Casi 5.000 familias deben ser reubicadas porque sus viviendas sufrieron daños totales producto de las emergencias sufridas en el país durante los últimos ocho años.
Así se desprende del reciente informe Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano en Costa Rica, elaborado por la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi).
De acuerdo con el análisis, entre el 2010 y el 2017, 10.447 viviendas sufrieron las consecuencias de los embates ocasionados por la madre naturaleza, a lo que se suma 1.633 casas consumidas por las llamas en los incendios.
RECOMENDACIONES
Según las recomendaciones de atención señaladas por el Ministerio de Vivienda para aquellos hogares afectados por emergencias, 2.781 requieren reparaciones, mientras que 1.145 deben ser reconstruidas.
Por su parte, 4.653 deberán tener algún tipo de reubicación y finalmente 1.868 no requieren ningún tipo de intervención.
Franklin Solano, investigador de Fuprovi, indicó que el objetivo de este apartado del estudio es para determinar los efectos en el sector vivienda que generaron los desastres naturales.
“El movimiento sísmico del terremoto de Nicoya generó gran cantidad de casos de reconstrucción, pero con posibilidad de ser atendidos en el mismo sitio; por el contrario, las emergencias de Thomas y Nate generaron gran afectación en más cantones y buena parte de sus afectados deben reubicarse”, comentó.
PRESUPUESTO
El estudio contempló que, tras la suma de todos los casos registrados por el Ministerio de Vivienda para la atención de emergencias, la cantidad de recursos requeridos asciende a ¢125 mil millones.
El total de gastos del Banco Hipotecario de la Vivienda durante el año anterior fue de ¢111 mil millones, a dicho cálculo habría que agregarle el de la cantidad de hogares con daños o destrucciones por eventos que no llegaron a calificarse como emergencia.
“Las familias no reciben un trato especial a partir de su condición de emergencia. Una vez completado el expediente, este transita por la ruta crítica de cualquier otro caso. A la situación anterior debe aunarse el hecho de que no todas las familias o personas afectadas por emergencias califican para un bono de vivienda de acuerdo con los requisitos del Sistema Financiero Nacional de Vivienda.
Algunas de estas familias, a pesar de ser afectadas por una emergencia y estar en condición de extrema necesidad, no pueden recibir bono porque no cumplen con los requisitos, otras familias no lo hacen porque sus ingresos son superiores a los establecidos, porque tienen otras propiedades o porque ya habían recibido bono anteriormente”, pormenorizó Solano.
ANÁLISIS
Del análisis se desprende que los eventos que generaron una mayor cantidad de viviendas afectadas son el terremoto de Nicoya de 2012, la tormenta tropical Nate de 2017, tormenta tropical Thomas de 2010 y el huracán Otto en 2016.
Además, los 10 cantones con más afectaciones en las viviendas por emergencias fueron Santa Cruz, Nicoya, Puntarenas, Osa, Cañas, Matina, Nandayure, Aserrí, Upala y Naranjo.
PERIODISTA: Greivin Granados
CRÉDITOS: Foto: Archivo
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Martes 17 Julio, 2018
HORA: 12:00 AM
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