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Espectáculos

¿Estamos muy salados los ticos?

El sodio es un micronutriente esencial para el buen funcionamiento del organismo. Se encuentra de manera natural en la mayoría de alimentos que consumimos, entre ellos la sal de mesa o doméstica, que químicamente es cloruro de sodio (NaCl).

Estudios recientes realizados por la Dra. Adriana Blanco Metzler, del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), demuestran que la principal fuente de sodio para los costarricenses es la sal doméstica (60%), es decir, la sal que usamos al cocinar y preparar los alimentos en el hogar o bien que agregamos una vez nos sentamos en la mesa a consumirlos. 

Después de la sal, los condimentos comerciales (como consomés, cubitos, sazones, salsas) y los alimentos procesados o listos para el consumo representan el 27% de la ingesta diaria. Además, todas estas fuentes suman una ingesta aproximada 11 gramos o sea 2 cucharaditas de sal, que equivale a más del doble del máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (5 gramos al día en adultos o 1 cucharadita rasa de sal al día).

Lo anterior es sumamente preocupante, debido a que un consumo en exceso de sal/sodio se relaciona con un aumento en el riesgo de varias enfermedades como problemas en los riñones, tumor en el estómago, obesidad, presión alta, derrames e infartos.

En Costa Rica desde los años setenta, las enfermedades del corazón representan la principal causa de muerte y enfermedad. Actualmente, 36% de la población adulta padece de presión alta. Lo anterior implica una amenaza para la salud de toda la población, y en especial de los niños, ya que, los buenos hábitos de alimentación se adquieren desde los primeros años de vida. Se podría afirmar que, si los más pequeños no tienen un adecuado consumo de sal hoy, se podrían exponer a muchas de las enfermedades anteriormente mencionadas en un futuro.

Se considera que los padres de familia y los cuidadores cumplen un papel clave para educar y fomentar hábitos alimentarios adecuados en niños-as y si se involucra a toda la familia, se incorporarán con mayor facilidad los cambios. Las personas mayores pueden influir en el comportamiento de los niños-as poniendo a su disposición alimentos saludables con un contenido bajo en sodio y/ó sal.  Al mismo tiempo, se recomienda a los adultos mantener un estilo de vida saludable, puesto que el comportamiento de los niños suele modelarse a través de la observación y la adaptación, es decir ser un ejemplo para los pequeños-as. 

Durante la celebración de la Semana Mundial de Concientización sobre la Sal del 04 al 10 de marzo, iniciativa de la organización WASH (World Action on Salt and Health o Acción Mundial en Sal y Salud, del Reino Unido) Costa Rica participó mediante el trabajo en equipo de diversas instituciones y organizaciones, incluyendo el Colegio de Profesionales en Nutrición. Se busca concientizar a la población sobre la importancia de la reducción del consumo excesivo de sal mediante diversas estrategias y contribuir al logro de un descenso gradual de su consumo en la dieta, hasta alcanzar la recomendación máxima de 5 gramos de sal al día por persona, establecido en el Plan Nacional para la reducción del consumo de sal/sodio.

Además, este año la celebración estuvo enfocada en la niñez con el fin de comunicar sobre el ambiente alimentario alto en sodio al que se está expuesto desde la infancia y como este influye en el desarrollo de un paladar que prefiere los alimentos salados, aumentando con ello el riesgo de enfermedades cardiacas.

Para lograr estos objetivos, es necesario informar a la población de consejos prácticos para reducir el consumo excesivo de sal, como por ejemplo:

•Reducir gradualmente (poco a poco) la sal cuando preparamos nuestras comidas, el gusto y el de la familia se adaptará poco a poco. 

•Utilizar principalmente olores (cebolla, ajo, chile dulce, etc.),  hierbas, especies naturales y limón para dar sabor a las comidas.

•Enjuagar y escurrir los vegetales enlatados.

•Preferir las frutas y vegetales frescos sin sal.

•Eliminar de la mesa el salero, las salsas y los condimentos con sal para que los niños no desarrollen el hábito de agregarlos a la comida.

•Revisar en las etiquetas de los alimentos el contenido de sodio indicado antes de comprarlos, para elegir las opciones más adecuadas.

Recuerde, la recomendación NO busca eliminar la ingesta de sal, sino disminuir su consumo en exceso y de esta manera poder responder: ¡No! ¡No estamos muy salados los ticos! 

 

*La Dra. Vega, vocera del CPN-CR en el tema, es nutricionista e investigadora del Proyecto IDRC 108167 “Escalando y evaluando políticas y programas de reducción de sal en América Latina”, liderado por el Inciensa y desde hace 3 años colabora con el Programa para la reducción del consumo de sal en CR. Contacto: [email protected]

 

*Dra. Jaritza Vega Solano

Nutricionista. CCPN 813-11*

 

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

CRÉDITOS: *Dra. Jaritza Vega Solano

EMAIL: [email protected]

Lunes 11 Marzo, 2019

HORA: 12:00 AM

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