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Opinión

Entre lo legal y lo inmoral, ese es el debate

La pluma del pueblo / René Barboza C.

Costa Rica experimenta una serie de acontecimientos que mantienen a la ciudadanía indignada y completamente a la defensiva. Desde hace algunos años, los políticos de turno han realizado actos que han desilusionado a una población, cansada ya de tanta corruptela y privilegios de unos pocos que indignan a las mayorías. Mientras los Gobiernos piden a la población y a la clase trabajadora impuestos y restricciones, el aparato estatal no presenta propuestas claras para combatir esos privilegios, tales como: salarios elevados no congruentes con un país de condiciones económicas precarias, pensionados de lujo que no cotizaron para recibir esas cantidades de dinero, sobre todo en el Poder Judicial, donde hay trabajadores que se jubilan a edades muy cortas y con montos elevados a los cuales, y desde la óptica de los costarricenses, no son merecedores de tanta pleitesía.

Ese es el debate en el que se encuentra nuestra agitada Costa Rica, donde todos los días los noticiarios y los periódicos nos anuncian nuevos actos de corrupción y negligencia patentizada de funcionarios que no son castigados y más bien muchas veces premiados con la impunidad perpetua que cobija la clase política costarricense, aparecen en puestos o lo que es peor el famoso “debido proceso” mediante el cual se suspende con goce de salario a un funcionario, lo que, lejos de ser una sanción, son vacaciones pagadas por los costarricenses y al final por cualquier tecnicismo desestiman la acusación y sale el viejo refrán tico de que “No hay escándalo que dure más de tres días” y vuelven a sus puestos, muchas veces teniendo el Estado que pagarles “daños y perjuicios”.

Políticos corruptos, deportistas de tercera categoría cobrándole al Estado ¢232 millones y, como coincidencia, hermano de una ministra de Estado que tiene que ver directamente con ese premio y el argumento que un juez utilizó fue que “se deprimió por el atraso que tuvo la entrega de su premio”.

Estos acontecimientos tienen cansada a la población costarricense y eso que no hemos mencionado el cacareado Cementazo, los salarios cobrados de más por ministros de la Administración pasada, la trocha, la entrada a Moín y no terminaríamos en estas líneas de mencionar los actos corruptos que desfilan en el sector público día a día. Parece un concurso donde el ganador será el que más actos de corrupción cometa.

El último acontecimiento, que involucra a magistrados de la Corte Suprema de Justicia, va dejando al desnudo el hecho de que no hay cara en qué persignarse. Cuando el aparato que debe de impartir justicia se debilita, la democracia y la constitucionalidad jurídica lo hacen también, claro está, no se debe de generalizar, el Poder Judicial no son solo los magistrados, son jueces, fiscales, defensores públicos, personal administrativo, OIJ, que en su gran mayoría es gente que trabaja conscientemente y no tienen que incluirse en este comentario, pero el hecho de que, de entre los jefes de la Corte, los magistrados en mención, 4 de ellos hayan protagonizado este capítulo desastroso, ofrece a la ciudadanía un mal ejemplo y desconfianza en el inconsciente colectivo.

Mención negativa para el exmagistrado Carlos Chinchilla, expresidente de la Corte hasta el pasado lunes, ya que se acogió a su jubilación, por cierto, a los 55 años de edad y con todas sus facultades, como si fuéramos Qatar o el más pudiente de los países. La mención negativa no es por acogerse a su jubilación ya que eso es legal, aunque no moral, sino por la forma en que “huyó” y en el contexto que lo hizo, deja mucho que desear su actuación y la patria lo recordará sin pena ni gloria, más pena que gloria, eso sí.

Mientras tanto, esperamos que el futuro llame la atención a quienes despedazan condiciones parecidas a las que hoy vivimos. Los que somos creyentes seguiremos orando por nuestra querida Costa Rica, nuestro país, día con día, para que no se acerque el fantasma nefasto de un régimen como el chavista, dicho sea de paso, que nació cuando Venezuela se encontraba en similares condiciones a las que hoy se halla nuestra sufrida patria. Los creyentes seguiremos orando por Costa Rica.

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Jueves 19 Julio, 2018

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