Los jueces determinaron este viernes que Jason Anthony Morales Álvarez, de 22 años, pasará el resto de su vida en el Centro de Atención para Personas con Enfermedades Mentales en Conflictos con la Ley (Capemcol), del Ministerio de Justicia y Paz, al ser condenado por homicidio calificado al matar con un cuchillo a su padre en Alajuelita.
La determinación se leyó en horas de la tarde en la sala de juicios #5 del III Circuito Judicial de San José, en Pavas, tras escuchar la declaración del psiquiatra Róger Obando durante la mañana. El profesional de la salud indicó los tratamientos que pasó el joven tras su detección de problemas mentales desde los 14 años y en consecuencia el uso de medicamentos para controlar su esquizofrenia indiferenciada retractaria.
Después se dio lectura a las conclusiones por parte de Leila Flores, representante del Ministerio Público, quien se enfocó en que el muchacho nunca fingió esta enfermedad, demostró que contabilizaba cinco internamientos en el Hospital Nacional Psiquiátrico, en Pavas, y el crimen lo cometió sin tener noción de sus acciones producto de su estado y por eso debía cumplir su sentencia en un centro especializado, en vez de trasladarlo a una cárcel.
Rodrigo Calvo, abogado de Morales Álvarez, no alegó lo dicho por Flores y más bien agregó que las autoridades debían chequearlo varias veces al año para darle seguimiento a su estado.
Por eso las juezas determinaron ampliarle las medidas cautelares 6 meses mientras queda firme la decisión y a partir del 26 de agosto se aplicará la sentencia en Capemcol por un delito de homicidio calificado. Cada 6 meses los doctores de ese centro lo revisarán para chequear su estado de salud.
DIARIO EXTRA intentó conversar con Maribel Álvarez, madre del sentenciado, pero respondió que por el momento no hablaría al respecto, ya que se mostró afectada tras escuchar la decisión al lado de su hijo.
El crimen investigado se cometió a el 23 de febrero de 2018 pasadas las 5 p.m., en una casa en La Aurora de Alajuelita, cuando el sentenciado se quedó en la casa de su padre para pasar tiempo con él.
“En el día de los hechos Jason se quedó en la casa de su padre. Él solicitó a su madre quedar encerrado porque dijo que lo estaban persiguiendo, en verdad era un episodio psicótico. La madre cerró la puerta y dejó las llaves en un lugar donde previamente había acordado con don Marvin.
En horas de la tarde don Marvin llegó tras laborar en el Instituto Costarricense de Electricidad, ingresó a la cochera y tomó las llaves, que se encontraban encima de un refrigerador donde la mamá del joven las había dejado, abrió la puerta e ingresó”, relató la jueza Ericka Chaves durante la lectura de la sentencia.
El hombre ingresó con normalidad, pero Jason en medio de su trastorno creyó que se trataba de un ladrón, tomó un cuchillo y lo apuñaló en la cocina hasta matarlo. En datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el cadáver tenía más de 90 heridas de arma blanca.
Álvarez en medio de su preocupación por Jason lo llamó para saber si estaba bien, este le respondió que sí, pero que su papá no podía hablar porque lo había matado.
La mujer entró en schock por la noticia y para verificar su veracidad llamó al teléfono celular de don Marvin, pero le respondió su hijo y le reiteró que llegara a la casa.
Cuando llegó a la vivienda, la mujer le preguntó a su hijo por qué lo hizo, este no le respondió, después lo sacó del inmueble y cerró la puerta principal mientras su otro hijo llamaba a la Fuerza Pública.
Los oficiales arrestaron a Jason y lo enviaron al Ministerio Público, el juzgado penal en ese entonces le puso prisión preventiva hasta que este viernes le dictó sentencia.
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CRÉDITOS: Foto: David Barrantes
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Sábado 23 Febrero, 2019
HORA: 12:00 AM
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