Durante un operativo en León XIII, en unas de las viviendas en que irrumpieron, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descubrieron algo que no tenían contemplado en sus investigaciones.
En la intervención divisaron un centro de monitoreo con modernas cámaras de circuito cerrado de televisión; en apariencia, se utilizan para vigilar rivales y detectar llegada de la policía a los lugares donde se da la venta, distribución y consumo de todo tipo de drogas.
La acción policial fue producto de la colaboración ciudadana, pues los vecinos notaron que gente extraña que llegaba al barrio, sin embargo, cada vez que había presencia policial nadie se arrimaba, se presume que gracias la vigilancia se mantenían prevenidos, inclusive trascendió que usaban radios de comunicación.
Gerald Campos, director a.i. del OIJ, manifestó a DIARIO EXTRA que la lucha de bandas rivales hace que la violencia incremente.
“Los delincuentes hacen inteligencia hasta efectuar el golpe final, utilizan la tecnología igual que nosotros para no quedarse atrás en sus actividades ilícitas. Son grupos numerosos que están identificados, donde en su mayoría utilizan la motocicleta para comer crímenes, en especial los fines de semana, estamos redoblando esfuerzos”, explicó.
A los zares de los estupefacientes no les queda otra opción que poner el ingenio y el dinero a trabajar para mantener su negocio que tiene competencia mortal. Cada vez son más sofisticados, utilizan pantallas planas, cámaras giratorias 360 grados y con sistema infrarrojo para detectar personas en medio de la oscuridad.
El tráfico de drogas aumenta y con ello la disputa entre grupos que pretenden apoderarse de plazas donde la venta es exitosa, tal como lo es el sector capitalino de León XIII, que está totalmente controlado por un solo hombre que mantiene el lugar sin hechos violentos que generen presencia policial.
Sucesos