San Carlos está a 90 minutos de colocar su primera estrella de campeón en el fútbol de la primera división. Está a solo un paso de hacer historia. Y ese ambiente se siente en el cantón alajuelense, porque su gente, jugadores, cuerpo técnico, administrativos y junta directiva entienden que esta oportunidad que tienen de alzar la copa vale oro y no la pueden dejar escapar.
En la otra acera el Deportivo Saprissa se arma de valor para arruinarles el festejo a los norteños y alargar el Clausura a dos partidos más. En el papel el monstruo se presenta con el cartel de obligado, porque le toca sacar el gane o un empate con más de dos goles para obligar a que se juegue la gran final.
Los condimentos están puestos y esta noche se espera un gran espectáculo en el estadio Carlos Ugalde Álvarez.
La necesidad de los dos equipos es la misma, sacar el marcador que más les convenga, pero los enfoques son diferentes. Los Toros del Norte tienen la gran oportunidad de dar la vuelta olímpica y hacer que el cantón amanezca de patas arriba el jueves, mientras que los morados retan a un equipo que se ha mostrado sólido a lo largo del torneo y que tiene el hambre de coronarse monarca.
ESTILOS DE JUEGO
Son dos escuadras con estilos de juego muy diferente.
San Carlos estructura su fútbol de manera equilibrada, teniendo en cuenta tanto la zaga como la ofensiva. Para los norteños es importante defender bien como atacar bien.
No es un equipo riguroso con un esquema, como sí lo son otros oponentes del campeonato nacional.
Su sistema de juego está bien marcado: 4-4-2. Así se paseó durante la primera fase del certamen y lo hace en las instancias de muerte súbita.
Tiene una columna vertebral estable con jugadores que acumulan millas en el torneo. En la puerta Marco Madrigal es inamovible, en la defensa Aaron Salazar da confianza y solidez, por las bandas Marvin Obando y José David Sánchez se paran firmes, más adelante Carlos Acosta es el equilibrio y en punta de ataque Álvaro Saborío, quien encontró un segundo aire en el fútbol en su tierra. Detrás de ellos aparecen muchos nombres que completan un plantel equilibrado y con muchas variantes, como los son Diego Madrigal, Osvaldo Rodríguez, Christian Martínez, Roberto Córdoba, Esteban Ramírez, Alberth Villalobos, Marcos Mena, Juan Vicente Solís, entre otros.
Mientras que Saprissa juega a dormir la pelota, a chinearla, a darle un buen trato, a salir jugando desde su zona de inicio y atacar de forma organizada. Tiene jugadores con esas características, principalmente de zona de creación para arriba.
Mariano Torres y Marvin Angulo son sus motores, por los costados es fuerte con el desequilibrio de Randall Leal y el veterano Christian Bolaños, y en punta Johan Venegas. Sin olvidar a Michael Barrantes, quien es el que le da salida al equipo desde su propio cuarto de cancha.
Es un equipo con un aparato ofensivo fuerte, al que no se le puede dejar ningún espacio porque puede marcar mucha diferencia.
DUDAS
En vista a la necesidad de cada quien, así sus entrenadores armaron el boceto de juego.
Difícilmente los Toros del Norte vayan a cambiar su sistema de juego, aunque el timonel podría sorprender con algunos ajustes de nombres. Saltan a la palestra los nombres de Roberto Córdoba y José Luis Cordero como alternativas en el once estelar.
En Saprissa parece que las variantes no caben para este partido. Su entrenador se la jugaría con los mismos hombres con los que enfrentó el primer juego, aunque las incógnitas están en la contención y con el centro delantero. El cuerpo técnico esperaba por Golobio, quien se lesionó, y Rubilio Castillo aparece como una alternativa, tomando en cuenta el olfato goleador del catracho.
LOS BANQUILLOS
En los banquillos buscan su primera corona de campeón dos excompañeros de Selección, quienes compartieron en muchos partidos eliminatorios, en torneos oficiales y en los mundiales de Corea y Japón 2002 y Alemania 2006.
Walter Centeno tiene un poco más de experiencia como técnico principal que Luis Marín, quien hasta hace poco era asistente técnico de la Mayor. De hecho, como parte del cuerpo técnico asistió a los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018.
Paté arrancó el torneo con Grecia y fue tentado por el equipo de sus amores para tomar el timón. Mientras que Marín se sentó en el banquillo de los norteños una semana antes del arranque del Clausura. Lo cierto es que uno de los dos celebrará esta noche, ya sea Luis Marín quien alce la copa, o Walter Centeno quien obligue a la gran final. La mesa está servida en el estadio Carlos Ugalde Álvarez en Ciudad Quesada.
