Allan Cruz es el símbolo de la renovación y el futuro en la Selección Nacional. El volante de 23 años se ha consolidado como titular en la Tricolor y cada vez son más los que lo visualizan como el heredero natural de Celso Borges en el centro del campo de la escuadra nacional. Cruz es oriundo de Villareal de Santa Cruz de Guanacaste, un pueblo que vive intensamente la participación de su habitante más ilustre en la Copa Oro 2019.
DIARIO EXTRA visitó su casa y conversó con su mamá Hellen Leal, quien recuerda que desde pequeño el ahora seleccionado nacional pasaba corriendo detrás de una bola. “Desde pequeño siempre le gustó la bola, se escapaba a jugar donde mi mamá, que tenían una cancha pequeña que habían hecho con palos y de tierra, ahí era feliz jugando todo el día, también le gustaba irse a pescar, pero lo primero era el fútbol”, afirma doña Hellen.
Allan tiene tres hermanos, uno gemelo llamado Álvaro, Alexander y Katherine. Toda la familia sufrió cuando les tocó verlo partir con apenas 16 años para ir a probar suerte en la capital, adonde marchó para realizar una prueba con el Uruguay de Coronado. “Fue muy difícil para nosotros, estábamos preocupados porque era muy jovencito y se iba a la capital, yo estaba muy largo, para nosotros es muy lejos San José de Guanacaste, yo siempre le preguntaba a los entrenadores que cómo se estaba portando, que si estaba bien, le preguntaba siempre a don Carlos Watson y siempre me decía que todo estaba bien, que Allan era un muchacho muy centrado y tranquilo”, asegura la mamá del ahora futbolista del Cincinnati FC de la MLS.
Cruz pasó la prueba y se quedó en el equipo lechero donde lo recibieron en la casa club. “A él le dieron hospedaje, le daban la comida y la dormida. A veces le daba tristeza estar tan largo de su casa y su familia, pero cuando uno tiene un sueño tiene que hacer el propósito de cumplirlo, él era fuerte y sabía lo que quería”, expresó Leal.
El exvolante del Herediano siempre se caracterizó por ser obediente y por llevar una vida ordenada, dos factores claves para la evolución que ha vivido en los últimos dos años. “Yo siempre le preguntaba a todos los entrenadores que cómo se estaba portando y todos me decían que era un muchacho muy responsable, humilde, tranquilo, que todo lo que le decían lo hacía, obediente, eso me dejaba más tranquila. Yo siempre le preguntaba a los entrenadores que tuvo en el Uruguay de Coronado y luego en Heredia, yo pienso que es un muchacho bien portado y eso le ha permitido llegar a donde está”, dice su madre con orgullo.
Ahora que vive en Estados Unidos, extraña cada vez más su tierra, apenas viene al país y tiene permiso se da una escapada y hay dos cosas que no pueden faltar cuando llega a su casa en Villareal. “Cada vez que viene lo primero que hace es irse para la playa y también le gusta hacer una parrillada con la familia, a Allan le gusta mucho la costillita en salsa barbacoa y también le gustan mucho los mariscos, le encantan”, manifiesta doña Hellen.
Este jueves todo Santa Cruz estará pegada al televisor para ver el Costa Rica-Bermudas donde la sele buscará el triunfo que le asegure la clasificación a cuartos de final. “Es demasiada emoción, le doy muchas gracias a Dios por tenerlo ahí adonde lo tiene, es una alegría enorme, es un orgullo para toda la familia, lo estamos apoyando en las buenas y en las malas. Yo le doy gracias no solo a nuestro pueblo, sino a todo Guanacaste, siempre me mandan saludos y mensajes de apoyo, están pendientes y este jueves van a estar todos pegados a la tele viendo el partido”, concluyó la mamá del número 13 de la Tricolor.
PERIODISTA: Pedro Retana Cuendis
CRÉDITOS: Fotos: Manuel Gutiérrez, corresponsal.
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Miércoles 19 Junio, 2019
HORA: 12:00 AM
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