La adaptación metabólica es el intento del organismo de regularse cuando las personas se encuentran en déficit calórico, ajustando el poco de calorías ingeridas, para cumplir sus funciones con el mínimo esfuerzo posible, haciendo que el metabolismo se vuelva efectivo con lo poco que come, lo cual no es funcional. Siempre que una persona come menos o realiza mucho más ejercicio para lograr pérdidas de peso significativas y de manera muy rápida, va a producir una reducción en la grasa corporal y disminuyendo los niveles de leptina, una hormona que reporta las reservas existentes de grasa corporal; entonces, al disminuir su presencia, el cerebro lo interpreta como una crisis de grasa y busca compensar, bajando el consumo y aprovechamiento de la grasa, dando como resultado dicha adaptación.
No importa qué tan “leve” sea la restricción de kilocalorías. Siempre va a haber una afectación. Lo que variará, de acuerdo con el protocolo nutricional implementado, es la velocidad con que llegue esta adaptación metabólica, que debe ser revertida inmediatamente de haberse iniciado y no cuando se ha acumulado durante días o peor aún, semanas.
Algunos factores que provocan el déficit son:
1. Déficit calórico: a mayor déficit, mayor adaptación metabólica.
2. Déficit de macronutrientes: Esto aplica sobretodo a los carbohidratos, ya que estos proporcionan la fuente principal de energía.
3. Ejercicio físico: si se entrena más fuerte se debe de comer más. En muchas ocasiones se llega a una meseta y la persona recurre a realizar más ejercicio y disminuir la ingesta calórica provocando mayor adaptación.
Mientras menor sea el déficit calórico que se le aplique a una persona para lograr su meta de pérdida de peso y grasa, más sostenible será el resultado, los beneficios a su salud y menor la probabilidad de un efecto rebote.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Por Raquel Guzmán Marín Nutricionista
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Miércoles 20 Marzo, 2019
HORA: 12:00 AM
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