Algunos deportes se heredan de generación en generación. Este es el caso de la familia Redondo, quienes adoptaron el tenis de mesa como parte de su diario vivir, ahora abuelo, hijo y nieto lo disfrutan a más no poder todas las semanas en el Centro Cívico La Paz, en Cartago.
La práctica de esta actividad les sirve para pasar tiempo juntos, el más agradecido es don Fernando Redondo Valverde, que a sus 87 años se siente como de la edad de su nieto, el espíritu deportivo lo mantiene a tono.
“Es un deporte muy agradable para mí, en definitiva, nos une más como familia, es una actividad que nos envuelve a todos y nos permite estar más unidos. Aparte, en el tenis de mesa se conoce mucha gente, me ayuda mucho a mejorar la condición física y a desarrollar habilidad, por lo que lo disfruto mucho con ellos”, indicó el abuelo.
Recordó que el gusto por esta disciplina inició cuando estaba en el colegio San Luis Gonzaga. “Una tía compró un jueguito que traía dos paletas y una bola de goma, eso me permitió a mí y a mis hermanos, junto con algunos compañeros, ir aprendiéndolo”, contó.
Explicó que, a falta de recursos económicos para comprar una mesa profesional, jugaban en la mesa del comedor de la casa, por lo que tiene muchas anécdotas en cuanto a las travesuras.
Luis Gustavo Redondo González indicó que el tenis de mesa es una gran “excusa” para compartir tiempo con su padre e hijo.
“La verdad que el tenis de mesa me ha permitido compartir momentos muy especiales, ya que puedo estar con ambos y a la misma vez jugar dobles ante otros compañeros. Puedo jugar partidas individuales ante mi hijo o mi padre, es una etapa que estoy disfrutando mucho gracias a este deporte”, afirmó Luis Gustavo.
Dylan Redondo, el último de la generación, explicó que el tiempo en familia lo valora al máximo.
“Creo que yo he crecido mucho como persona y siento mucho orgullo con mi abuelo que a sus 87 años lo vemos tan enterito disfrutando de este deporte. Creo que las redes sociales han partido en dos a las familias, ya que siempre en el desayuno o el almuerzo estamos más atentos del celular que de la familia”, señaló el pequeño.
Recalcó que el tenis de mesa no es un deporte brusco, lo pueden practicar personas desde los 4 años hasta los 100 o más. Su meta es seguir los pasos de su padre y abuelo, por el momento se enfoca en conseguir un boleto a los Juegos Deportivos Nacionales.
Dylan aprovechó para invitar a todas las familias a reflexionar y a realizar actividades juntos, ya sean deportivas o recreativas, y a que todos dejen los celulares cuando están juntos en la mesa o disfrutando de una película, por ejemplo.
Por su parte, Esteban Maroto, entrenador de programas preventivos de la Municipalidad de Cartago, explicó que este proyecto nació con el fin de realizar actividades que unan más a los padres con los hijos, para reforzar cada vez más el núcleo familiar. Agregó que tienen programas no solo para los más jóvenes, sino que también hay espacio para los adultos mayores.
PERIODISTA: Andrés Zárate Sánchez
EMAIL: [email protected]
Sábado 15 Junio, 2019
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA