Una guerra legal vive la famosa empresaria, cantante, bailarina y actriz Flor Urbina, quien actualmente es jueza de un show televisivo.
A Urbina la demandó la escritora y dramaturga Raquel Hernández Castro por los cargos de violación de derechos de autor y violación de sociedad de hecho porque la empresaria aparentemente desconoció la coautoría de Hernández en la obra de teatro “Las mujeres no están locas” durante varios años, incluso la quitó de los créditos.
Ante el reclamo legal de la escritora, Urbina fue con todo, demandó a Hernández y al marido por injurias y calumnias por la suma de ¢120 millones.
Ese pleito lo ganó hace pocos días, pero un tribunal acogió una apelación de Hernández, quien aduce no la pueden querellar ni condenar hasta no tener clara la primera demanda.
El asunto tiene enfrentados a dos grandes abogados penalistas: Rodrigo Araya y Juan Diego Castro.
URBINA: “ME HA DIFAMADO POR AÑOS”
Sobre el pleito Urbina expresó: “La primera vez que llegó pidió conciliáramos, le di chance de que propusiera algo y salió a hablar peor de mí. La segunda vez que compareceríamos envió dictamen de psiquiatría que no podía llegar porque estaba mal. Y no llegó”.
Insistió: “Y esta tercera vez el abogado me indicó que si yo estaba dispuesta a esperar la otra sentencia en firme y yo autoricé a que así fuera”.
Urbina resumió que Hernández la ha difamado por años y se cansó. “Esta joven me ha difamado por años. Desestabiliza a mi familia, trato de hacer creer que era mi socia en mis negocios, me dañó por años moralmente y ante opinión pública junto a su esposo”, adujo.
Finalizó: “Yo estoy en paz y tengo pruebas suficientes en cada demanda. Ella trató de afectar de muchas maneras, pero gracias a Dios ya estoy en paz, después de todo el daño que le hizo a mi familia. Ahora el tiempo, los juzgados y Dios harán lo que tengan que hacer. Ya sané todas las cosas que nos hizo y yo estoy en paz.
Yo le tendí la mano, la ayudé tanto con ingresos económicos como con ayuda en sus enredos emocionales. Le ayudé con adelantos para asuntos médicos de su mamá, le conseguí psicóloga, etc. Y ella ha barrido el piso con mi imagen. ¿Tendrías buena relación con alguien así?”.
ARAYA: “RAQUEL FUE CONDENADA”
Rodrigo Araya, abogado de Urbina, describió de esta forma las acciones: “Flor y yo como su abogado tenemos demandados a Raquel Hernández como a su esposo por injurias y calumnias. Esta mujer ofendió a Flor pues ella se dice dueña la obra de teatro. Ya se dictó sentencia de primera instancia el 4 de junio ganando Flor la demanda condenando a Raquel al pago de ¢1 millón por costas.
Sí, ellos apelaron, pero en primera instancia se ganó. En el juicio penal, que tuvimos el pasado 1 de noviembre, Juan Diego Castro, abogado de Raquel, planteó la prejudicialidad para que se declarara la suspensión del proceso penal mientras se resolvía la sentencia firme en lo civil. Nosotros estuvimos de acuerdo. Es lo más adecuado”.
JUAN DIEGO CASTRO: “FLOR TIENE 14 PROFESIONES”
Juan Diego Castro, abogado de Hernández, expresó que Flor Urbina cuenta con 14 profesiones y reclama ¢120 millones.
“En pleitazo por derechos de autor sobre ‘Las mujeres no estamos locas’: Flor Urbina, con sus 14 profesiones, reclama ¢120 millones por difamación. Flor de María Urbina Uriarte, dice catorce profesiones: directora de proyectos, directora de teatro, música, cantautora, dramaturga, guionista, coreógrafa, productora de eventos y audiovisuales, consultora creativa para empresas e instituciones, profesora universitaria en Ulacit, coach, charlista, motivadora y actriz.
Irrespetando la ley de derechos de autor y faltando a la ética, inscribió como únicamente de su autoría la obra ‘Las mujeres no estamos locas’, en perjuicio de la coautora Raquel Hernández Castro. Ambas crearon esa comedia, entre agosto y octubre del 2013, que fue estrenada en el mes de noviembre 2013 y se mantuvo en cartelera con un éxito profundo en el teatro improvisado Flor Urbina, hasta noviembre del 2014”, dijo Castro.
Apunta que “la escritora Raquel Hernández entró en conflicto con Urbina porque las cuentas de la obra no fueron claras y se separaron en el mes de febrero del 2015, cuando unilateralmente Urbina decidió registrar como suya la obra de ambas.
En marzo del 2015, Flor Urbina presentó nuevamente en cartelera la obra, remplazando la actuación y desconociendo la coautoría de Raquel Hernández. En mayo del 2015, Raquel advirtió notarialmente a Flor de su mal actuar, sin embargo, el 15 de mayo Urbina contestó que no reconocerá su autoría y se inicia una maraña de asuntos judiciales que a la fecha no se han resuelto.
En ese mismo mes Hernández Castro interpuso un proceso de pruebas anticipadas contra Urbina y posteriormente un proceso abreviado por violación a los derechos de propiedad intelectual”.
El litigante concluye: “Flor Urbina, para presionarlos en el proceso abreviado, querelló por los delitos de injurias, difamación y calumnias a Raquel Hernández Castro y su esposo el locutor Luis Diego Solórzano Boza, en marzo 2016. En este proceso Urbina reclama una fuerte suma de dinero según su decir porque se le ha causado doña moral, se ha lesionado su honor, causándole depresión y necesitando de atención psicológica y psiquiátrica, lo que le impidió laborar adecuadamente.
Sin embargo, Urbina ocultó al tribunal que desde el año dos mil tres, recibe atención psicológica y psiquiátricos por depresiones. El juicio programado para los primeros cinco días de este mes de noviembre fue suspendido por el Tribunal de Juicio del Segundo Circuito Judicial, hasta que exista sentencia firme en el proceso de violación a los derechos de propiedad intelectual, que se encuentra apelado por Raquel Hernández en el Tribunal Superior Civil”.
PERIODISTA: Ariel Chaves González
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Miércoles 14 Noviembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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