El Parque Eloy Alfaro, conocido como Parque Palmares, es uno de los lugares más emblemáticos del cantón central de Alajuela, sin embargo en la última década se ha convertido en uno de los puntos más conflictivos.
Los vecinos lo catalogan como la “Zona Roja” de la Ciudad de los Mangos, debido a la prostitución, la indigencia y la venta de drogas en esa área recreativa.
Gerson Otárola, médico; Víctor Solís, regidor del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE); y Carlos Molina, presidente del Comité de Vecinos del Parque Palmares, conversaron sobre la problemática con Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra, y Sandra Cordero, asistente de Dirección de DIARIO EXTRA.
¿Cuál es la situación en las inmediaciones del Parque Palmares? Los vecinos están que tiran el tapón.
-Otárola: El barrio Parque Palmares se nos ha convertido en la Zona Roja de Alajuela. Justamente cuando usted llega a Alajuela encuentra el antiguo hospital y llega ahí. Ha sido una zona residencial y se ha caracterizado por la presencia de adultos mayores. Hemos presentado el problema de que es un sitio que converge en el Instituto de Alajuela nocturno y Escuela Guatemala. Ha sido el lugar predilecto para la venta de drogas, consumo de marihuana y cocaína a toda hora.
¿Hace cuánto se presenta esta problemática?
-Otárola: Esto se viene dando desde hace unos 10 años, pero no se ha podido hacer nada.
-Solís: El Parque Palmares lo rescatamos metiéndole recursos propios municipales hace una década, entonces se dejó como uno de los mejores parques del cantón central de Alajuela para el disfrute de los ciudadanos. En aquel momento se invirtieron ¢282 millones y se embellecieron los tres parques en general. Eso fue en el periodo 2006-2010 y se le fueron dando recursos para que se mantuviera bonito. Después el parque en los últimos nueve años tomó un giro diferente y se dio una apertura para que fuera preparado para la cultura alajuelense.
¿Qué tipo de giro?
-Solís: Fue tan rápido el giro que llegó gente de Heredia, San José y algunos alrededores que ya venían a actividades propias como tambores y cantos. Cuando ya se quiso, se desvió el tema que era y al parque comenzaron a llegar el hampa y la delincuencia. Es una Zona Roja en el sentido que hay un punto que a 10 metros se le otorgó patente de licores, entonces la gente va a consumir. Luego hubo otro bar que nos dio problemas y se logró el cierre por parte del Departamento de Control Fiscal.
¿Qué clase de problemas?
-Solís: Ventas de drogas y pleitos. Ahí llegaban delincuentes a prepararse en ciertas maniobras que se cometían en el cantón central de Alajuela. Ese bar se logró cerrar, se llamaba Time Out. ¿Qué pasa ahora? Que al Parque Palmares, al ser tomado por el hampa y por la industria delictiva en Alajuela, llega gente de todo lado y usted ve desde la mañana carros estacionados, gente desocupada comprando o fumando drogas. Ese parque ya perdió el sentido que queríamos, que lo disfrutaran todos los vecinos de la zona. Ese sitio ha costado, hoy en día es uno de los parques más problemáticos del cantón central de Alajuela.
¿Qué se ha hecho en el Concejo Municipal para erradicar la situación?
-Solís: Todo se ha hecho. Se ha coordinado con la Fuerza Pública, con el OIJ, con la Policía Municipal, pero todo es paliativo. Se han tomado videos de todo lo que sucede ahí y resulta que estando funcionarios de la Policía Municipal presentes en la reunión nos dicen que hay cero dispositivos para brindar la seguridad del cantón alajuelense porque no tienen recursos y no tienen una sola patrulla, la única que tienen es para atender solo tres lugares y excluyó el Parque Palmares.
¿Cuáles son esos parques donde opera la patrulla?
-Otárola: La Agonía, el Parque del Cementerio y la Urbanización Baviera.
