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Nacionales

“Dios nos va a ayudar”

Carlos Alvarado, presidente de la República:

  • El presidente Carlos Alvarado asegura que no se ha movido ni un centímetro de su compromiso de campaña

  • Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra, y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA, junto al presidente Carlos Alvarado

En medio de la discusión por la reforma fiscal que se aprobó en primer debate el viernes, el mandatario Carlos Alvarado recibió en Casa Presidencial a un equipo de DIARIO EXTRA conformado por Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra; Paola Hernández, directora de El Diario del Pueblo; y los periodistas Marco Antonio González y María Siu para conversar sobre este polémico tema.

 

¿Don Carlos cómo explicarles a nuestros lectores la situación fiscal del país de forma sencilla y para dónde vamos?

-Lo primero es que el ánimo de pasar la reforma fiscal es proteger al país y a todas las familias. Tenemos un problema muy grande que se viene acarreando desde hace 18 años. Yo uso los 18 años porque fue cuando la comisión de exministros de Hacienda se reunió en el 2000 e identificó el problema y las soluciones. Las soluciones que hoy están en el proyecto de ley son las mismas. ¿Cuál es el problema? Es muy parecido al problema de un hogar. Tenemos un hogar al que le entran en números redondos ¢1.000 y que gasta ¢1.800. Es decir, todos los meses lo que le entra, lo paga, pero le queda una deuda de ¢800, y además de eso tiene que endeudarse para cubrir esos ¢800. Al mes siguiente le pasa exactamente lo mismo a ese hogar. Le entran ¢1.000, tiene gastos por ¢1.800, tiene que endeudarse otra vez por esos ¢800, pero ya la deuda es de ¢1.600, más los intereses de pedir prestado. Eso ha venido pasando en las últimas dos décadas o más. Estamos en un punto, como pasa en muchos hogares, cuando ya se está muy endeudado y qué pasa: o le embargan el salario, o le quitan los bienes, o hay que sacar a los chiquitos de la escuela. A eso es lo que no queremos llegar. El Estado costarricense ha estado generando mucho menos ingresos que los gastos que tiene y estamos llegando a una situación ya de problema con quienes nos financian para pagar lo que gasta Costa Rica en educación, en salud y en las distintas instituciones que hemos construido en la democracia de la Segunda República. Eso hay que resolverlo. La forma de resolverlo es a través de un plan que incluye temas de impuestos, de gasto y eficiencia. Hay otra forma en que se soluciona eso si no se hace nada, que es una crisis. Una crisis que provocaría un incremento de la inflación, el tipo de cambio y las tasas de interés, que generaría una situación crítica, pero no queremos que el mercado haga solo el ajuste porque eso genera un impacto. En otras palabras, no queremos llegar al momento de decir “no tenemos plata para pagar los programas sociales de becas, las ayudas a los adultos mayores, las mujeres, ni pagar los salarios de los empleados públicos”. También tendríamos dificultad para pagarles a quienes tienen la deuda. Eso me lleva a otra de las críticas, mucha gente ha dicho también “no les paguen a quienes tienen la deuda”. La deuda es mucha interna, es deuda que tiene bonos de pensiones, de la Caja, del INS, de bancos públicos, entonces dejar de pagar eso es afectar la seguridad social de nuestros bancos, de nuestras pensiones.

La mayoría está consciente del problema de las finanzas públicas, pero ¿por qué tiene que ser el expediente 20.580 la solución, si lo que recauda ese proyecto es bajísimo, ni siquiera saca al país del déficit primario?

