Este miércoles el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) otorgó los premios a los equipos de indagación en los casos más complejos que se resolvieron en 2019.
Fueron tres los galardonados que se convirtieron en pesquisas de alto impacto para la sociedad, las cuales requirieron esfuerzos extraordinarios y mucha pericia para resolverlos de la mejor manera.
TERRORISMO
El primer lugar fue para el caso denominado Acracia, que se trata del grupo terrorista que colocó un explosivo en la oficina de la diputada Zoila Volio en la Asamblea Legislativa el pasado 26 de junio.
El segundo ataque fue el 27 de julio, cuando colocaron otro artefacto, este de mayor potencia, en las inmediaciones de una televisora en La Sabana, donde incluso lograron quebrar vidrios de seguridad.
Finalmente, el siguiente ataque sería el 15 de setiembre en medio de los desfiles de Independencia, el cual logró frustrarse con la detención de un sujeto en un bus de El Guarco, Cartago, el día anterior, quien transportaba dos aparatos explosivos que estaban activados y con un temporizador.
Por este caso se realizaron allanamientos en Alajuelita, Quircot de Cartago, Palmar Norte de Osa, Río Claro de Golfito y Pérez Zeledón, logrando la captura de seis personas que tendrían grupos en WhatsApp y otras redes sociales desde donde lideraban el movimiento.
BÚSQUEDA INTERNACIONAL
El segundo lugar es para el caso del exsacerdote Mauricio Víquez, sobre quien pesan denuncias por delitos de abuso sexual contra menores de edad, los cuales habrían ocurrido en 2003.
El 7 de enero de este año el excura salió del país y desde ese momento se encontraba en fuga, por lo cual el OIJ debió iniciar una ardua búsqueda y un amplio trabajo para cazarlo.
La información confidencial y la verificación de más de 7 mil perfiles permitieron que se ubicara en Monterrey, México, tras girar orden de captura internacional y coordinar con las autoridades de ese país.
HOMICIDIO
El último caso es el más sangriento de todos. Inició el 28 de abril del 2018 con el hallazgo del cuerpo de un hombre de nacionalidad colombiana, identificado como Diego García Lemus, de 42 años, a quien decapitaron y lanzaron a la carretera en San Ramón de Alajuela.
Ese era tan solo el desenlace de un secuestro que empezó dos días antes cuando lo interceptaron en Guadalupe de San José y desde entonces no se supo más de él hasta la aparición del cadáver.
Los delincuentes intentaron extorsionar a la familia, querían $2 millones, suma que no podían pagar, por lo que lamentablemente lo terminaron asesinando.
Es mediante cámaras de seguridad y coordinación con autoridades colombianas que cuatro días después se ubica el lugar donde estuvo secuestrado y se obtuvieron más pruebas.
Sin embargo, se duró un año para pegar a 8 personas que permanecen en la cárcel a la espera del juicio.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: Jesús Ramírez
EMAIL:
Jueves 12 Diciembre, 2019
HORA: 12:00 AM