¿Cómo afecta la inseguridad al consultorio donde usted trabaja?
-Otárola: Tengo 18 años de tener la oficina a la par de la casa. Trabajo hasta altas horas de la noche. Lo que siempre había sido un restaurante chino, la dueña perdió la cordura y empezamos a notar remodelaciones, lo pintaron de negro. A ellos con patente de licores y patente de restaurantes les da para extender el horario hasta las 2 a.m. La china es la propietaria de dos inmuebles en Alajuela, uno es el local en cuestión y otro es el Ricky’s Bar. Eran ruidos a toda hora hasta las 2 a.m., además el olor a marihuana entraba a la casa y no había chance de dormir, había un ruidal que algunos vecinos tuvieron que irse. Puse cámaras y había cualquier cantidad de disturbios, situaciones anómalas.
¿Cómo cuáles?
-Otárola: Por ejemplo, a Leonard Madrigal, que es el coordinador de Fuerza Pública, y a la licenciada Patricia Villalobos, de la Defensoría de los Habitantes, les muestro un video en los que se nota y se escucha la conversación entre el oficial de la Policía Municipal y el administrador del bar anterior, en la que están coordinando lo de la noche. Despejaron y para ese día se tenía pensado hacer un operativo. Fue muy evidente. La funcionaria de la Defensoría me dijo que no era un asunto de la Contraloría de Servicios, sino penal por la coordinación e información que le estaban transmitiendo al administrador. Se retira la licenciada junto con Leonard y a los cinco minutos me llamaron para advertirme que el oficial que sale en el video es el mismo que estaba esperando a don Leonard en su consultorio.
¿Cuál es el apoyo del Concejo Municipal?
-Otárola: Nos apoyaron en todo momento. Se hicieron intervenciones en el bar, nunca metieron un solo perro y la droga la vendían, la tengo en los videos. Los presentamos en Concejo Municipal de manera que se ven muchachos cuando se acercan a una cámara oculta y preguntan incluso por rastros de droga. La elocuencia de don Carlos Molina nos ayudó muchísimo también para que en el Concejo expusiéramos nuestras situaciones, se manifestaron a nuestro favor, pero no fue posible cerrarlo hasta que encontró Policía Fiscal licor traído de la frontera y clandestino, solo así se logró cerrar. Se abrió un proceso administrativo de casi tres años y ante el procedimiento administrativo la china renunció a esa patente.
¿Cuál es el punto que utilizan?
-Otárola: Patentes de restaurante para una actividad que no es un restaurante, sino un bar. En este caso tenemos ya dos años de tranquilidad, de paz y lo que viene es que se está promocionando en redes sociales como un night club, que se llama Sanders. Es propietaria la misma china del otro inmueble.
¿Qué establece el plan regulador?
-Solís: El plan regulador actual, que tiene vigencia desde el 2004, llevamos 10 años sin querer modificarlo y hay un montón de peros en contra. Establece que para montar un restaurante y un bar es a 500 metros de escuelas, plazas y parques. Hubo alguna letra menuda que permitió que se pudieran tener cerca de parques y escuelas, hasta de colegios, porque ellos utilizan entre comillas la palabra ICT y si tiene ICT la Municipalidad está obligada a todo.
¿La Muni está obligada? ¿No puede negarse?
-Solís: Va primero el ICT y después la Municipalidad, está obligada a todo. Queda obligada. Parece mentira que una patente otorgada o como se llame de declaratoria turística está por encima hasta del Código Municipal y reglamentos municipales. En San José y Alajuela los chinos hacen eso. Eso vino a romper las trabas que para muchos supuestamente eran del plan regulador para efectos de estas actividades. La declaratoria del ICT está por encima de los planes reguladores y los reglamentos municipales.
¿Qué temen los vecinos con esa situación?
-Solís: A un costado del Parque Palmares estará este súper de chinos vendiendo licor a diestra y siniestra a todos los del Instituto y a los que llegan al parque, y al otro costado estará el bar Sanders.
