Consulta
Don Mauricio, mi pareja y yo tenemos 10 años de casados y hemos sentido que nuestro matrimonio va perdiendo el fuego conforme el tiempo va pasando y tenemos temor de que esta situación termine apagando la relación, ¿qué nos puede aconsejar? Gracias.
Respuesta
Debemos entender la atracción y las acciones de afectividad como pasar mucho tiempo juntos, las muestras de cariño, el romance a toneladas, el dar tiempo, el hacer cosas unidos y otras más que tuvimos hacia nuestra pareja en el tiempo de noviazgo, que nos unieron y también nos llevaron de la atracción hasta el amor profundo, y partir de ahí, nos provocaron el desear y proponer unirnos con el otro para toda la vida.
Ya casados, esta afectividad debe continuar practicándose siempre con el objetivo de que aquello que nos unió nos siga uniendo. Si estos actos cesan y dejan de practicarse, la pareja puede llegar a convertirse en dos personas que viven bajo el mismo techo, pero que dejaron de ser pareja hace mucho tiempo.
La práctica de la afectividad en pareja crea lazos, coloca fundamentos y ayuda al crecimiento del área emocional en la relación, además de traer un ambiente de armonía en el hogar.
La afectividad ha de ser esa búsqueda generosa, delicada y detallista por encontrar el bien emocional del otro, será un continuo acto de voluntad, es un compromiso fundamental en la vida conyugal. Claro está, practicado por ambos.
No decida a dar o no dar afectividad a su pareja en base de si lo merece o no lo merece, o en si estoy de buenas o no, o si estamos enojados o en una crisis, debemos entender que la afectividad es una forma de vida que debe tener la pareja siempre y que nada debe detenerla, practicarla aun en medio de todo es una costumbre sana que produce una relación sólida y saludable.
Además, la afectividad tiene el objetivo de que ambos se sientan amados y valorados por su pareja, en tanto los dos dan y reciben en forma recíproca acciones afectivas. En este sentido, aconsejo que debe existir mucha comunicación entre ambos para aclarar y determinar la forma en que nos gustaría ser amados.
Ahora la idea no es crear dependencia del afecto que el otro da como fruto ni exigirlo cuando no se recibe. No mendigue la afectividad nunca, la responsabilidad de su felicidad es suya y no de lo que hace nuestra pareja por usted.
La afectividad es un valor, no nacemos con ella, se debe construir en nuestra personalidad y además no es opcional, sino más bien obligatoria para la pareja, para poder tener un matrimonio funcional y feliz.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Mauricio Mora
EMAIL: [email protected]
Lunes 18 Febrero, 2019
HORA: 12:00 AM
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