Cuarta Revolución Industrial sin Revolución de todo lo demás
Rodolfo Molina M. / ANFE
El señor Carlos Alvarado ha mencionado en diferentes ocasiones el concepto de “Cuarta Revolución Industrial”; él señala que es necesario que Costa Rica se incluya en ella. Ella es el avance a mayor automatización de procesos con la inclusión de nuevas tecnologías como el internet que faciliten la productividad. A una “revolución” no se ingresa nada más; el mundo avanza y las sociedades que son incapaces de progresar adonde dirigen los avances científicos simplemente se convierten en las sociedades pobres del futuro. Me gustaría pensar que el señor presidente tiene una ligera noción de algunos de los cambios que son requeridos, cito a continuación los que considero preponderantes.
Ampliar el Sistema Financiero Nacional: San Francisco, California es la cuna de los emprendimientos tecnológicos más influyentes de la actualidad, como Apple y otros no tan visibles, que están facilitando el desarrollo de automóviles inteligentes. Esos emprendimientos no salieron de la nada, requirieron un financiamiento de alto riesgo que no se encuentra en la típica sucursal bancaria. En Costa Rica tenemos un sistema financiero altamente bancarizado, lo que significa que el mayor volumen de financiamiento corre por el sistema bancario. La Bolsa Nacional de Valores tiene poquísima profundidad pues la regulación financiera vigente es muy adversa al riesgo y además costosa, sobre la cual cae el peso de dos Superintendencias. Mientras tengamos este tipo de restricciones seguiremos siendo unos simples seguidores de tendencias y poco chance tendrán los costarricenses que deseen emprender.
Facilitar costos de operación: Los costos para operar en Costa Rica son prohibitivos. Las cargas sociales para el patrono son demasiado altas y estas son una barrera importante para la inversión extranjera y para quienes desean iniciar un nuevo emprendimiento. Volviendo al ejemplo anterior, Oracle y Apple, dos líderes de la industria tecnológica, iniciaron en un garaje. Esto en Costa Rica quizás hubiese sido imposible, pues el Ministerio de Salud, la Municipalidad y la CCSS se hubieran encargado de cerrarlos antes de que terminaran de escribir la primera línea de código. Esto no es una cuestión de ofrecer servicios preferentes a los microempresarios que estén registrados en el MEIC, se tiene que globalizar la política sin que sea necesario hacer una romería por todas las ventanillas públicas.
Avances en telecomunicaciones: Muchos de los avances en automatización requieren de conexiones de internet de alta velocidad. No se trata únicamente de tener las velocidades actuales sino de que se siga con las tendencias globales. Hoy en día tenemos un importante rezago en este tema, pero se tiene espacio para mejorar. La incursión de la tecnología 5G es una valiosa oportunidad para ponernos en corriente con las necesidades globales. Sobre este apartado lo que tiene que hacer Costa Rica es sencillo, aumentar la oferta de operadores de red celular. Mantener la oferta en tan solo 3 proveedores elimina los incentivos para que ellos tomen riesgos en ampliar y mejorar la oferta de sus servicios.
Es iluso pretender que nos insertemos en la Cuarta Revolución Industrial si antes no nos replanteamos una revolución de todo lo demás, que incluye muchos más puntos que los anteriormente mencionados.