-Otárola: Esto es un asunto meramente administrativo.
¿Y por qué dice que es administrativo?
-Otárola: Porque depende de la muchacha de Patentes.
-Solís: Doña Karol Rodríguez (jefa de Patentes) me dijo que el bar va porque va, pues cumple, y ella no le puede negar, tiene que apegarse a la legalidad del derecho del futuro patentado. Le cuestioné los antecedentes y me dijo que son otros. Manifesté en su momento que eso era lo que quería saber y me dijo que les diga a los vecinos del Parque Palmares que hablen con ella, que no vayan al Concejo ni a la Alcaldía. Le pregunté si los acuerdos del Concejo Municipal tenían validez para ella. “Es que soy yo quien da la patente”, me dijo.
¿Y qué pasó con el Concejo Municipal?
-Solís: Ella (Karol Rodríguez) mandó un documento diciendo que ese bar no ha solicitado nada con fecha del 7 de agosto. Resulta que después de esa nota, el 8 de agosto, ya aparece la solicitud, pero en junio aparecen en la pantalla, sale el uso de suelo.
¿Se requiere la viabilidad ambiental?
-Solís: No porque ya se encuentra construido. Para que a usted le den la patente debe tener el uso de suelo, una vez que esté aprobado va a Salud, luego le piden alcantarillado sanitario, posteriormente esos requisitos los meten para que pase a Patentes. Empieza a hacer las mejoras a ver si es cierto que hay un restaurante o un night club, entonces Patentes se la juega.
¿Qué respuesta recibieron por parte de la administración municipal?
Otárola: Las actas de las dos participaciones justificadas. En la primera participó don Carlos, expuso la situación y se le solicitó a la administración que en un plazo de 10 días brindara un informe sobre la apertura de ese nuevo bar problemático. El 13 de agosto entregan el informe en que nos aseguran que no existe ningún trámite presentado por esta persona, que el bar Sanders no va y cada uno de los regidores dijo que el bar no va. Quince días antes la asesora de la alcaldesa nos dijo que sí existía y lo dijo en frente de los vecinos, que el bar va. Ellos estaban haciendo una solicitud de patentes y luego lo negaron por escrito.
En síntesis, ¿cuáles son los problemas que aquejan al parque?
-Solís: El Parque Palmares es tomado por la delincuencia, o sea antes era para el disfrute de los alajuelenses, ha sido tomado por el narcotráfico y a raíz de eso con bares problemáticos que también se prestan para la venta de drogas.
¿En cuáles horarios se ve eso?
-Molina: Desde las 10 a.m. se está viendo eso. Obviamente durante las tardes y las noches la situación se pone más crítica, más aún los fines de semana.
¿Cómo se han organizado y qué les preocupa?
-Molina: Nos preocupa que casi parece una escuela de drogadicción. Ahí llegan los muchachos de los colegios, sobre todo del Instituto y el colegio nocturno, gente jovencita que todavía es menor de edad, y empiezan a consumir droga porque en ese lugar es donde la venden. Esto es algo inaceptable. No debe haber un centro en la ciudad donde se permita ese iniciarse de los muchachos en la droga y eso se da en el Parque Palmares.
¿Cómo ve a los taxistas ahí?
-Solís: Ellos están ahí, pero ni fu, ni fa.
-Molina: Ejercen cierto control, pero no se meten mucho. Algunas veces se han hecho denuncias, ahora que sembraron arbustos ahí, pero no es que jueguen un papel importante. Hay un contraste entre el pasado y el presente del parque.
¿Hay indigentes?
-Molina: Un ejemplo es el 15 de setiembre porque ahí huele a orines. Hay un indigente por ahí y se pone a orinar.
PERIODISTA: Greivin Granados
CRÉDITOS: Foto: Jesús Ramírez
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Martes 24 Septiembre, 2019
HORA: 12:00 AM
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