Políticos que actúan como piratas

Nuestros políticos y algunos partidos se asemejan al séptimo arte, al estilo de Hollywood, logran con gran habilidad recrear nuestras fantasías infantiles, materializando cuentos, historietas de superhéroes y transportándonos fuera del espacio; narrando historias de amor y desamor, drama, comedia o terror, pero desde esa fábrica de sueños convierten criminales y villanos en sus héroes quienes por la magia del cine dejan de lado la realidad y convierten hechos perversos de la historia de la humanidad en eventos sublimes, bondadosos o irrelevantes. Uno creería que esto pasa únicamente en la ficción, pero no, como es el caso de la Sra. Edna Camacho y el evidente conflicto de intereses que existe con la empresa Aldesa.

Un escenario donde la ficción superó la historia son las películas donde los pitaras asolaron el mar Caribe entre los siglos XV y XVIII y de la misma forma que lo hacen los estudios cinematográficos, en nuestro país hay partidos políticos que maquillan a “piratas políticos” y los presentan como pilares de la sociedad haciendo ver que su desempeño en la función pública busca el beneficio de la mayoría de las personas, para obtener un verdadero desarrollo socioeconómico inclusivo para todos los costarricenses, cuando en realidad sólo protegen grupos reducidos de poder económico y político.

La realidad es que vivimos y convivimos con personajes políticos, que al mejor estilo del pirata Francis Drake (1540 -1596), denominado “corsario” por la corona inglesa, vocablo utilizado para referirse a la piratería marítima legal, y era legal este acto vandálico porque con autorización de la reina Isabel I se le concedió una “Patente de Corso” y perpetró asaltos y masacres a los navíos españoles, repartiéndose “el botín”.

Hoy por hoy, sin derramar sangre, esos grupos de poder entronizan políticos como si se tratara de una Patente de Corso, por un puesto en la élite gubernamental, dejan de lado los juramentos constitucionales, renuncian a sus ideología política, a su color de partido político y a su misma imagen, con tal de saciar sus intereses, su ambición personal y las del grupo que anteponen a los intereses nacionales y al que le deben lealtad.

Al inicio del actual gobierno, la tarea económica fue asumida por el gabinete presentado por don Rodolfo Piza Rocafort, producto del pacto previo a la segunda ronda electoral, Alvarado-Piza, del que se desconoce su contenido, pero que indiscutiblemente estableció el precio que tuvo que pagar el PAC para asegurarse de ganar los comicios electorales 2018-2022, “cediendo puestos”, otorgando

“Patentes de Corso” en carteras ministeriales y otras Instituciones importantes del gobierno.

En medio de esta piratería política, recordemos que se denunció públicamente a la Sra. Edna Camacho Mejía, porque aparentemente promovió y recomendó en el texto sustitutivo del plan fiscal (proyecto de ley 20.580), para que se incluyera una exoneración para las ganancias derivadas de los títulos valores tranzadas en la bolsa, lo que es una manera legal de evadir el pago de renta, producto de aquellas ganancias de capital que provienen de las operaciones en el mercado de valores, en la Bolsa Nacional de Valores, una acción política que de manera directa beneficiaría al Grupo Aldesa, donde su esposo, don Javier Chaves, es accionista principal y presidente del grupo.

Ahora con más pena que gloria, en medio de este desaguisado político y el escándalo que persigue al descalabro financiero de Aldesa, la Sra. Edna Camacho Mejía deja el cargo de ministra de Coordinación Económica y, a partir del 1° de julio, representará a Costa Rica ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La ministra de Coordinación Economía deja nuestro país con un desempleo en el 13%, con los índices de pobreza y pobreza extrema más altos en décadas y con 58 mil pymes que cerraron operaciones en nuestro país, dejando a miles sin trabajo.

Pero no es lo único, tal cual un guión hollywoodense, inspirado en el acuerdo Alvarado-Piza, resulta que la ministra de Hacienda, doña Rocío Aguilar Montoya, quien ha desempeñado otros cargos públicos como: superintendente general de Entidades Financieras, contralora general de la República, secretaria técnica del Consejo Nacional de Concesiones, también fue directora de la Junta Directiva de la Corporación Aldesa y miembro del Comité de Inversión de esa entidad, y por eso yo pregunto: ¿“es mera coincidencia” la vinculación de la Sra. Edna Camacho y de la Sra. Rocío Aguilar? O podemos decir la frase que Shakespeare puso en boca de Hamlet y que Hollywood popularizó: “…algo huele mal en Dinamarca…”.

A un año de gobierno de don Carlos Alvarado Quesada, muchos costarricenses aún nos preguntamos qué solución seria y responsable se va a plantear desde Casa Presidencial, cuando el presidente electo decida asumir sus potestades, para mejorar de una vez por toda la gravísima situación del déficit fiscal e iniciar, también de una vez, la reactivación económica del país.

Mientras tanto, las organizaciones sociales y sindicales debemos replantearnos objetivos, organizarnos, proponer soluciones e incidir en las políticas públicas, porque hay algo totalmente cierto, que es vox populi, pues mientras algunos políticos actúan como piratas hollywoodenses, en realidad responden a intereses particulares, como lo demostró la Sra. Camacho Mejía, nosotros, el pueblo, el mayor colectivo social, no tenemos quien represente nuestros intereses en el gobierno y a diferencia de una película, no termina con la palabra “Fin”, sino que más bien estamos ante el comienzo del fin pero de la paz social de Costa Rica.

*Presidente de la Confederación de Trabajadores

Rerum Novarum, secretario general Sinae-Afines

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Lunes 27 Mayo, 2019

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Lenin Hernández Navas*