La mejor respuesta
Tinta con sentido / Gloria Bejarano Almada
Decía John F. Kennedy: “no busquemos la respuesta Republicana o la respuesta Demócrata, sino la respuesta correcta. No busquemos arreglar las culpas del pasado. Aceptemos nuestra propia responsabilidad por el futuro”.
Costa Rica necesita que nos olvidemos de las etiquetas que nos ubican en la izquierda o la derecha, neoliberales vs. comunistas, creyentes vs. ateos, liberales vs. conservadores, ricos o pobres… seamos solo ticos, costarricenses empeñados en encontrar la respuesta correcta, la que nos permita construir un Estado más justo y solidario.
Después de más de cuarenta días, las reiteradas recriminaciones no nos llevan a ningún lado, las acusaciones de unos y otros solo generan resentimientos, resquemores, enojos. Los ciudadanos nos sentimos impotentes ante la avalancha de “fake news”, ante la desinformación que alimenta las redes sociales, que nos produce ira, enojo, dudas, inseguridad y desconcierto. Hemos llegado a un punto en que los ciudadanos nos sentimos perdidos, desencantados y lo que escuchamos y oímos parece carecer de lógica o sentido.
Escuchamos el reclamo que de que el Gobierno manda a negociar a personeros que no tienen el poder para tomar decisiones, pero resulta que, cuando se llega a un acuerdo, se tiene que ir a consultar con las bases. Conclusión: nadie en la mesa de negociación puede resolver nada. Los mediadores se cansan, se van, toman partido, regresan en búsqueda de una nueva intermediación, el tiempo pasa y seguimos sin respuesta a la crisis.
Las incongruencias afloran constantemente, se quiere eliminar los privilegios… de otros, pero se busca mantener los propios; las pensiones de lujo están mal en tanto no sea yo el que logre conseguir una.
Se habla de austeridad y se exige que se tomen medidas para reducir el gasto, lo cual es urgente en nuestro país si no queremos ir a la bancarrota, pero por el otro se propicia y celebran las pérdidas millonarias que ha sufrido el país, pérdidas que están sufriendo ricos y pobres, empresarios y emprendedores, trasnacionales y nacionales, pérdidas que afectarán la recaudación de impuestos, mismos que necesitamos para mejorar la situación fiscal.
Esta falta de entendimiento ha ido demasiado lejos, pues quienes más han sufrido han sido aquellos cuya reivindicación se está poniendo en la picota, los más humildes son los que han pagado mayormente las consecuencias de la intransigencia, de la defensa de privilegios y la negación de una realidad indiscutible: la crisis fiscal que nos ahoga.
Es hora de llamar las cosas por su nombre, el pueblo, en su gran mayoría forma parte de ese 80% de trabajadores que labora en el sector privado; el pueblo de más escasos recursos son los que necesitan con urgencia que los programas sociales no se vean afectados por la falta de liquidez; los que necesitan que el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte se vea fortalecido para poder atender las necesidades básicas de los ancianos; los estudiantes que necesitan volver a las aulas y a los comedores; esa porción del pueblo que depende del salario que le proporciona el empleador en fábricas, plantaciones, oficinas, negocios y que no recibe beneficios extra por llegar temprano a su trabajo o salario escolar para mandar a sus hijos a la escuela.
Es importante que de una vez y por todas entendamos que los recursos públicos provienen de los bolsillos privados de los ciudadanos y que el Estado es una UNIDAD que para su mejor gobierno y control está dividido en tres Poderes supuestos a trabajar juntos para lograr el desarrollo, la paz social y la justicia, esa es su razón de ser.
Aceptemos nuestra propia responsabilidad por el futuro, dejemos de sacar en cara los errores cometidos por unos y otros, simplemente estemos abiertos y decididos a corregirlos; busquemos una respuesta que nos permita avanzar hacia la construcción de un nuevo Estado, en el que las equivocaciones sean subsanadas sin odio y sin resentimiento, con honestidad y patriotismo, buscando la mejor respuesta para todos, la mejor respuesta para superar la crisis, la mejor respuesta para Costa Rica.
