Al llegar el décimo día de la huelga
Albino Vargas Barrantes*
Muchas cosas se han de escribir sobre este proceso sociohistórico en desarrollo de la lucha patriótica, cívica y ciudadana contra el combo fiscal. En realidad esta lucha expresa, así de primera entrada, una especie de enojo social multifactorial producto de las políticas macroeconómicas fiscalistas de los últimos gobiernos del clásico PLUSC; potenciado ahora, como sabemos, con el valor agregado que le ha dado el Partido Acción Ciudadana (PAC), el cual ha dejado al desnudo su renuncia a todos los valores, principios y su filosofía política original.
Tanta gente desempleada, tanta gente en la informalidad, tanta gente asalariada altamente endeudada, tanta micro, pequeña y mediana empresa con enormes dificultades cotidianas para sobrevivir; tanto agricultor y productor agropecuario pequeño y mediano abrumado por si podrá seguir existiendo, en fin; los últimos tiempos han sido de concentración de riqueza, han sido de corrupción desenfrenada con el sistema tributario; en síntesis una extensión de la desigualdad social.
El que esta huelga general indefinida promovida por los “detestados”, “odiados”, “vilipendiados” sindicatos, haya conquistado tanto apoyo ciudadano, en realidad es sintomático de que efectivamente el llamado sindical contra el combo fiscal logró abrir una vía de expresión de ese enojo ciudadano, repetimos, acumulado a lo largo de los últimos tiempos de la política tradicional del PLUSC o ahora tripartidismos PLUSC-PAC.
Mucha tarea van a tener los estudiosos de las ciencias sociales, políticas y económicas que han de analizar este Movimiento que no ha concluido y que la llegada de su décimo día, este miércoles 19 de setiembre, deja en evidencia algunas cosas muy importantes, que de primera entrada quisiéramos caracterizar del siguiente modo:
Si el neoliberalismo para imponerse tiene que recurrir a la violencia estatal, no duda en hacerlo, lo estamos viendo. La terrible presión que sufre la Fuerza Pública de Costa Rica para garrotear a los y a las manifestantes es realmente repudiable. La corriente sindical que representamos aglutina en su seno como afiliadas y afiliados a muchas personas trabajadoras de los cuerpos policiales, y ha constatado cómo estas sienten en su corazón que el Movimiento contra el combo fiscal lleva razón, es más, están conscientes de que el combo fiscal les afecta directamente, depreciando el poder adquisitivo de su salario, llevándoles al congelamiento, agravando más la carga quincenal y mensual para poder vivir, por la escasa liquidez que tienen dado que muchas de estas personas sufren de alto endeudamiento salarial; y por lo tanto, lo que va a representar en los bolsillos alicaídos de los y las policías el impuesto al valor agregado (IVA).
Por más esfuerzos que haga el Gobierno de la República, vía sus máximas autoridades de Seguridad Pública de tratar de diferenciar el rol social de la policía versus el rol militar de la represión, no lo van a lograr, porque repetimos, hay una sensibilidad en los cuerpos policiales que su ubicación de clase es al lado del pueblo ciudadano y no del gran capital que es el que presiona fuertemente. Concluimos que, únicamente, tienen para controlar a la Fuerza Pública el “ordeno y mando”, porque el corazón, el sentimiento de la Fuerza Pública y de los cuerpos policiales en general está con la huelga.
Una segunda enseñanza, así repetimos de primera entrada que nos deja este Movimiento, tiene que ver con el papel de la prensa, por lo menos, ha quedado al desnudo, totalmente evidente, clarísimo, la práctica del periodismo del odio, exacto, periodismo del odio, ese tipo de periodismo que miente, injuria, difama, calumnia y que muestra su debilidad profunda, porque ataca a la figura de la persona dirigente, no ataca sus ideas, esto llama poderosamente la atención, o sea ese periodismo del odio que por lo general es el representante del gran capital, del capital neoliberal o del capital que ha hecho fortuna por no muy buena vía; ese periodismo del odio se le ha venido encima al dirigente dándole a su integridad personal, a su integridad profesional, a su trayectoria de lucha, incluso a la invasión de su esfera privada y familiar. El periodismo del odio nunca como antes, repetimos, quedó al desnudo. La ética periodista en este caso no cuenta, cuenta el odio de clase sobre el cual se habló hace bastante tiempo en este mismo espacio.
