Diario Extra - Papás cometen errores con meriendas escolares

Muchas veces los padres de familia ven muy fácil pasar a un supermercado, comprar galletas y golosinas para llenar la lonchera de sus hijos, sin pensar en el posible daño que provocan en la salud de los menores.

Varios son los errores que se cometen, tal vez por no dedicar más tiempo a la preparación de meriendas saludables para que sus hijos lleven a la escuela.

Si bien las meriendas están entre los principales tiempos de comidas como son el desayuno, almuerzo y cena, aun así deben contar con proteínas, carbohidratos y lácteos entre otros.

Según explicaron en el Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN), el fin de las meriendas es mantener la energía necesaria a los niños durante las actividades escolares y deportivas.

Además, aseguran que estas son fundamentales para lograr una alimentación equilibrada y aportar nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo adecuado.

“Debemos evitar comprarles galletas con relleno, dulces o chocolates, evitar enviarles jugos en cajita altos en azúcar y los productos que contengan muchas grasas como frituras y repostería”, comentó Cinthya Rodríguez, vocera del CPN.

“Los padres deben organizar su tiempo e involucrar a sus hijos en la preparación de la merienda”, añadió.

Para Rodríguez, es necesario que los niños vayan con sus papás al supermercado para conocer cuáles son las frutas de mayor agrado de los menores.

Cuando se habla de carbohidratos en la merienda pueden ser sándwiches de pan integral, el queso aporta las proteínas más vegetales como lechuga y tomate.

“Se le puede añadir una manzana y frutos secos como semillas de marañón, almendras y maní, sin dejar por fuera los lácteos que pueden ser desde un yogurt hasta una cajita de leche”, mencionó Rodríguez.

Ahora bien, para no cansar a los niños con el mismo emparedado, se puede colocar tomate cherry con trozos de queso, de igual manera están presentes los vegetales y proteínas, acompañados de fresco hecho en casa como, por ejemplo, fresas en agua con muy poca azúcar.

Otra opción es enviar frutas con yogurt, jugar con la creatividad para que el menor no se canse y cuente con los nutrientes necesarios para su bienestar.