academia de Centroamérica y liderado por el economista Édgar Robles.

Según se lee en el documento, plantean una reforma que integre el sistema contributivo y el no contributivo, de esta manera, el Estado tendrá que brindar una pensión básica a todos los costarricenses que vaya acorde con la línea de pobreza, la cual, como se mencionó anteriormente, sería financiada con impuestos generales.

Sumado al beneficio que daría el Estado, la CCSS tendría que pagar una pensión adicional bajo un sistema de reparto basado en cuentas nocionales, donde se vincula el esfuerzo de contributivo de cada trabajador, ya sean asalariados o los asegurados voluntariamente, con el monto de la pensión recibida.

También, proponen disminuir las cargas sociales que pesan sobre el empleo formal, como las del Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf), las cuales se trasladarían a los impuestos generales.

En otras palabras, se permitiría rebajar las cargas sociales sobre las planillas con el fin de combatir la informalidad, para ampliar así la cobertura del sistema de pensiones.

Con la propuesta, según comentó Robles, lograrían que el sistema sea sostenible y se evitaría la pobreza en la vejez. Establece también el costo de la formalidad en el sistema, porque al lado de las cuotas de la Caja se cobran muchas cargas sociales que no tienen nada que ver con el asalariado.

“Proponemos un sistema solidario administrado por la Caja, pero cada uno con una pensión de acuerdo con lo que cotizó. Las cotizaciones que se hicieron marcan la diferencia de cada uno”, señaló Robles.

“La idea es que todos recibamos una pensión base, basada por ejemplo en la línea de pobreza. La gente que tiene más, le cobran impuesto sobre la renta en esa pensión y los que no tienen tanto, no les aplican rebaja”, aseveró el economista.

Con el estudio, aseguran que se estaría aumentando el número de cotizantes con mayor empleo formal y un sistema más fortalecido que incentivaría un crecimiento económico.

Un detalle importante dentro del análisis de la Academia de Centroamérica es que no se establecería un tope de pensión máximo, para no provocar que aquellas personas con altos ingresos quieran salirse o no deseen estar dentro del sistema.

 

¿CÓMO LOGRARLO?

 

Para que la propuesta liderada por Robles sea una realidad, el país debe recorrer un camino no tan fácil, debido a que, primero, para implementar las cuentas nocionales se debe ordenar el tema de las cargas sociales, para luego trasladarlas a impuestos generales por parte de la CCSS y, posterior a ello, resulta indispensable la aprobación de los congresistas en la Asamblea Legislativa.

Asimismo, es indispensable que, luego de adoptar el sistema de cuentas nocionales, la Caja estructure un sistema que garantice en todo momento la pensión a los adultos mayores, impidiendo que alguno quede en condición de vivir en la pobreza.

Para el economista que llevó a cabo el análisis, si las reformas necesarias no se aplican, los sistemas de pensiones van a colapsar, obligando al Estado a aportar esos recursos adicionales.

“Estas decisiones no pueden esperar, de lo contrario, el sistema entrará en dificultades mayores y las soluciones serán cada vez más difíciles. Estamos a tiempo, pero debemos actuar ya”, manifestó Robles.

Explicó, además, que, en caso extremo de tener intervenir el Estado con esos recursos, habrá un empeoramiento en la efectividad del gasto público, porque se estarían redistribuyendo recursos de personas de menores ingresos, quienes no tienen acceso a una pensión contributiva, hacia personas de mayores ingresos que sí pueden acceder a un beneficio subsidiado por el Estado.

 

CCSS SIN SOLUCIÓN

 

Pese a las acciones implementadas por la Caja desde 2010 para fortalecer el régimen del IVM, como aumentar la tasa de cotización, en la Academia de Centroamérica apuntaron que no han brindado solución alguna a la crisis y más bien genera que los cotizantes deban pagar cuotas más elevadas, ocasionando un encarecimiento de la formalidad.

Este aspecto, en lugar de atraer más contribuyentes, los aleja, como por ejemplo aquellas personas de estratos sociales más pobres que prefieren utilizar su dinero para cubrir necesidades y no para obtener una pensión futura.

Según estimaciones de la CCSS del 2011 para el IVM, el déficit actuarial equivale 102% del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica, lo que representa dos veces la deuda pública del país, déficit que surge porque el IVM otorga en promedio jubilaciones cuyo monto duplican el monto al que podría acceder un retirado con base en sus cotizaciones. 

