Hernán Medford se siente muy cómodo como director técnico, aunque entiende que es una profesión injusta porque no siempre se reconoce la labor que se ejerce. Pero en su caso los títulos lo avalan como uno de los mejores entrenadores del país.
Pero hay una meta que el estratega tiene en mente y quiere cumplir al corto plazo: ser ministro del Deporte.
Así lo confesó el exitoso exfutbolista y entrenador en el programa Zona Mixta, que se trasmite de lunes a viernes de 11 de la mañana a 12 mediodía por las redes sociales de DIARIO EXTRA (Facebook Live) y Radio América HD.
El conocido Pelícano no entiende cómo la gran mayoría de comités cantonales se adueñaron de las canchas del pueblo y las cerraron con malla y hasta candado. Por lo que en caso de que algún gobierno lo tome en cuenta para sentarse en la silla del Ministerio del Deporte, su primera gestión será recuperar esos espacios para que niños y adolescentes pasen mejengueando, ya que tiene claro que antes era mucho más fácil contar con jugadores talentosos porque se hacían en las calles, en cambio ahora la tecnología los tiene atrapados y sumado a eso las plazas están cerradas.
“Nuestro famoso gobierno, que no sé qué pasa con eso, y quisiera algún día ser ministro del Deporte para cambiar eso, es que tienen las canchas de los pueblos cerradas con malla. Ah y de quién es la cancha, del Comité, pero suave, suave… el pueblo paga la cancha y la tienen cerrada. Qué negocio oscuro están haciendo ahí, déjenme decirles”, enfatizó el director técnico.
“Abran las canchas para que haya mejengueros otra vez, ah no… los comités se adueñan de las canchas del pueblo y no dejan a los niños mejenguear porque hay que pagar para jugar, entonces no se hacen jugadores como el tiempo de antes”, añadió Medford.
Apuntó que “el pueblo paga el mantenimiento de las canchas y hay un Comité de Deportes administrándolo y no nos dejan jugar. Entonces ahí está muy mal el gobierno”.
Por eso es que se propone en algún momento llegar al Ministerio del Deporte. “Porque el ministro tiene que manejar todo el deporte, olvídese el tema de los comités, al carajo esos comités, porque son unos negocios. El ministro del Deporte tiene que ordenar esas cosas”.
Y hasta soñó con la posibilidad en medio programa. “Se imagina quitándole candados a todas esas canchas del país y diciéndoles a todos los chamacos ‘vayan jueguen’”.
Sin embargo, volviendo a la realidad sabe que ocupar ese cargo no es tan sencillo y no porque no se crea capacitado. “Pero es pura argolla, ponen a ministros del Deporte que no conocen, ponen a uno que después le da a su hermano un montón de plata como premio, sabiendo que hay deportistas que hicieron más cosas que no reciben ni un centavo”.
A su criterio “hay deportistas que con uñas han hecho cosas buenas que se les debería dar un premio de acuerdo a nuestro presupuesto, para que esa plata la pueda invertir en su próximo proceso a una Olimpiada o a unos Juegos Centroamericanos y no una persona que nadaba y se llevó ¢200 millones”.
Lo que sí tiene claro es que congresista no le gustaría llegar a ser. “Diputado no, a veces uno dice ‘quiénes son los diputados de este país’, y yo estar calentando campo no, reconozco que sí hay unos que hacen cosas buenas”.
De forma jocosa señaló: “Además cómo voy a ir de diputado si no sé nada de eso, ministro del Deporte sí. Es como que yo le diga que Hernán va de ministro de Salud, no, no seas tan descarado en la vida, Hernán ubíquese. Y si usted empieza a analizar hay algunos que por ahí van…”.
FIRMÓ CON EQUIPO ALEMÁN
Ese objetivo personal que tiene y algunas anécdotas compartió el técnico en charla con Zona Mixta. Como la vez que fichó por el Stuggart de Alemania antes del Mundial Italia 90.
“Hay historias mías que la gente no sabe. Antes del Mundial de Italia 90 firmé un contrato con el Stuggart de Alemania y cuando llego aquí después del Mundial llegaron y me enredaron. El Stuttgart me dice que me va a prestar al Schalke 04 de segunda división y me agrandé.
Medio jugué en el Mundial y dije que cómo iba a ir al Schalke 04, pero fui ignorante y estúpido porque le dije no al Schalke. Rompí el contrato y me fui con este representante, iba para el Logroñés de la primera división de España, que andaba bien, y el representante me dice que había letra pequeña, entonces como a las 5 de la mañana nos fuimos del hotel escapados y nos fuimos a Yugoslavia. Son cosas que siendo uno tan inocente, ignorante, joven hace”.
Del futuro de Walter Centeno en Saprissa y de Gustavo Matosas en la Sele dice que hay que darles tiempo para juzgarlos.