-Imagínese si fuera tan débil todo lo que ha suscitado, ¿qué sería si fuera más fuerte el proyecto? Tiene 1,3% del PIB en recaudación, es cierto, pero también tiene un componente que no tenían otros proyectos, que es de contención de gasto. Si volvemos a la analogía del hogar que puse de ejemplo, no solo es pasar de ¢1.000 de ingreso de la familia a ¢1.300, sino que en vez de gastar ¢1.800, gastar ¢1.500, son las dos partes de la ecuación. También es buscar hacer las cosas más eficientes porque cuando hay un hogar en problemas, ¿qué es lo que hace uno? Vamos a gastar solo en lo más importante. Se acabó la fiesta, el viaje, eso hasta nuevo aviso. Hay otra cosa que el proyecto tiene que es muy importante, que es la lucha contra la evasión. Se estima que la evasión en Costa Rica está en 6% del PIB. No hay país que tenga evasión cero. La mitad de la evasión de Costa Rica es al impuesto de ventas, por eso es importante pasar al impuesto del valor agregado (IVA), porque este tiene un componente de trazabilidad; es decir, va quedando el registro o la huella de lo que se va recaudando. Uno sirve para que la parte interesada lo cobre, pero también a Hacienda le queda todo el registro del movimiento de los pagos, entonces ya nadie puede quitarse, eso baja la evasión. También está la norma de subcapitalización, que busca cerrar portillos en temas de paraísos fiscales, y lo más importante es en el IVA. El IVA ayudará no solo a que quede esa huella, esa trazabilidad que sirve para combatir la evasión, sino que por ejemplo el 1% en la canasta básica ayudará a que la gente más pudiente, que hace compras grandes, ya no pueda evadir. Hay que aclarar que para la gente más humilde el efecto será mínimo. Si uno gasta ¢50.000 en un diario, significa que el aumento será de unos ¢500, que para la gente humilde eso es plata, pero tampoco es excesivo.

Si Hacienda tiene un papel tan cuestionable en recaudación, ¿cómo convencer a la gente que esa familia, la cual ahora ganará ¢1.300 (para seguir su ejemplo), va a realizar un trabajo eficiente?

-Hay varios niveles. El más importante es que frente al nuevo escenario de un proyecto va a estar la ciudadanía, DIARIO EXTRA, la Procuraduría, la Contraloría detrás de esto, y serán quienes nos reclamen: “Bueno, ya ustedes pasaron el proyecto, ahora demuestren”. Eso es una presión importante. Tanto Hacienda como otras instituciones estarán obligadas a hacer bien su trabajo, obviamente fortalecer a Hacienda también cuesta plata y eso tiene que estar allí. Tenemos que pasar a un proceso de digitalización, pero también hay buenas señales. Las leyes aprobadas en la administración anterior sobre el Registro de Accionistas y Fraude Fiscal han permitido hacer más embargos de gente que se ha identificado en evasión. También hemos recuperado recursos vía esos embargos o en arreglos de pago, pues ahora hay un mecanismo, pero antes no se permitía hacer eso. En forma paralela a eso estamos luchando contra la evasión, el contrabando, la subfacturación. La garantía está en el seguimiento ciudadano y nos hemos comprometido en arreglar esto; ya ha habido avances, pero tiene que haber más. Este problema no se resuelve solo con un paso, requiere que tengamos el plan fiscal y eso nos ayudará a financiar a todo el país y mejorar la situación, pero necesitamos seguir teniendo un presupuesto austero como el de este año, que tiene el mismo monto que el del año pasado. Mi gobierno durante los cuatro años deberá tener un gasto muy contenido porque la situación no lo permite. Tenemos que mejorar la recaudación, tenemos que acelerar la economía porque si se acelera la actividad económica habrá no solo mayor bienestar, sino también más recaudación. Este es un primer paso porque estamos en una situación crítica, hay un elemento de tiempo también. Esto es una discusión que tiene cuatro gobiernos, el mío sería el quinto. Ya nos llegó la hora, ya mi gobierno no puede esperar más, ni Costa Rica. 

¿Qué les dice a los agricultores, quienes reclaman que están matando al sector, y más con este proyecto?

-Lo que va en el proyecto en materia agropecuaria ha sido consensuado y dialogado con las organizaciones del sector agropecuario como Upiav, Upanacional y Cámara Nacional de Agricultura. En esta área Renato Alvarado (ministro de Agricultura) y Rodolfo Piza han tenido un papel importante de dialogar con el sector y llegar a acuerdos. Incluso el acuerdo pasa en el sector agropecuario y pide el IVA para insumos sea del 1%.

Muchos señalan que no se sienten representados, que ahí están los del agro grande, los exportadores.

