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Nacionales

Ecomunidades reactivarán economía cantonal

Según Franklin Corella, director de Dinadeco

  • Franklin Corella, director de Dinadeco, conversó con Iary Gómez, gerente general de Grupo Extra, y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA.

  • “Con los salones comunales se invierten hasta ¢130 millones, cuando están construidos pasan el 90% del tiempo cerrados, es decir plata lapidada sin usar”.

  • “Con las instituciones públicas se busca hacer una estructura operativa con equipo técnico, laboratorio de innovación que se trabajará con las U públicas”.

En la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (Dinadeco) consideran necesario reactivar la economía del país impactando los cantones y sus diversos distritos con lo que denominan ecomunidades.

Para ello, en la institución trabajan en iniciar un plan piloto en La Fortuna de San Carlos con programas de gestión de residuos que formarán una empresa comunal dirigida por la asociación de desarrollo del lugar.

Franklin Corella, director de Dinadeco, manifestó que para llevar a cabo este proyecto es necesaria la creación de la Promotora de Desarrollo Económico Comunal.

Corella explicó cómo debe construirse una ecomunidad y el impacto en la economía del país.

A continuación un extracto de la entrevista del jerarca con DIARIO EXTRA.

 

¿Cómo encontró la entidad al asumir la dirección?

-Llegué a encontrar una institución que no cuantificaba ni cualificaba la inversión de los dineros para medir la incidencia en el desarrollo de las comunidades. Teníamos más de 5 años de destinar recursos, de gastarlos y que eran utilizados por las asociaciones comunales, pero no tenían impacto de los indicadores de desarrollo.

¿Se controlan los dineros?

-Sí se controlan porque hay un proceso de liquidación y fiscalización de los mismos. Los proyectos se presentan, se aprueban y hay un proceso de liquidación, claro, eso no quiere que no haya irregularidades. Si se identificaban, se venía un proceso de seguimiento.

¿Los salones comunales desarrollan a las comunidades?

-Hacer un salón comunal por hacerlo no quiere decir que se va a desarrollar la comunidad, porque un salón comunal en sí es solo infraestructura. Un elemento que hemos incluido son comunidades de autogestión, es decir si tenemos un proyecto hay que ver cómo se va a autogestionar, no tiene sentido que se apruebe un salón comunal y cinco años después hay que hacer un proyecto para cambiarle el techo.

¿Cómo reactivar la economía cantonal con autogestión?

-Ya lo estamos haciendo con ecomunidades, se lanza este año en La Fortuna de San Carlos, trabajamos con la asociación de desarrollo, Dinadeco y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC). El enfoque nuestro es crear la industria de la gestión de los residuos sólidos, transformar en un modelo de desarrollo la industria, eso son ecomunidades. Hablamos de ecohogares, ecomunidades, ecoindustria y dentro de ella están los ecomateriales y econstrucciones.

¿Sería innovar o aplicar un modelo existente?

-Se trata de un modelo innovador, la propuesta es tener clúster de gestión de residuos y solucionamos muchos problemas con enfoques regionales de manejo de recursos hasta llegar a tener una planta que me transforme residuos, que genera energía. Si esos residuos me generan energía para abastecer la planta, en lugar de tener un relleno sanitario lleno de residuos sólidos, lo que voy a tener es una zona industrial de gestión de residuos. 

¿Qué buscan realmente con las ecomunidades?

-Esta es una estrategia nacional de reactivación económica, nosotros le llamamos la era de las empresas comunales, es ver cómo cambiamos el chip de asociación de desarrollo para que sea un ente de desarrollo económico de la comunidad y cómo poder estructurar modelos de negocios.

¿Cuánta plata tiene Dinadeco para crearlas?

-Las ecomunidades van de la mano de la Promotora de Desarrollo Económico Comunal (Prodeco) y desde abril que se firmó el decreto tenemos tres meses para implementarla, para este año tenemos destinado de nuestro presupuesto ¢900 millones, iniciando en La Fortuna.

¿Cómo funciona Prodeco?

-Ideamos un modelo similar a como funciona la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) cuyo éxito es porque existe un promotor que analiza el mercado internacional. La tesis es ver si podemos hacer algo igual en la economía local, estructurar un modelo de negocio para gestión de residuos y que sea empresa comunal la que los administre.

¿Tiene pilares o una estructura definida?

-Prodeco opera como los hub comunales y el laboratorio de investigación que concentrará instituciones de investigación y educación públicas y privadas.

¿Qué es un hub comunal?