Otra conclusión de este Movimiento tiene que ver con dejar al desnudo cómo se desenmascara el propio presidente Carlos Alvarado Quesada. No deja de ser impresionante cómo en sus manifestaciones públicas defiende ese plan fiscal, porque se contrasta con las opiniones cuando era candidato presidencial y visitó diferentes locales sindicales a expresar la línea general de su pensamiento sociopolítico y por tanto a pedir el voto y respaldo de los sindicatos. Don Carlos Alvarado Quesada candidato es radicalmente distinto a don Carlos Alvarado Quesada presidente, la distancia es enorme.
No nos cansaremos de decir que en la segunda vuelta de la elección presidencial de abril pasado ocurrió una estafa política, una estafa electoral, muchas de las personas que le votaron, que le creyeron, que confiaron en él, se quedaron atónitas cuando él hizo la alianza con lo más rancio del pensamiento oligárquico, económico, neoliberal del gran capital, ese que desde hace mucho tiempo desea que no quede algo en pie del otrora Estado Social que tuvo Costa Rica. El presidente Alvarado Quesada ha perdido todo su capital político, prefirió darle la espalda a una buena parte de sus bases electorales, sobre todo en el sector público, en agricultura, en la micro, pequeña y mediana empresa y prefirió abrazar los intereses de los poderosísimos sectores financieros dueños de la hegemonía económico macro fiscal de los últimos tiempos y que además quedaron muy protegidos, con el Combo Fiscal, el cual no nos lo grava, no los censura, no los castiga duramente por todas sus prácticas truculentas que pueden ser legales mas no morales para expropiar los recursos escuálidos ya, de las inmensas mayorías de este país.
El Movimiento Patriótico contra el Combo Fiscal nos deja a un Presidente Alvarado Quesada en solitario, completamente aislado de una mayoría de sus bases electorales, ¿qué le queda al Presidente de base social? Creemos que ninguna, la única base que lo sostiene es el periodismo del odio y ese gran capital que desde hace tiempo controla a los distintos gobiernos, pese a que la gente vota otra cosa.
Recordamos que hemos enfatizado en que en las últimas elecciones presidenciales y diputadiles, una cosa es votar y otra es elegir, porque se elige un rumbo, se vota creyendo que ese rumbo se va a respetar pero se da cuenta que después la persona electa abandona ese rumbo, por tanto se votó pero no se eligió.
Finalmente, hay una conmoción interna en el Partido Liberación Nacional, parece que el Combo Fiscal está dejando ver la necesidad de algunos sectores que todavía creen en la bandera verdiblanca, de que esta recupere los ideales socialdemócratas de don Pepe Figueres, de don Rodrigo Facio Brenes, de don Daniel Oduber Quirós, incluso del mismo Luis Alberto Monge Álvarez, creemos que sería bueno para la democracia que Liberación Nacional aproveche que el Partido Acción Ciudadana (PAC) envió al cajón de la basura sus pretensiones de ser la nueva socialdemocracia costarricense; el PAC prefirió ser el relevo representativo del capital neoliberal, al darse cuenta este que tanto el PLN como el PUSC se han desprestigiado; si ahora aparece un nuevo Liberación levantando las banderas de la socialdemocracia, se distancia del PAC-Gobierno, se distancia de ese Liberación aliado del capital, bien podría pensar en serio en la opción electoral para el 2022, habida cuenta que no se ve posibilidad de cuál hueco va a sacar el PAC una candidatura que sea creíble para el 2022, luego de esta traición a sus postulados, a su filosofía y al electorado que le dio el respaldo.
Seguimos adelante con este histórico movimiento de huelga, seguimos con esperanza que se imponga la sensatez, se abra paso a la propuesta de los sectores sociales, populares y sindicales para posicionar otro tipo de solución al problema del déficit fiscal que no sea la que promueve el Gobierno Piza-Alvarado, que golpea duramente a quienes menos responsabilidad tienen por ese déficit fiscal.
*Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)
