“Nunca más caminarán solos y solas” fue el tuit que el presidente Carlos Alvarado escribió el pasado 23 de junio en medio de la Marcha de la Diversidad tras sumarse a esta manifestación donde estuvo junto a su esposa, diputados y otros miembros de su gabinete.
Dos días después un grupo mujeres y hombres pescadores de Puntarenas llegaron afuera de Casa Presidencial solicitando ser recibidos por el mandatario, desesperados ante la crisis que viven y pidiendo que el gobierno elimine la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a sus productos.
El jerarca no recibió a los manifestantes y relegó el tema a su ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, quien los remitió a la cartera de Hacienda.
Finalmente, la protesta terminó en una revuelta con algunas personas heridas, daños al portón de Casa Presidencial y el señalamiento del Ejecutivo del lanzamiento de un cuarto de dinamita que explotó afuera del edificio.
SIGUE EN CAMPAÑA
Estos hechos son parte de una serie de decisiones que ha tomado el presidente Alvarado, que para analistas como el politólogo Francisco Barahona evidencian que el mandatario actúa como si aún estuviera en campaña electoral al privilegiar a grupos que le son más cercanos.
Añade que su actuar funciona exclusivamente a lo que él piensa o siente, obviando cualquier consejo oportuno, sin asumir la responsabilidad que tiene como mandatario de velar por todos los sectores de la sociedad y no solo por unos pocos.
“Entonces en su accionar lo que tenemos es que él privilegia personalmente a los sectores con los cuales simpatiza y defiende y a los demás les aplica sordina (es decir les baja el volumen o los silencia) que puede ser muy negativa porque la gente está ya no solo resentida por lo que pasó con el plan fiscal y el aumento de impuestos, sino porque efectivamente es un presidente que no gobierna para todos y que tiene sus preferencias que las hace evidentes, ese es un error que un presidente no debería cometer”, indicó Barahona.
CIUDADANOS DE SEGUNDA
Para el politólogo Sergio Araya, la participación del presidente en la Marcha de la Diversidad se explica al recordar que la defensa de los derechos de esta población fue uno de los temas medulares de su campaña y uno de sus públicos meta prioritarios.
Lo anterior incluso cuando adopta decisiones presidenciales como establecer un comisionado vinculado con los asuntos de la comunidad LGBTI.
“Hay en el imaginario de la gente una percepción de que hay un abordaje diferenciado dependiendo de cuál sea el grupo meta y cosas como lo de ayer (los incidentes con los pescadores) refuerza esa visión de las cosas.
Hay gente que dice que hay ciudadanos de primera y de segunda clase, hay colectivos a los que el presidente les da mayor atención que a otros. Y aunque técnicamente el proceder pueda ser el correcto, desde la construcción mental de la gente existe un reforzamiento de esa percepción”, explicó Araya.
PELIGROSO
Barahona y Araya concuerdan que mantener la indiferencia ante ciertos colectivos puede ser muy peligroso si se toma el contexto actual en que está el país.
“Si estuviéramos en tiempos de bonanza económica, en tiempos de legitimidad política, sin crisis de gobernabilidad, entonces el presidente tendría más juego de piernas, pero en momentos en que hay un principio de recesión, que las estadísticas están bajando los niveles de productividad del país y de ingreso, la creación de puestos de trabajo, que los sectores pobres aumentan y la clase media se disminuye, me parece muy peligroso”, mencionó Barahona.
“Hay mucha ansiedad, frustración, fluyen muchas informaciones distorsionadas que tensan más el ambiente y desde esa lectura tal vez es bueno no ceñirse a lo ordinario, y aceptar que hay un clima de tensión y disconformidad, tratar de transmitir con acciones y símbolos bajar ese nivel de tensión”, dijo Araya.
La actitud negativa de Alvarado, agregó Barahona, demuestra sus bajos índices de popularidad, pero además cree que esto puede dar camino a una inestabilidad y un aumento desesperado de acciones de violencia, cosa que lejos de ayudar a la democracia la pueden limitar y pervertir.
CALMAR LA TEMPESTAD
¿Qué debería hacer el presidente? Para Barahona lo primero es aplicar cambios de fondo en su gabinete y dar un abrazo al diálogo real, donde él sea la figura prominente.
“Calmar un poco la tempestad de esa rabia ciudadana que está creciendo y que cada vez se expresa de manera más radical”, enfatizó.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
CRÉDITOS: (Foto: Cortesía)
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Jueves 27 Junio, 2019
HORA: 12:00 AM
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