-Ahí hay de todo. En Upanacional hay productores nacionales y en Upiav también.

¿Qué se acordó en el sector agropecuario?

-Lo que se acordó ahí y sobre todo en el tema del IVA fue gravar insumos con el 1% por un tema de trazabilidad y de control de precios; en otras palabras, para que nadie le infle los precios. Hay una gran preocupación de sectores de que si eso no se hace así, pueden cobrarle lo que quieran en los precios de los insumos.

Hay muchos servicios que actualmente no están gravados, eso puede elevar los costos de producción.

-Hay mucho mito. No es que pasamos de un mundo donde no hay nada a un IVA del 13%. Hay muchos productos que hoy tienen 13%.

Pero algunos servicios no.

-Eso es parte de lo que debemos hacer. El país está pasando a una economía principalmente de servicios, ya no somos tanto una economía de bienes y ahí, en los servicios, es donde está la principal riqueza. Es un sector que genera mucho, pero que no contribuye, y eso es lo que genera también mucha desigualdad. Por eso, por ejemplo, en temas de servicios se está poniendo obligatorio el uso del datáfono. Hay negocios que le dicen a uno solo efectivo y no dan recibos. Queremos que quede huella. El 4% en salud es un 4% que se devuelve a la persona, pero ¿por qué se coloca el 4%? Primero para que tenga significancia y luego se le devuelve a quien le pagó el servicio. 

La gente no entiende el tema de la devolución. ¿Cómo va a funcionar?

-El sistema para devolución es un mecanismo que Hacienda se comprometió a diseñar una vez aprobado el proyecto. La rebaja no se va a generar hasta que no esté ese mecanismo. Actualmente eso con la tecnología no es tan complicado, será como el cash back en las tarjetas. Como queda un registro de la transacción de uno, entonces Hacienda hace el registro de esa tarjeta desde donde se direccionó.

¿Dónde dice eso el proyecto?

-En los ciento y resto de artículos está ese elemento. Pero aquí lo importante es que a la larga la gente no solo va a pagar cero porque se le va a retornar el dinero, sino que va a quedar un registro. Esto no es tanto para la persona que paga el servicio, sino para quien lo da, para que quede el registro de que recibió esa plata y que sobre esa plata tiene que contribuir.

¿Y en cuanto a la canasta básica?

-En cuanto a canasta básica la devolución será para los hogares más humildes porque se estima que el 20% más humilde va a tener que pagar ese 1%, que es lo que preocupa a la población. Lo que se ha ideado es que Hacienda tomará esa plata, calcula cuánto es y lo devuelve a la sociedad en el principal programa de combate a la pobreza, que es el Régimen No Contributivo de pensiones. Eso atenúa el efecto que tendría en la pobreza.

¿En sectores productivos como la agricultura también habrá devolución?

-No, en ese caso sí tiene que pagar, pero es un 1%. Los retornos están en educación, así como en IVA en canasta básica para sectores más humildes. Hay que recordar que nuestro lema ha sido “Cada persona cuenta”, o sea este es un problema de todo el país y todos tenemos que contribuir en la medida de nuestras posibilidades. Así como todos, desde la persona más humilde hasta la más rica, tenemos derecho a la seguridad social, a un trasplante o a un tratamiento más complejo, a educación o buenas calles, todos debemos colaborar. Entonces en el caso de los insumos hay un aumento, es cierto, pero es parte de la necesidad de contribuir todos. Ese es otro tema clave de la reforma. Cuando uno hace la estimación, el 80% de los ingresos, o en otras palabras para seguir el ejemplo, ¢800 de los ¢1.000 que iríamos a recaudar vienen del 20% más pudiente, más rico de Costa Rica, de las empresas.

Pero ¿por qué quedan exoneradas las cooperativas que exportan?

-Las cooperativas van a contribuir más de lo que hoy contribuyen. Si se aprueba el plan fiscal, entonces sí van a pagar más.

¿Qué porcentaje?

-Pasan a un 7% en renta. Además queda un acuerdo político donde se comprometen a que esos tramos de renta se van a revisar en otro proyecto para ver qué más se hace en ese campo. Insisto, la renta global va a provocar un incremento también para las cooperativas.

