La rebelión de “los de abajo”
Albino Vargas Barrantes*
Hoy miércoles 26 de setiembre, el Movimiento Patriótico contra el Combo Fiscal llega a 17 días de protesta ciudadana a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Empata con aquella gesta histórica de la lucha popular contra el Combo ICE que en el año 2000 duró 17 días también. Sin embargo, pareciera que la presente lucha cívica superará tal cifra de días de agitación social y cívica.
Uno nota que como Costa Rica venía teniendo el perfil de una sociedad de importante inclusión social, la actual lucha contra el Combo Fiscal parece perfilarse como una rebelión de “los de abajo”, dado que los protagonistas de la actual hazaña popular son compatriotas de los sectores de la clase media y de estratos sociales populares muy afectados por el crecimiento de la desigualdad, la concentración de la riqueza y la falta de oportunidades.
A ver si me explico: en comentarios anteriores planteamos que percibimos la Costa Rica actual dividida en tres segmentos.
Uno, al que le está yendo muy bien, de acuerdo a como se están repartiendo los beneficios del crecimiento económico según la política hegemónicamente dominante. Los otros dos segmentos están conformados por un importantísimo universo de capas medias altamente endeudadas, por un lado; y, por otro, una tercera parte de la población del país en el desempleo, con empleo precario, en la informalidad y en los diversos ámbitos de la violencia económica y social, incluyendo la actividad criminal.
Esas capas medias altamente endeudadas perciben al Combo Fiscal como una gran amenaza a su actual y vulnerable situación socioeconómica, dado que pone en riesgo sus propios empleos, sus salarios y los desarrollos productivos micropequeños y medianos.
En el otro caso, el de ese tercer segmento casi al borde de la exclusión total, el Combo Fiscal representa una reducción sustancial de su alicaído ingreso familiar y social, puesto que los nuevos impuestos (como el del valor agregado), representan una reducción de mayor impacto, porcentualmente hablando, de sus precarios e inseguros ingresos.
Lo anterior, dicho en términos muy generales, explica por qué la lucha contra el Combo Fiscal tiene tanta simpatía ciudadana más allá de la ciudadanía activa y militante que está en las calles. Es de notar por ejemplo cómo importantes sectores productivos agropecuarios dedicados al mercado del consumo interno se sienten reflejados en esta lucha pues el Combo Fiscal los castiga tanto como a miles de personas trabajadoras asalariadas de los sectores público y privado.
Uno no se explica cómo es posible que el Partido Acción Ciudadana (PAC), en su segundo gobierno consecutivo “ignore” la situación social anteriormente descrita; algo inadmisible para una colectividad partidaria que, precisamente, nació para combatir la deuda social explosivamente acumulada, que se refleja en el amplio respaldo popular en la lucha contra el Combo Fiscal.
No hay duda: estamos en presencia de un cuestionamiento a un modelo económico no solo responsable del altísimo endeudamiento público, la base fundamental del déficit fiscal sino un modelo económico depredador, concentrador de riqueza, promotor de la corrupción institucionalizada y desprendido de todo humanismo.
*Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)
