La dirección general de Aviación Civil pagó un total de ¢123.114.000, por una torre portátil que hasta el momento no ha sido utilizada y se mantiene parqueada en el edificio Radar en El Cacique de Alajuela.
Así lo reconoció el propio director de esta institución Guillermo Hoppe, quien indicó que se compró con el fin de poder atender emergencias y no se han presentado.
“Por el momento no ha sido requerido el traslado de la unidad a ningún sitio de atención”, aseguró Hoppe.
Pero funcionarios de Aviación Civil aseguran que la compra de este artefacto se hizo sin ningún control y que a la fecha no se sabe si funciona o no, porque no la han probado.
Incluso aseguran que no tienen conocimiento de si la torre fue hecha apegada a los parámetros que se requieren para que sea un equipo funcional en caso de que realmente sea necesario.
Pero para Hoppe la compra está más que justificada ya que históricamente el país ha tenido eventos donde ha sido necesario dar seguridad como lo son terremotos, inundaciones y huracanes, entre otros.
“Cuando ocurren esos eventos, el personal de la dirección se traslada al sitio donde se requiera de la presencia de controladores de tránsito aéreo, para guiar por medio de radios de tipo portátil a las aeronaves, que normalmente acuden a rescatar o apoyar las emergencias. También se mantiene el apoyo posterior al evento según se requiera”, señaló Hoppe.
Pero pese a que desde el año pasado se cuenta con la torre no se ha utilizado, lo que genera las dudas por parte de los trabajadores que ven como sigue estacionada sin recibir uso.
Pero, aunque no se ha usado, el jerarca insiste en la necesidad de contar con el equipo para atender emergencias como la ocurrida con el terremoto de Limón en 1991.
Justamente en esa ocasión “el personal fue ubicado en el techo de la terminal, por supuesto no es el mejor lugar en cuanto a la seguridad de los funcionarios. Otro ejemplo es el huracán Otto donde el personal brindó el servicio de AFIS (servicio de información de vuelo de aeródromo) en condiciones no favorables”, señaló Hoppe.
Es por estas circunstancias que ahora se tiene un equipo listo para poder atender una emergencia, pero además “salvaguarde la integridad física de los funcionarios”, agregó.
También defendió que la torre cuenta con sensores meteorológicos, equipo de comunicación, equipo eléctrico que la hace autosuficiente, especialmente porque en muchos casos no logra tener servicios básicos como los eléctricos.
Lo cierto del caso es que la torre sigue sin utilizarse pese al alto costo que representó, en momentos en que el gobierno habla de crisis y la necesidad de austeridad con los recursos públicos.