Sería importante segregar las cooperativas pequeñas, aquellas que la están pulseando, de las grandes.

-Por eso se decidió hacerlo en un proyecto nuevo y no en el plan fiscal porque en el plan fiscal lo que hay es un artículo. Hay que recordar que este es un proyecto fiscal y eso sería una reforma al régimen de las cooperativas, porque cooperativas es tanto las 12 señoras que hacen queso en Upala como la cooperativa más grande, que tiene muchos recursos, y las dos se llaman cooperativas, pero una es de autogestión y la otra tiene muchos recursos, por eso para resolver ese tema en su justa dimensión hay un compromiso político. Lo cierto es que con el proyecto las cooperativas van a contribuir más de lo que hoy lo hacen. Las empresas también van a contribuir más respecto a lo de hoy. Los salarios más altos ese es otro tema. La gente dice “es que me van a golpear”. Cualquier salario menor de ¢800.000 no paga renta, eso no se toca, porque esa es la clase trabajadora. Los salarios de ¢800.000 hasta poco menos de ¢2 millones van a pagar lo mismo que pagan hoy. Son los salarios de ¢2,3 millones hacia arriba los que van a pagar hasta 15% y 20%, y los salarios más altos del país son los que van a pagar 25%, de ahí es donde se va a traer la mayor cantidad de recursos. Por eso el peso de la reforma está en la gente que tiene más recursos, por eso cada quien contribuye según su capacidad, porque reitero, es el 20% de la gente que más tiene la que pone el 80% de la plata que va a entrar en la reforma.

Ya no creen en ese escenario apocalíptico de que nadie nos va a prestar más. Usted es el quinto gobierno desde que se viene advirtiendo lo mismo. ¿Cómo convencer a esos ciudadanos?

-Eso es parte de la falta de credibilidad que nos aqueja como sociedad. Mi responsabilidad es proteger a todo el mundo, quienes más me entienden en esto son las personas que sufrieron la crisis de los 80. Yo lo viví como bebé. Mis papás y mis abuelos lo vivieron. Pero ¿qué pasó? De un día para otro se disparó el tipo de cambio, se disparó la inflación, los salarios ya no eran lo mismo, mucha gente perdió sus casas y propiedades que tenían endeudadas porque las tasas de interés subieron, el desempleo se disparó. Ya no era la discusión sobre si mi salario era el mínimo o uno de ¢800.000, era que muchos se habían quedado sin trabajo y eso fue peor aún. La pobreza llegó a un 50%, o sea la mitad de los ticos éramos pobres por culpa de esa crisis. Eso es lo que nos puede pasar si no hacemos una reforma. Ahora la reforma como tal es un paso hacia adelante a quienes nos pueden prestar recursos, hay que hacerlo responsablemente. Tenemos que seguir en esa ruta de responsabilidad, no se trata de salir de esto y montarnos un fiestón, jamás. Además, como dije, hay garantías: la ciudadanía, DIARIO EXTRA, los diputados.

¿Existe un estudio técnico que demuestre cuánto aumentará la pobreza con la reforma?

-Con el proyecto actual se estima que la pobreza subiría un 0,2%.

¿Y si no se aprueba?

-Si no se aprueba, la experiencia de los años 80 nos dice que se puede disparar hasta un 50%.

Pero eran otras condiciones.

-Sí, había otras condiciones, pero tampoco tan distantes porque podría pasar lo mismo que en los 80, por ejemplo con las tasas de interés. En otras palabras, que se encarezcan los préstamos. Además eso provoca que ya la gente no va a invertir porque es muy caro y que quien está endeudado llegue a estar más endeudado y puede que pierda sus cosas. Todo eso desaceleraría la economía y genera que haya menos empleo.

Los ajustes que le pedían los organismos internacionales a don Rodrigo Carazo eran muy fuertes.