-Es un integrador, así se conoce en comunicación e informática, que integre los programas del Estado en un espacio de la comunidad y que permita desarrollar, de hecho podría ser un sitio donde podamos hacer teletrabajo. Los hub funcionan en red, es el modelo de negocio, es una franquicia de co-work. Cada hub es sede de un programa que lanzaremos con el viceministerio de Juventud y las asociaciones de desarrollo juveniles.

¿Qué tan avanzado están los hubs?

-El primer hub lo vamos a inaugurar en Santa Ana y desde ya se están construyendo siete en todo el país, como en Sarapiquí de Heredia, Upala, Guanacaste, Puntarenas, entre otros. El primero se lanza con la inversión de la municipalidad de este cantón, de Dinadeco y la empresa Gollo. Es algo muy interesante porque existen alianzas público-privadas.

¿Y el laboratorio de innovación?

-Además de albergar a las instituciones de investigación y educación públicas y privadas, consiste en la articulación de instituciones de investigación para que construyan el modelo de validación y nos indique cómo podemos desarrollar las diferentes zonas.

¿Se conformará alguna entidad financiera con Prodeco?

-Sí, se llama la Banca de Integración Comunitaria que se lanzará con Prodeco. Esta banca llega a permitir que las asociaciones de desarrollo sean bancas de segundo piso y puedan colocar servicios del Banco Popular para llegar a todas las comunidades, por lo menos debe haber en cada distrito.

¿Qué pasa si una persona solicita un crédito y debido al incremento en el pago de impuestos genera resultados negativos, no pega el negocio y debe desembolsar la cuota mensual?

-Eso funcionará como un banco, ahorita hay muchas respuestas que no tengo, pero la banca va a permitir tener un fondo y contar con un banco en las comunidades que ofrezca servicios bancarios como préstamos. Si algún productor necesita dinero, la banca contará con ese dinero, pero el señor debe pasar primero por un proceso de análisis y determinar si se le puede o no dar ese crédito.

¿Quién va a dirigir la promotora?

-Tiene una estructura de junta nacional, pero más adelante se debe hacer a nivel regional. Esa junta está conformada por el Banco Popular, que tiene recursos; el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), ministerio con fondos de Banca para el Desarrollo; y un representante de Dinadeco, que nosotros también tenemos plata para el proyecto.

Hablando específicamente de Dinadeco, ¿cómo se sostiene?

-Funcionamos con el 2% del Impuesto sobre la Renta que el Ministerio de Hacienda entrega para proyectos de desarrollo comunal.

¿Invertían los antiguos directores plata a lo loco?

-No se invertía a lo loco, sino sin un sentido claro, si tengo ¢11 mil millones para desarrollar las comunidades, cómo lo invertimos. No se puede hacer un concurso porque todo el mundo va a pedir un salón comunal en la calle y si no se tiene una estrategia para desarrollar las comunidades no se incide.

¿Subirá el presupuesto de Dinadeco con la nueva reforma?

-Debería de subir, nosotros ya hicimos solicitud a Hacienda para que se incluya el monto correspondiente al 2%, nunca se le ha dado esa plata.

¿Está dispuesta la ministra Rocío Aguilar a soltar ese dinero? 

-No sé, vamos a ver qué responde. En promedio lo más que se ha llegado a recibir es 0,7%, para este año eran ¢34 mil millones y solo nos dieron los ¢11 mil millones.

¿Cuando se trata de salones comunales bajo dirección de una iglesia, se pueden invertir recursos?

-En esos casos generalmente son controlados por el sacerdote, por ejemplo la plaza de San Rafael de Alajuela no se usa porque el padre no deja, ese espacio se usa solo dos fines de semana, cuando hay turnos de las fiestas patronales. Si yo como director de Dinadeco quisiera construir algo en esa plaza, me van a pedir estudios registrales y si sale a nombre de un privado no se le pueden meter recursos públicos.

¿Implica algún problema este tipo de casos?

-Sí porque tenemos salones parroquiales que mantener la comunidad, pero al final no se pueden usar del todo por decisión de los sacerdotes. También podemos encontrar infraestructura comunal no solo de la iglesia, sino de la asociación de desarrollo, de municipalidad, el Estado y el mismo Instituto Costarricense del Deporte (Icoder). En algunas ocasiones la iglesia llegó primero que el mismo desarrollo del Estado, es ahí donde se ubica infraestructura de la iglesia que tienen cerradas y no la sueltan, motivo por el cual no podemos invertir. La iglesia opera de una forma muy particular.

PERIODISTA: Sergio Jiménez

CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley

EMAIL: [email protected]

Miércoles 26 Junio, 2019

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