Las contradicciones de Rocío Aguilar
Luis Mata / Comunicador / [email protected]
Cuando Rocío Aguilar habla sobre cómo otros incumplen su “ley” recuerda a la mula hablando de las orejas del conejo. Ella, que violó la ley y salió impune debido a la pusilanimidad, complacencia y complicidad de todos los partidos políticos de la Asamblea Legislativa, es quien debe explicar los distintos decretos ejecutivos firmados junto con Alvarado Quesada y la ministra de Planificación; decretos que dejan intactos los pluses salariales que tanto critica y que únicamente DIARIO EXTRA se atrevió a poner en evidencia.
¿Por qué ningún periodista o diputado pregunta a Aguilar cómo es que asevera una cosa en la Asamblea Legislativa al tiempo que hace lo contrario cuando firma lo que firma? DE 41904-Mideplan-H, 41807 Mideplan o 41564 Mideplan son decretos que ella suscribió, pero cuando se aplican luego de ser publicados en La Gaceta monta en cólera y trata de poco menos que traidores a la patria a quienes los cumplen.
Por otra parte, en el circo de legisladores el más patético es Pedro Muñoz. Impulsador y firmante de la que parece una reforma a la Constitución disfrazada de Ley No.9635. El diputado se queja, vocifera y acusa a todos de violentar el mandato que “mete en cintura al país” en relación con los pluses, omitiendo el artículo 56 de la propia ley, que palabras más o menos dice que esta no es retroactiva.
¿Acaso no leyó bien el proyecto antes de votarlo? ¿Será que, al igual que le hacen los discursos, también leen por él los proyectos de ley? ¿Cuál es la quejadera por que se sigan pagando los salarios, anualidades y demás a quienes ya los tienen, si la misma ley así lo dispone? ¿No ha visto el flamante abogado dueño de un bufete para el que trabajaron luminarias como Sergio Alfaro y Rodolfo Piza los decretos de su heroína Aguilar?
Ya es tiempo de pararles el carrito a charlatanes como este y otros que los acompañan en su afán por acabar con la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico para satisfacer su codicia y egoísmo, al tiempo que matan el Estado social de derecho.
Guste o no, la actuación de Román Macaya en la reciente huelga de la CCSS evidencia varias cosas: la ley se aplica según lo que Rocío Aguilar y sus jefes determinen e interpreten, lo mismo pasa con la Constitución, todo con apoyo de la Contraloría y la Procuraduría General de la República, que hacen dictámenes a la medida de la ministra. Basta ver los cuatro decretos firmados por la propia Rocío Aguilar en que dice que las anualidades son nominales, luego que porcentuales, luego que lo anterior no se vale y el último, perla de perlas, que ordena que los mal llamados pluses se arrastran en su totalidad y condiciones en cada ascenso. Habría que preguntarle a la ministra si lo suyo es bipolaridad política, demagogia, acomodo o insensatez.
Los empleados reciben órdenes y actúan en consecuencia, por eso no sorprende que un sector de la prensa calle ante los evidentes gazapos y violaciones al ordenamiento jurídico para acomodarlo a los mezquinos intereses de André Garnier y sus socios en la aventura de destruir el Estado social de derecho.
La ministra Aguilar debe explicar por qué firmó decretos ejecutivos junto con Alvarado y la ministra de Planificación que contradicen su discurso, que culpa a los empleados públicos de más de 30 años de políticas económicas equivocadas y del asalto al Estado por parte de políticos que, como ella, han hecho de la “puestología” su forma de vida; luego de esto puede señalar a quien quiera. Así de simple.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Lunes 14 Octubre, 2019
HORA: 12:00 AM
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