-Nosotros no estamos haciendo esas reformas (de los organismos). Vea que esta es nuestra oportunidad. Si nos pasa eso, aclaro que no va a pasarnos porque estamos trabajando para que no pase y Dios nos va a ayudar, ahí sí nos van a pedir otro tipo de reformas. ¿Y qué nos van a pedir? Despidos en la planilla pública, cierre de instituciones.

¿Usted comparte la injerencia de esos organismos en los países?

-No, por eso casualmente estamos haciendo esa reforma nosotros. Que hagamos la reforma nos permite eso, atenuar los impactos, pero seguir adelante. Lo que no queremos es que nos pongan condiciones para que nos salven. A eso es lo que no queremos llegar.

¿Qué le dice a la gente que sigue manifestándose? ¿Lo están haciendo en vano?

-El proyecto debe continuar, entre otras cosas porque lo de las letras del tesoro es una medida extraordinaria, donde el Banco Central le presta la plata a Hacienda, pero eso hay pagarlo, por eso es tan importante que el proyecto quede aprobado, para oder seguir pagando salarios y los programas sociales.

La ministra Rocío Aguilar dijo que Costa Rica no tenía problemas de liquidez, pero después cuando solicitó las letras del tesoro dijo que sí. ¿A quién le hacemos caso?

-Es un tema más de terminología. Fuentes de financiamiento hay, pero ¿qué pasa? Como tenemos un nivel tan alto de endeudamiento, cuando Hacienda sale a las subastas y pone los bonos el mercado se espera que la tasa de interés suba porque saben que hay una necesidad y eso es lo que doña Rocío dijo. Ya empiezan a ser tasas de interés abusivas. Entonces llegamos a ese punto, había dos opciones: subimos también las tasas de interés, impactando la economía para recoger la plata, o usamos las letras del tesoro.

¿Si el plan se cae en la Sala Constitucional tiene algún plan B?

-He confiado en el proceso legislativo que se ha llegado y la presidenta (Carolina Hidalgo) ha hecho un excelente trabajo. También ha habido espacio para la discusión y el procedimiento estoy seguro ha sido el óptimo. Confío con la mano en el corazón en la voluntad y el entendimiento de los magistrados en esto. Después de aprobar el primer debate, Costa Rica pasa de las manos del Congreso a los manos de la Sala Constitucional y confío en el amor que tienen los magistrados por Costa Rica, eso me reconforta.

¿Cómo responde a los que aseguran que nunca existió una mesa de diálogo real?

-Hubo muchísimos momentos para hacerlo. Antes y durante nuestra administración estuvo el espacio abierto en varias reuniones con el vicepresidente, ministro de la Presidencia, ministro de Trabajo. Se acogió el documento de las 39 medidas y de eso hay cosas que estamos incorporando, hay mucho de esa propuesta en el proyecto de ley, más de un 30% está en el proyecto de ley. Entonces la puerta estuvo y siempre ha estado abierta. Lo que pasa es que ahí hay otra discusión que tiene que ver con los temas que no están en las 39 medidas y que se hallan en el capítulo de la reforma fiscal sobre empleo público.

¿Quiere decir que están manifestándose por ese tema del empleo público?

-Sí, por supuesto. También hay sectores sindicales que sí han querido dialogar.

¿Por qué usted no fue directamente a negociar, como la unión sindical pedía?

-Los ministros y el vicepresidente son representantes directos de mi mandato y eso es lo oportuno. Por ejemplo, el ministro de Trabajo es el jerarca de las relaciones laborales del gobierno.

¿Por qué usted no fue, si este es el tema más importante del gobierno en este momento?

-Causalmente porque es el más importante. He estado al tanto con la Asamblea Legislativa con todos los jerarcas para la continuidad de los servicios. Hay que reconocer que aquí no se han visto afectados servicios como el combustible, ni el gas o búnker, seguimos con las exportaciones e importaciones bien.

Revisando su blog Transcripciones Infieles, usted escribió “En Costa Rica es mejor visto robar que manifestarse…”. ¿Cómo responde a la gente que asegura hay represión policial?