“Este subsidio, cuyo valor presente por jubilado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calcula en $153.000 durante su vida de retiro, es pagado por una población activa que se ha ido encogiendo a lo largo del tiempo, en relación con los pensionados, por el proceso de envejecimiento y el aumento en la informalidad”, se lee en el documento.

 

SIGUE LA POBREZA 

 

En 2019, las contribuciones al IVM, al pago de las pensiones con cargo al Presupuesto Nacional y el Régimen No Contributivo (RNC) de la Caja, según el análisis, consumieron cerca de un 22% de los gastos del Gobierno, es decir, casi un 4% del PIB, esto sin sumar las contribuciones al Fondo de Pensiones del Poder Judicial y al Régimen de Capitalización Colectiva del Magisterio Nacional. 

Sin embargo, pese a esas inversiones, el gasto no ha logrado disminuir la pobreza de un segmento considerable de la población adulta mayor.

 

OTROS REGÍMENES

 

Robles concluyó en su informe que, respecto a otros regímenes de pensiones que tienen cargo al Presupuesto Nacional y que han dado pie para que se generen las pensiones de lujo, hay poca posibilidad de controlar los gastos por las contribuciones que ya existen, además de los convenios internacionales suscritos por el país, los fallos de los tribunales de justicia y el establecimiento de topes establecidos a nuevas pensiones.

También, considera el estudio que son pocas las jubilaciones que están por encima del tope y que resulta mínima la cantidad de personas que se podrá pensionar a futuro bajo esos regímenes.

En cuanto al Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), aduce que no puede ser visto de forma aislada al IVM, porque llega a sustituir la pérdida en el valor de la pensión por invalidez, vejez y muerte, monto que seguirá disminuyendo con el pasar del tiempo.

 

 

Golpe al bolsillo

 

A partir de este mes, los trabajadores, patronos y el Estado tendrán que aportar 0,5% más al régimen de IVM, esto representa ¢160 más de aporte a los colaboradores por cada ¢100 mil que reciban de su salario y ¢170 para el Estado y patrones.

Junta Directiva acogió el mes de junio de 2019 las recomendaciones de la Mesa de Diálogo llevada a cabo en 2017, primero, de mantener el aumento para este año, pero, también, de acelerar los escalones de contribución de cinco a tres años.

Aquellas personas que actualmente reciben de salario ¢400 mil al mes pasarán de pagar ¢15.360 a ¢16 mil, es decir, pagarán de más ¢640 adicionales.

En 2020, los trabajadores aportarán un 4% en lugar de 3,84%, los patronos pasan de 5,08% a 5,25%, mientras que el Estado aumenta su contribución de 1,24% a 1,41%, para un total general de 10,66%.

En la CCSS, recordaron que estas cifras subirán también en enero de 2023, de 2026 y de 2029, igualmente un 0,5%.

Cada patrono pagará sobre su planilla total reportada; el trabajador, sobre su salario; en el caso del trabajador independiente o voluntario, lo hará sobre el ingreso reportado; y el Estado sobre el total de la población cotizante.

Según Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la CCSS, la decisión del máximo órgano institucional sobre los aumentos contribuirá en la sostenibilidad financiera del régimen de jubilaciones más grande del territorio nacional.

El régimen IVM cuenta con alrededor de 285 mil beneficiarios a setiembre de 2019 y con una reserva cercana a los ¢2,5 billones.

 

 

IVM sin plata

 

Régimen IVM se quedará sin plata en 18 años, según estudio actuarial 029-2019 “Valuación Actuarial del Seguro IVM”, presentado a la Junta Directiva de CCSS en julio 2019.

Estudio señala que a partir de 2030 ese seguro podría presentar momentos críticos en caso de que la institución no tome las medidas pertinentes.

Problema se da por insuficiencia de los aportes más intereses de la reserva en 2030 y el agotamiento total de la reserva en 2037.

Población de pensionados está creciendo de manera más acelerada que la población de afiliados del IVM.

Actuarios destacan incremento de cuotas, aumento de edad de retiro reducción en los ajustes por costo de la vida y otras fuentes de ingresos provenientes del Gobierno central para solucionar el problema.

PERIODISTA: Sergio Jiménez

CRÉDITOS: Foto: Herbert Arley

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Lunes 06 Enero, 2020

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