El dilema de la pobreza
Asociación Nacional de Fomento Económico (ANFE)
La pobreza es un mal congénito en todos los Estados, incluso en los países más ricos llegan a tener índices de pobreza y pobreza extrema, y los mandatarios o los gobernantes luchan año con año por reducir esas cifras, deseando llegar a ese imposible 0%.
Durante la Administración Solís Rivera, en 2014-2018, se presentaron como partido que iba a luchar contra la pobreza, a toda costa, con la esperanza de disminuir el 22,3% de índice a la hora de asumir su cargo.
Hace unas semanas, el Gobierno proclamó a los cuatro vientos que había logrado disminuir el índice de pobreza, “el más bajo en los últimos 7 años, con lo que demuestra la voluntad política de la Administración Solís Rivera…” según el informe de Casa Presidencial, no es para menos, el PAC logró bajar la pobreza hasta un 20,5%.
Pero antes de bañarse en las mieles del triunfalismo y glorificar a esta Administración, tenemos que entender cómo fue posible esa disminución, si la situación económica en Costa Rica es cada vez peor, altos índices de desempleo, la poca capacitación en mano de obra y pronto la llegada del IVA se traducen en un mayor costo de vida, y si le aunamos que muchos productos esenciales de los ticos se encuentran en manos de algún tipo de competencia imperfecta como: monopolio (Recope, ICE, la leche), duopolios (cemento), o competencia monopolista (el arroz o el azúcar) y esto termina siendo el detrimento de los ingresos netos de los costarricenses, entonces cómo se logra disminuir la pobreza.
Sencillo, Puente al Desarrollo, o asistencialismo puro, es una estrategia implementada por el PAC, la cual consiste en una serie de transferencias o asistencialismo por parte del Gobierno hacia las familias más pobres y de pobreza extrema, durante un periodo determinado, requiriendo que los beneficiarios mejoren sus capacidades para emplearse y subsistir.
De momento, todo está perfecto, y aquí añadimos otro “pero”, no todo lo que brilla es oro, y aquí es donde notamos la falta de “voluntad” de este Gobierno, aunque se haya disminuido la cifra, no quiere decir que estas personas hayan salido completamente del círculo de la pobreza, más bien ha ayudado a crear una dependencia de las personas con el Estado.
Si pretendemos disminuir la pobreza en términos reales, no podemos hablar de un plan cortoplacista y asistencialista, se necesitan esfuerzos conjuntos del Gobierno y sector privado, y un plan a mediano y largo plazo, que fomente la generación de empleo, en conjunto con bajos índices de inflación, para permitir un mayor crecimiento económico, que involucre todo el sector económico del país, en especial la mano de obra no calificada, que son la mayoría de los casi 300 mil ticos que se encuentran sin empleo. Sin embargo, nuestros gobernantes lo único que pretenden es “maquillar a la chancha” cada 4 años, y es por eso que la pobreza se ha mantenido en un nivel similar desde hace más de 20 años.