-Estoy muy satisfecho del trabajo de la Fuerza Pública y del ministro de Seguridad. Cuando se tienen estas situaciones lo primero que se hace es el diálogo. Si hay un bloqueo se le dice “esto es una violación a la ley, por favor movilícese”; si no es así, se le hace una advertencia en tiempo y se le reitera que es una violación a la ley para no tener que intervenir. Las veces que se ha intervenido mayoritariamente lo que se hace es una línea que ingresa y abre el espacio, por eso la gran mayoría de intervenciones no son noticia, no han tenido choque de confrontación.

¿Por qué les dijo “gatos”?

-Yo no les dije “gatos”.

Los manifestantes se sintieron ofendidos.

-Hay que revisar mis declaraciones. En todo he sido hiperrespetuoso a la forma en que me he referido a ellos (los huelguistas). No hemos usado ese calificativo.

¿Por qué le entraron tan fuerte a subcapitalización y luego no?

-Ahí es donde ruego comprensión en ciertas cosas. Si yo tuviera 30 votos en la Asamblea Legislativa sería muy responsable de eso, pero tengo 10, y también estoy consciente de que tengo que negociar la reforma posible porque hay que sacarla.

¿Y con las zonas francas?

-En campaña me comprometí a no generar cambios al régimen de zonas francas y hasta este punto he mantenido esa posición. ¿Por qué me comprometí en eso? Mi análisis es que el régimen de zonas francas genera cerca de 90.000 empleos de los que más contribuyen a renta, pero además son los que nos permiten tener un acceso a conocimientos de punta que sirven para capacitar a nuestra gente y encadenarse con nuestra economía local. Esa es la ventaja que tiene ese régimen.

¿Qué cambió ahora que impulsa un plan fiscal, si estuvo en contra de las reformas fiscales como la de Laura chinchilla?

-Estuve a favor de la reforma fiscal de doña Laura. En mi tesis de 2006 hablé sobre la reforma fiscal. Siempre he estado a favor.

Pero ahí dice otra cosa.

-Recuerdo que en 2010 escribí unas cosas muy críticas del gobierno de doña Laura y estaba iniciando, creo que era más… De eso ya ha pasado algún tiempo y en retrospectiva obviamente no me parece que sea… puede que sean más mis apreciaciones desde lo menos racional tal vez. Pero en cuanto a materia fiscal siempre he estado respaldando.

Algunos expertos en materia política dicen que usted se alejó mucho de la línea del partido que lo llevó al poder. Yo sé que esto es un gobierno, pero ¡cómo responde a eso? Aseguran que Rodolfo Piza y la Academia de Centroamérica tienen tomada la parte económica.

-A mí me apoyó un partido con lo que dije en campaña y en gobierno estoy haciendo lo que dije que haría. No me he movido ni un centímetro de lo que dije que iba a hacer en campaña. Sé que pudo haberse generado sentimientos, este es un tránsito complejo, pero el cambio cuesta y las cosas grandes cuestan. Tengo un compromiso con esa agenda y también en la materia económica. Quien creo ha tenido una gran incidencia en esto particularmente ha sido doña Rocío y ella no tiene militancia partidaria.

¿Y doña Edna Camacho también?

-Doña Edna en la parte de reactivación. Esa agenda no es partidaria, es una agenda nacional, no es de un partido u otro.

En la alianza con Rodolfo Piza algunos creen que él tomó la agenda económica.

-Es que somos un equipo. No lo veo como fragmentos, lo veo como un equipo.

Es un equipo, pero es su gobierno, no es el de Rodolfo Piza.

-Sí y mi gobierno es un gobierno de equipo, por eso las cosas van bien; si fuera un gobierno de una sola persona, sería muy difícil. Tanto así que en estas discusiones en materia fiscal la batuta la lleva doña Rocío, pero en esas discusiones participan doña Edna, así como don Welmer Ramos, que es del área económica del PAC, o doña Laura Guido, también diputada del PAC, o don Rodolfo Piza. Hemos aprendido a entendernos y a trabajar por lo que nos une hoy, todos tenemos matices. Mucha gente asume, pero no conoce cuál es nuestra dinámica interna.

PERIODISTA: Marco Antonio González

CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley

EMAIL: [email protected]

Lunes 08 Octubre, 2018

HORA: 12:00 AM

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